Remueva las energías del pasado arreglando su ropa
por VERÓNICA PÉREZ PEÑA| Estampas
El inicio de período ayuda a brindar aires de renovación y orden.
Después de los arreglos del pasado año y de recoger los adornos de Navidad, llega la hora de refrescar la casa, y qué mejor que comenzar por el armario, lugar en el que se almacenan los objetos personales.
Un clóset bien ordenado significa que quien lo usa tendrá más tiempo para arreglarse porque tiene todo a mano y sabe dónde encontrar lo que busca rápidamente; asimismo, la oportunidad de combinar mejor las piezas al tenerlas más visibles y también de mantener por más tiempo el buen estado de la ropa y de los accesorios. Para ordenar mejor su armario durante los primeros días del año siga las siguientes pautas:
Probar, clasificar y descartar: Saque toda la ropa. Comience a medirse aquellas que tiene meses sin usar. ¿Le quedan bien? ¿Está segura de que las usará durante este año? Sea sincera consigo misma y divida la ropa en cuatro categorías: la que usa, la que le queda bien pero debe ajustar o mandar a la tintorería, la que es para donar y la que debe terminar en la basura. Repita este procedimiento con los zapatos y los accesorios. También revise sábanas, toallas y paños de cocina.
Ordene por categoría: Ropa para trabajar, vestidos para pasear los fines de semana, ropa del gimnasio, piyamas o conjuntos para usar en casa. De esta forma logrará saber mejor qué tiene y dónde están sus prendas cuando las requiera. Igualmente podrá conocer si le hace falta alguna pieza esencial o con cuál ropa cuenta para usar en un apuro. Otra opción es organizar la ropa por tipo, es decir, todos los pantalones en un sector, las blusas y los vestidos en otro, etcétera.
Ganchos para cada tipo de ropa: Al utilizar colgadores especiales para pantalones, corbatas y vestidos logrará ahorrar espacio y ordenar mejor el clóset pues éstos están especialmente diseñados para economizar espacio.
Temporadas en cajas: Si tiene piezas gruesas como suéteres que usa cuando viaja o en lapsos de clima frío, lo ideal es ubicarlos en gavetas o en cajas (plásticas, de cartón o de algún otro material) para que la ropa se conserve en buen estado y no ocupe un lugar innecesario en el clóset. Haga lo mismo con la ropa de playa.
Ampliar el espacio es sencillo: En muchas tiendas a nivel nacional existen piezas accesibles y fáciles de armar dentro del espacio dispuesto para la ropa. Esto le ayudará a ampliar la capacidad de su clóset rápidamente pues tendrá más lugares en los que depositar zapatos y accesorios, por ejemplo. Además, este tipo de almacenamiento le ayuda a economizar su dinero porque es barato y de cierta forma logra un armario personalizado sin requerir una gran inversión.
Aprovechar todo el espacio: En un buen clóset puede colocar espejos, corchos, colgadores transparentes para joyería, cuerdas con nudos o ganchos de ropa para tender sus collares o carteras, repisas pequeñas bajo la ropa en las que colocar zapatos u otras piezas que utilice de manera frecuente, cajas plásticas transparentes, etcétera. Para ordenar bien un armario de forma tal que todo quepa maravillosamente bien debe invertir un poco de tiempo y algo de inventiva. Arreglarlo puede ser un divertido proyecto de fin de semana que puede ahorrarle dinero en ropa, planchado y tintorería.
¿Y si no tengo clóset?
Actualmente hay una tendencia de los diseñadores y decoradores más arriesgados que consiste en poner en la habitación, a la vista de todos, la ropa de manera muy original: Desde una cuerda hasta tubos (como en una tienda) sirven para dar estilo y orden al lugar. También la peinadora o el chiffonnier de la abuela sirven perfectamente para almacenar la ropa. Lo único que se necesita es un poco de creatividad.
Fuentes:
Goodhousekeeping
Container Store
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