“¿Qué harás este jueves?”, te preguntan. “No sé, ¿qué hay?”, contestas, impasible. “Es el Día de los Enamorados”, te recuerdan. Y entonces, sientes la explosión. No tienes una cita para el día más romántico del año. ¿Te angustias? ¡Para nada! Festejarás como todo el resto del mundo.
Primero, porque estás en todo tu derecho y las parejas no deberían monopolizar la fecha. ¿Dónde está escrito que esa noche los novios y esposos salen a comer, mientras los solteros se hunden en la oscuridad de su solitaria y fría cama? Si el 14 de febrero se celebra el amor en todas sus formas, festeja que amas y que te sientes amado, ¡aun sin pareja! Apunta estas ideas:
- Hazte el “San Valiente”. Si estás decidido a no irte a dormir solo, ¡sal de cacería nocturna! Eres un San Valiente que no se doblega ante la amenaza de las parejas que inundan cada bar y restaurante de la ciudad. Tu instinto te dice que habrá más de un solitario o solitaria buscando enamorarse en esta noche especial…
- De juerga con amigos. ¿Estás con el corazón roto? Sal con con tus amigos a cleberar en un bar. Brinden por los amores del pasado que tanto les dejaron, por la infelicidad de sus ex, ¡y por los novios que vendrán!
- Fiesta grinch de San Valentín. Odias San Valentín, odias los corazones, las flores y los chocolates que surgen de debajo de las baldosas ese día (¡un invento del marketing!). Odias el rojo. Te irritan las personas que se besan en público (¡qué degenerados!) y preferirías dormir todo el día para que las 24 horas del 14 de febrero pasen lo más rápido posible.
En ese caso, puedes invitar a tu casa a todos los solteros-grinch que conozcas y organizar una fiesta en pijamas. La consigna es no moverse del hogar para evitar “contaminarse”, comer muchas palomitas, ver películas de terror (evita la televisión porque seguro que te imaginas el tema que dominará la programación) y jugar a la Wii o a la Play Station. Aprovecha al máximo que nadie puede molestarte ni exigirte que “hagas algo útil de tu vida”.
[Mira también: Soltera y fabulosa]
- Celébrate a ti mismo, y por supuesto, a tus amigos. Repítelo: “Yo no soy una media naranja, soy una naranja entera que me valgo por mí mismo desde hace mucho tiempo. ¡No necesito de nadie que me complete!” Por privilegiar tu desarrollo profesional, porque quisiste centrarte en tu crecimiento personal, o simplemente porque no encontraste aún a la persona indicada, convertiste la soltería es tu filosofía de vida. No la vives como un karma, sino como una virtud, y le reconoces una suma de ventajas. ¿Por qué entonces deberías privarte de salir a festejar San Valentín con otras naranjas enteras? Reúnete con amigos para brindar por la amistad, que sobrevive a todas las relaciones amorosas frustradas y que no morirá jamás.
Juega por un rato a Cupido malo. Si tú no puedes festejar, ¿por qué negarle la gracia a otros? Si tienes un espíritu tan altruista, puedes meterte en la piel del angelito rechoncho y disparar en todas las direcciones. ¡Pero cuidado! Pueden ser flechas demasiado ardientes… ¿Conoces a una chica que está soltera? ¿Y tienes un compañero de trabajo que podrías presentarle? ¡Adelante! Quémalos en Facebook. Dispárales una pregunta incómoda: ¿por qué aún no hay tenido una cita? Los desprevenidos tortolitos no sabrán dónde esconderse.
Día Internacional del soltero: ¡el 13 de febrero! Pensar que el 13 es un número de mala suerte ya es cosa del pasado. El 13 de febrero de este año se cargará especialmente con energías positivas, porque ese día festejarás el “Día Internacional del Soltero”. Este invento argentino data del 2007 y ya se celebra en Venezuela, Colombia, Canadá y Australia. Conviértete en pionero en tu ciudad y organiza una fiesta solo apta para personas sin ataduras. ¡Reivindica los beneficios de tu estado civil!
No importa tanto cómo, ni siquiera importa con quién. El mandato es uno solo: festeja San Valentín para probar que los solteros tienen los mismos derechos que las parejas sobre el “Día del Amor”.
Y tú, ¿qué piensas hacer el 14 de febrero?
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