Desde el jueves 21, los familiares de Baduel no han podido visitarlo en la sede del Sebin Plaza Venezuela y desconocen si los alimentos que les reciben los custodios, son entregados
Los apagones trastocaron la vida de todos los ciudadanos, incluyendo los presos políticos del régimen de Nicolás Maduro. Desde el lunes 25 de marzo, cuando se registró el segundo mega apagón en casi todos los estados del país, la eterna iluminación de los sótanos del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) le dieron paso a la oscuridad total.
“Si te desesperas en tu casa, imagínate estar enterrado en La Tumba sin luz, no tienes aire, no hay ventanas”, señala Andreina Baduel, una de las hijas de Raúl Baduel, general de división retirado y exministro de Defensa de Hugo Chávez.
Baduel se encuentra desde agosto de 2017 recluido en “La Tumba”, como se le conoce a la sede del Sebin ubicada en Plaza Venezuela. A pesar de que le han llevado comida y otros insumos, apenas el jueves 27 se enteraron de que los sótanos donde están su padre y otros presos políticos están sin electricidad.
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“Parece increíble, porque ves la zona de Plaza Venezuela y la torre de oficinas tiene luz, pero en los sótanos no hay electricidad porque dependen del sistema del Metro de Caracas. Hasta que no lo reactiven o decidan prestar energía, ellos quedan sin luz”, afirma la hija menor de Baduel.
Desde el jueves 21, los familiares de Baduel no han podido visitarlo en la sede del Sebin Plaza Venezuela y desconocen si los alimentos que les reciben los custodios, son entregados.
“Es difícil porque esta situación nos afecta a todos, pero ellos lo están pasando peor (…) Hace un tiempo, nosotros nos quedamos sin luz durante unos minutos en una de las visitas, es desesperante porque no circula el aire, todo está oscuro”, destaca Andreina Baduel.
La sede principal del Sebin ha sido denunciado como un centro de torturas y de violación de Derechos Humanos en instancias internacionales.
El próximo 3 de abril, Raúl Isaías Baduel cumplirá 10 años preso. En 2009 fue detenido y encarcelado por los presuntos delitos de abuso a la autoridad, contra el decoro militar y malversación de fondos. Un tribunal lo condenó a siete años y 11 meses de cárcel.
En 2014 recibió medidas cautelares de libertad provisional, que incluían arresto domiciliario, prohibición de salida del estado Aragua o de hablar con los medios sobre su caso. En agosto de 2015, les revocaron y le abrieron otra causa.
El 12 de enero de 2017 fue llevado nuevamente a Ramo Verde y el 2 de marzo de ese año, un día antes de que se le venciera su condena, fue imputado por traición a la patria e instigación a la rebelión. En agosto, estuvo desaparecido por 23 días hasta que las autoridades del Gobierno informaron que estaba en “La Tumba”.
Tomada de: TalCualDigital
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