sábado, 26 de octubre de 2019

Los premios de la vergüenza/ Editoraial El Nacional sábado 26oct2019

A finales de septiembre se conocieron los ganadores del Premio Nacional de Cultura 2016-2018. Los anunció el viceministro de Cultura sin mucho aspaviento.


El ministro de Cultura hizo el anuncio por una red social, como suele gobernar el régimen: “Felicito a ganadores y ganadoras del Premio Nacional de Cultura, galardón que reconoce brillantes trayectorias en diversos campos del quehacer artístico y cultural. Agradezco también a jurados que evaluaron expedientes y emitieron veredicto. ¡Viva Venezuela y su cultura!”.

Hasta allí, todo va bien, a pesar de la forma tan peculiar que tienen los representantes del régimen de redactar. Tampoco hay que dudar que los escogidos sean merecedores de tal galardón, pues seguramente cada uno a su manera se ha hecho conocido en el área.

Sin embargo, la cultura no se ha salvado de los embates del régimen, y por eso hay que preguntarse si este tipo de premios tiene sentido.

Desde que llegó Hugo Chávez al poder, la manera de entender la cultura comenzó a cambiar. Entonces, se dio prioridad a manifestaciones más folklóricas y populares y comenzaron a descuidarse los museos y las colecciones.

No es que el régimen no reconociera el valor de las piezas, porque hasta se han desaparecido de los depósitos, pero se les trató con desdén, sin entender que son patrimonio de la nación.

Venezuela tiene grandes artistas de fama mundial. Y desde la creación de este premio, en 1940, se ha sabido reconocer el trabajo de quienes han contribuido con la promoción y proyección de la cultura del país.

Lo han recibido artistas como Mateo Manaure, Alirio Oramas y Carlos Cruz-Diez en Artes Plásticas; José Sigala y Alfredo Boulton en Fotografía; Juan Félix Sánchez y Luis Mariano Rivera en Saberes Tradicionales, entre muchos otros.

De seguro hay muchos otros por premiar, eso no se pone en duda. Pero llama la atención que algunos de mucha trayectoria no quieran recibir nada que provenga del régimen que poco ha hecho por la cultura.

Y van más allá, como el diseñador Santiago Pol, que no aceptó el Premio Nacional de Cultura 2016-2018 «porque no quiere nada de los que han destruido el país». En sus propias palabras, su dignidad no tiene precio.

En esa gran lista de los artistas venezolanos que han sido distinguidos con este premio aparece ya Pol con el que se ganó en 2001, cuando la pesadilla apenas empezaba. Pero los grandes nombres estarán acompañados de otros, como el de un famoso y estruendoso animador de televisión. Y es que así entiende la cultura este ministerio del poder popular.
Tomada de: El Nacional

No hay comentarios:

Publicar un comentario