María Eugenia Landaeta, médica infectóloga, adjunto del Servicio de Infectología del Hospital Universitario de Caracas, aclara dudas en torno a esta medida de salud pública
Por: Carmen Isabel Maracara/Estampas
Si usted habla de la revisión del calendario de vacunas de alguien, lo más seguro es que quien lo escuche piense que se trata de un bebé o un niño... Pero los adultos precisan también de inmunizaciones periódicas para garantizar su salud frente a virus y otras amenazas recurrentes, aún más presentes en países tropicales y con limitadas coberturas sanitarias en el caso de zonas rurales o de marginalidad social.
A esto se suman algunas conductas de riesgo como consumo de drogas, promiscuidad; situaciones especiales de salud como pacientes inmunosuprimidos (VIH, trasplantes, con enfermedades hemato-oncológicas y tumores sólidos), fumadores y con problemas respiratorios, así como adultos mayores de 65 años, quienes requieren atención especial en cuanto a la protección de vacunas para evitar males como hepatitis A y B, enfermedad neumocócica, meningitis e influenza estacional, entre otros.
Igualmente, quienes en su trabajo están expuestos a recibir cortaduras, manipulan basura o realizan deportes extremos, requieren una protección adicional ante el tétano-difteria, que debe ser renovada cada cinco años.
Aunque como explica la doctora María Eugenia Landaeta, médica infectóloga, adjunto del Servicio de Infectología del Hospital Universitario de Caracas, en Venezuela existe un Consenso de Vacunación para Adultos, emanado por la Sociedad Venezolana de Infectología (www.svinfectologia.org), al que se le ha dado difusión entre los miembros de la comunidad médica, todavía falta mucho para que la vigilancia sobre las inmunizaciones en personas mayores de 18 años tenga el alcance requerido. "Es un tema que debe ser abordado y discutido, ya que no es aplicado adecuadamente", explica la especialista. Hoy suenan las alarmas por la presencia del virus de la gripe H1N1 en Venezuela, por lo que el tema amerita una seria revisión.
Situación actual del país
•De las vacunas aprobadas para adultos en Venezuela, ¿cuáles se vienen aplicando con más regularidad sobre la población y sobre cuáles habría que impulsar más su conocimiento y su empleo?
"Las vacunas que más se aplican en adultos son las de hepatitis B, influenza y neumococo. La de fiebre amarilla solo se utiliza para los viajeros a países que la exigen para entrar. La de varicela prácticamente se aplica a personas susceptibles cuando existen enfermos en la familia, la de rabia solo en caso de mordeduras sospechosas o por animales no conocidos. La de meningococo, cuando se da la aparición de casos de meningitis. Últimamente se está utilizando la de tosferina en los padres y abuelos de los recién nacidos, en vista del aumento del número de casos.
•En términos generales, ¿considera que hay suficiente existencia de estas vacunas en el país, o hay dificultades para obtenerlas y recibirlas?
"En este momento no se encuentran suficientes dosis de vacunas disponibles, en algunos casos es difícil conseguirlas. Esto ha provocado un descenso considerable en la cobertura vacunal de la población".
•En el caso de adultos mayores, una población muy vulnerable, ¿cuáles vacunas deben serles aplicadas de manera principal según las condiciones sanitarias y ambientales del país?
"Estos pacientes deben ser inmunizados con la vacuna contra neumococo. Se utiliza una dosis única, pero puede colocarse un refuerzo a los cinco años. También debe colocarse la vacuna contra la influenza una vez al año".
•Situación actual de la aprobación de la vacuna contra el VPH en Venezuela. ¿Piensa que se podría aprobar en el futuro próximo? ¿La considera importante y eficaz para prevenir el VPH?
"Esta vacuna debería ya estar aprobada en nuestro país, no hay ninguna razón por la cual deba retrasarse su incorporación al esquema de inmunizaciones, ya que previene la aparición de cáncer uterino, una de las causas de mortalidad más frecuente en las mujeres".
Cuidados contra la gripe
Para la médico, el avance de la influenza actual pudo ser evitado o al menos minimizado, "si la población hubiera recibido la vacuna contra la influenza en el momento adecuado". La llamada H1N1, que hoy es la dominante entre los virus A causantes de gripe en el planeta, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es una mutación surgida en el estado mexicano de Veracruz en abril de 2009, cuando el niño Edgar Hernández pasó a ser considerado el "paciente cero", o primer caso registrado. Desde ese momento y hasta agosto de 2010, en Venezuela perecieron por esta causa 135 personas registradas. Hoy el virus regresó, y se expande rápidamente por el mundo, lo que ejerce presión sobre las vacunaciones para prevenirla. "En este momento se encuentran disponibles muy pocas dosis de vacunas contra la influenza, estas se han utilizado en los estados más afectados", añade.
"El MPPS ha emitido algunas recomendaciones importantes sobre el refuerzo de los hábitos higiénicos de las personas, tales como lavado frecuente de manos, evitar el uso de las manos para cubrir la boca y la nariz durante la tos o estornudos, aislamiento de los casos, evitando que asistan a sus sitios de trabajo o estudio para cortar la transmisión".
Desde su óptica, deben reforzarse las campañas de educación sobre las medidas de prevención de la gripe, aumentar la cobertura vacunal en grupos de riesgo, dotar a los hospitales y otros centros de salud para que estén preparados para recibir a los pacientes y, en el caso de las personas, extremar las medidas higiénicas, lavarse las manos con frecuencia. "Si no se cuenta con agua y jabón en el momento, se puede emplear alcohol gel para frotarse las manos. No cubrirse la boca con las manos al toser o estornudar, preferiblemente hacerlo con toallas de papel o, en último caso, con el pliegue del codo. En caso de enfermar, acudir al médico para que le sea expedido un reposo. Si hay signos de alarma como fiebre muy alta, dificultad para respirar o deshidratación, la persona debe ser hospitalizada", concluye.
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