La tesis de que al comandante “eterno” le introdujeron el cáncer sigue vivita. ¿Cómo logró el imperio -quién más- lograr coronar con éxito semejante acto criminal?
La tesis de que al comandante “eterno” le introdujeron el cáncer sigue vivita y coleando entre el chavismo. Ahora incluso saben la fecha precisa en que las partículas malignas le fueron inoculadas: el 19 de septiembre de 2005.
¿Cómo logró el imperio -quién más- lograr coronar con éxito semejante acto criminal? Pues con un arma de última tecnología, “una nano arma que le indjujo un cáncer atípico y agresivo”. Todo se desprende de una respuesta negada por la CIA -no podían ser otros- a la Partnership for Civil Justice Fund. A partir de esa negativa iniciaron una investigación que logró determinar cuál era el arma “indetectable”.
Según lo que se publica en aporrea “La Nano Arma fue desarrollada mediante nano transportadores o nano capsulas, con direccionamiento controlado, que contenían nano partículas inductivas con aceleradores de metástasis de dosis controlada,...”. ¿Este tipo de análisis será producto de un exceso de moringa?
Fuente: TalCualDigital
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