domingo, 25 de abril de 2021

Tela y papel: la solución de las venezolanas para su higiene menstrual ante la crisis

 

María de los Ángeles Graterol|Abril 24, 2021

23% de las venezolanas debe compartir los bienes de aseo necesarios durante la menstruación o esperar a que se lo donen, debido a que no tienen el dinero suficiente para poder comprarlos 

Ante los altos costos de los productos de higiene menstrual que se encuentran en el país, las venezolanas se han visto obligadas a usar compresas de tela, papel higiénico, partes de pañales desechables, e incluso pedazos de papel, para sustituir las toallas sanitarias. También las mujeres han empezado a usar hojas de manzanilla, sábila y iodopovidona, bicarbonato o vinagre y agua para asearse.


Un estudio de Salud para Todas, una alianza de organizaciones venezolanas, entre ellas Avesa, Plafam, etc, que incluyó a 203 mujeres y tomó como referencia 640 historias clínicas, reveló que 62.8% de ellas tiene problemas económicos que le impiden comprar los productos pertinentes para su aseo durante el tiempo en que menstrua. Otro 11% alega que deben recurrir a otras alternativas caseras debido a la escasez que existe en el mercado nacional.

 

Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia,  el concepto de higiene menstrual incluye una dimensión material que se relaciona con el acceso a los bienes y servicios para la práctica higiénica. En los países más pobres del mundo, la población femenina no puede costear los gastos menstruales, pues tienen un bajo poder adquisitivo.


En Venezuela, la escasez y los elevados precios, además de otros factores, ocasionaron que el 30,6% de las encuestadas considerara sus necesidades insatisfechas en lo que respecta a la higiene menstrual.


En el informe «La salud de las mujeres en Venezuela, Crisis del sistema sanitario y covid-19 2021» reseñaron que las niñas, adolescentes y mujeres, en el 23,5% de los casos deben compartir sus productos higiénicos, pedirlos prestados, intercambiarlo por algún otro bien, esperar a que se los donen o hacerlo en casa. Esto como consecuencia de factores sociales y económicos que han impactado negativamente la salud de  la mujer venezolana. De hecho, 6 de cada 10 niñas y adolescentes de entre 9 y 14 años reconocieron haber presentado complicaciones de salud por el uso de alternativas caseras de higiene menstrual.


Y es que en las comunidades populares del país sólo 40% de las mujeres pueden comprar con la frecuencia que lo requieren aquello que necesitan para su aseo personal y menstrual.  Mientras, 3 de cada 10 lo hacen sólo a veces; «lo que permite concluir que el uso y capacidad de compra se hace de forma irregular, poniendo en riesgo el manejo adecuado de la higiene menstrual», señala el estudio.

 

Un tercio de la población femenina venezolana no logra generar ingresos para su autosuficiencia, y casi el 52%  está fuera del mercado laboral realizando actividades económicas informales que, tal y como lo señala la profesora Ofelia Álvarez en su artículo «Venezolanas en emergencia», sólo son una alternativa de subsistencia precaria.


En el país, la pobreza se personifica en el 72,7% de las mujeres y con  una tasa de 32% de actividad femenina, a causa del déficit de ofertas de oportunidades dignas en el ámbito laboral.

Tomada de: TalCualDigital

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