lunes, 3 de enero de 2022

Saab es un preso más / Editorial El Nacional lunes 3dic2022

 

Federico PARRA / AFP

Por El Nacional -enero 3, 2022 / APÓYANOS

La insistencia de Nicolás Maduro de condicionar el diálogo con la oposición que facilita Noruega a la “liberación de Alex Saab” es una confesión. Está diciendo claramente que no le interesa seguir la farsa en México ni en ninguna otra parte, pues él sabe que lo que le pasa a su testaferro es que está siendo juzgado por delitos penados por la ley en Estados Unidos.


De nada le sirve el discursito que se inventaron de que Saab “está secuestrado” porque cuando alguien es sospechoso de haber actuado fuera de la ley lo que se le abre es un proceso para determinar si es cierto. Y por los vientos que soplan, en contra de su amigo hay pruebas y testigos muy convincentes. Eso quiere decir que por más pataletas que arme Maduro, no lo van a “liberar”, sino todo lo contrario.


En el fondo se sabe que el gobierno de Maduro mandó una delegación a México para que la gente creyera que ellos están dispuestos a ceder en algo para solucionar la crisis del país. Pero todo el mundo sabe que no hay verdadera disposición a rectificar y mucho menos a dejarle paso a la oposición.


Otro cuento es que en realidad los líderes opositores que asistieron hayan mantenido una agenda que realmente provocara un cambio, porque la mayoría de los venezolanos está segura de que tampoco fue el caso. Demasiado protocolo, demasiadas fotos en grupo como para tener una percepción diferente. De las pocas reuniones que ocurrieron en 2021 no ha salido nada bueno, solo las elecciones de noviembre a las que acudió el país sin que se les dieran las verdaderas garantías de transparencia.


Así que la insistencia de Maduro para que se libere a su amigo Alex Saab va más bien por el lado de las patadas de ahogado, pues sabe que lo que decida decir el señor ante los tribunales que lo juzgan es información valiosa para ponerle al fin el sello de nefasta a su gestión frente al gobierno de Venezuela.


Sin embargo, hay que prepararse para cualquier cosa, pues tanto al gobierno de Maduro como a cierta parte de la oposición les gusta dar sorpresas. Quien quita que pronto anuncien la reanudación de las conversaciones y vuelvan a tener a los venezolanos mareados con dimes y diretes. Es una buena manera de “comprar tiempo”.


Cualquiera puede decir que está comenzando el año y que este editorial no pinta un futuro esperanzador como debiera, pero lo que se hace es observar los hechos. Ni Saab está secuestrado ni son reales las intenciones de dialogar para buscar una verdadera solución a la tragedia venezolana.

Tomada de: El Nacional

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