El gobierno de Nicolás Maduro anunció el martes su intención de dejar de utilizar la moneda estadounidense para sus transacciones comerciales y como referencia del cambio.
El vicepresidente económico, Tareck el Aissami, indicó que el sistema de subastas de divisas con un tipo de cambio flotante (Dicom) pasaría a estar referenciado en euros, yuanes “y cualquier otra moneda convertible”.
Alegó que la medida intenta “contrarrestar los efectos de las sanciones internacionales” impuestas por Estados Unidos, que dificultan el uso del dólar por el gobierno de Caracas para operaciones comerciales.
Lo cual supone un enorme desafío ya que desde la Segunda Guerra Mundial el dólar estadounidense es la principal moneda de reserva y de referencia a nivel internacional.
A pesar de que su rol “hegemónico” ha sido cuestionado durante los últimos años y muchos países han experimentado con la posibilidad de buscar alternativas, la moneda estadounidense continúa como la principal divisa internacional.
Según el último reporte trienal (2016) del Banco de Pagos Internacionales, más del 87% de las transacciones a nivel mundial se realizan en esta divisa.
Por más, el sistema financiero internacional se centra en EE.UU. y las operaciones de cobertura global siguen concretándose en las bolsas de ese país.
Entonces, ¿es posible renunciar a esta moneda como pretende Venezuela?
Posible, pero difícil
Steve Hanke, profesor de Economía Aplicada en la Universidad Johns Hopkins y uno de los expertos mundiales en hiperinflación, le explica a BBC Mundo que renunciar al dólar como moneda de cambio es posible, pero difícil en el actual contexto financiero internacional.
“Cuando un país anuncia que cambiará su divisa de transacciones del dólar, en la teoría resulta fácil, pero en la práctica es muy complicado hacerlo. Y esto se debe a que el dólar domina el comercio de la mayoría de los productos básicos y las manufacturas del mundo”, sostiene.
Este factor conlleva, de acuerdo con el experto, que renunciar al dólar conduzca a un encarecimiento potencial de los productos.
“Como la mayoría de los bienes básicos se comercian en dólares, entonces utilizar otra divisa para su compra o venta implicaría varios cambios de moneda, lo que aumentaría su costo. Y el dólar, en definitiva, seguiría siendo la divisa de referencia”, señala.
De acuerdo con Hanke, actualmente se realizan varios intentos de comercio internacional con otras monedas y algunos países, como China, buscan consolidar su divisa para hacer frente al dólar.
Sin embargo, no han resultado una alternativa para la moneda estadounidense.
“Hay intentos de utilizar el yuan, la libra esterlina, el euro. Irán también ha anunciado que dejaría de utilizar el dólar… pero la mayoría de las transacciones se sigue haciendo en esa moneda, principalmente en bienes básicos, lo que consolida la hegemonía de la divisa y resulta más complicado acceder a estos productos si no se comercia con ella”, señala.
Francisco Coll Morales, analista del Foro Económico Mundial, explica a BBC Mundo que, no obstante, a nivel internacional se está avanzando hacia un nuevo escenario donde el dólar está perdiendo cada vez más fuerza.
“Como en el caso de Irán o Venezuela, cada vez son más los países que pretenden desquitarse del dólar como moneda de uso intercambiable global, pues las elevadas tensiones de Estados Unidos con el planeta, así como las elevadas sanciones y el poder sobre la divisa generan una dependencia que muchos países no pueden -ni desean- asumir”, considera.
¿Significa esto que renunciar al dólar pueda resultar beneficioso para Venezuela?
El caso Venezuela
El experto del Foro Económico Mundial opina que, en el caso de Venezuela, la medida podría contribuir a liberar la economía del dólar.
“Ante la mala relación en materia comercial con Estados Unidos y la prohibición ilegal, arbitraria, contraria al derecho internacional del uso del dólar en el mercado cambiario nacional, poseer una alternativa en el mercado cambiario a la divisa americana puede beneficiar a aquellas empresas que hacen operaciones en el mercado internacional”, opina.
“No obstante, estamos hablando de una intervención gubernamental de la que todavía no tenemos resultados que, a priori, dejen vislumbrar el posible efecto de este cambio”, matiza.
Dany Bahar, economista asociado del Centro Harvard para el Desarrollo Internacional le comenta a BBC Mundo que, en el caso venezolano, la renuncia al dólar como moneda de cambio no tendría un impacto real en los mercados internacionales.
“Venezuela es un país aislado de los mercados financieros y más del 90% de sus ingresos provienen de un único rublo: el petróleo. Entonces el cambio de la moneda dura para las transacciones no tendría un impacto directo en su participación en el escenario global, puesto que no la tiene”, opina.
Hanke considera que en el propio petróleo se encuentra otras de las barreras para llevar a la práctica esta medida.
“Debemos tener en cuenta que la cotización del petróleo y sus transacciones de compra y venta se realizan en dólares, no en euros ni en yuanes. Entonces queda por ver cómo Venezuela intentará comerciar su principal producto en un mercado donde el dólar marca la norma“, señala.
Coll Morales, por su parte, opina que, si en principio, en el caso del petróleo, como país productor, esta medida no debe afectarle -dado que se haría con otra moneda fuerte como el euro- , sí dificultará las transacciones.
“El barril se cotiza en dólares y esto, al igual que con la hiperinflación en la divisa, dificulta las transacciones de petróleo con los países que mantiene relaciones comerciales, pues el sistema financiero internacional está precedido y dominado por EE.UU. y abrir cuentas en moneda extranjera representará una dificultad”, considera.
El dólar vs bolívar soberano
De acuerdo con Hanke, otro elemento a tener en cuenta a la hora de valorar una potencial salida del mercado en dólares es el poder que tiene esa moneda al interior de la sociedad.
“Generalmente, vemos esto desde un escenario financiero internacional, pero se obvia lo que ocurre al interior del país, o sea, cuál es la moneda que tiene un valor real en el comercio cotidiano y, en el caso de Venezuela, es definitivamente el dólar”, señala.
De acuerdo con el experto, aunque el bolívar soberano sigue siendo la moneda oficial, la economía del país está “dolarizada”, ya que esta moneda es la referencia para la mayoría de los intercambios comerciales al interior del país.
En su criterio, esto sugiere que el cambio del dólar por otra moneda convertible tendrá un futuro similar al del petro, la criptomoneda anunciada por Maduro cuyo futuro es aún incierto.
“El anuncio hecho por el gobierno de Venezuela de que cambiará el dólar por el euro o el yuan es funcional a una retórica política en la que el dólar es visto como la moneda del enemigo. Pero lo cierto es que, desde un punto de vista económico o práctico, de la realidad, no tiene mucho sentido”, opina.
Por BBC Mundo
Tomada de: Sumarium
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