sábado, 15 de octubre de 2022

Plataforma unitaria opositora convocaría primarias presidenciales en junio de 2023 (+ análisis)

 

A la luz de las encuestas disponibles ahora, en este cuadro de división opositora que parece insalvable, el chavismo retendría el poder con un resultado más fragmentado, pese a que la disposición a votar de la población opositora todavía es relativamente baja, aunque ya supera 55%.


Una parte de la oposición venezolana ha acordado celebrar elecciones primarias en las que elegirá un candidato único a la presidencia a finales de junio de 2023, según han informado dos fuentes conocedoras del asunto citadas por Reuters.


Los 10 principales partidos de la oposición venezolana determinaron la fecha, aunque sigue sin estar claro qué pasará con el «gobierno interino del país que lidera Juan Guaidó desde enero de 2019», según una de las fuentes.



Las elecciones generales están previstas para 2024, sin embargo, el Consejo Nacional Electoral  aún no ha determinado la fecha.


Guaidó ha acusado al presidente Nicolás Maduro de cometer fraude en su intento de reelección en 2018, aunque el gobierno ha negado las acusaciones.


La decisión de las primarias fue alcanzada por los líderes de la oposición durante una reunión en Panamá a principios de esta semana, dijo una persona familiarizada con el asunto.


Será anunciada formalmente por la coalición opositora, llamada Plataforma Unitaria, la próxima semana, dijo la otra fuente.


A principios de este mes, la oficina de prensa de Maduro dijo que no descartaba adelantar las elecciones generales. Organismos internacionales y gobiernos de todo el mundo se han negado a reconocer los resultados de las elecciones de 2018.


-«Saco de gatos» –


La Plataforma Unitaria es una parte de la oposición, ya que otro sector, abierto a la cohabitación institucional y política con el gobierno, tiene diferencias radicales con el grupo de partidos que apoyan al «gobierno interino» del dirigente de Voluntad Popular, Juan Guaidó.


Dirigentes de partidos entre los que se cuentan Avanzada Progresista, Cambiemos, Movimiento al Socialismo (MAS), Primero Venezuela y las fracciones de Acción Democrática y Voluntad Popular a las que el Tribunal Supremo de Justicia les adjudicó los nombres y símbolos de estas organizaciones, han mantenido una campaña de denuncias de presunta corrupción en la gestión de activos externos, como la petroquímica Monómeros en Colombia -cuyo control ya fue recuperado por el gobierno de Nicolás Maduro- y la refinadora estadounidense Citgo.


También han denunciado irregularidades en la administración de fondos con fines humanitarios, a las que la otra parte ha respondido con rendiciones de cuentas que sus contrincantes consideran falsas e incompletas.


En este clima de división ideológica y política, sazonado por las denuncias y acusaciones, la oposición podría acudir a las próximas elecciones presidenciales, que podrían ser antes de 2024 y además incluir también comicios regionales y municipales en el mismo proceso, al menos dividida en dos grandes grupos, lo que, por ahora, significa que habría dos oponentes como mínimo frente al chavismo.


Por lo pronto más de 20 dirigentes políticos no chavistas recorren el país, algunos autoproclamados como precandidatos, otros -como el adeco Carlos Prosperi- ya como abanderado de cara a las primarias, y otros como independientes que promueven el voto. Todos están intentando reactivar el proselitismo opositor contra Maduro y el chavismo, así como organizar la participación electoral que, al parecer, es el único punto en el que toda la oposición parece estar de acuerdo.


Según la más reciente encuesta de Datanálisis, la oposición concentra 24,3% de las preferencias políticas en la población, mientras que 57,2% se autocalifican como no alineados.


A la luz de las encuestas disponibles ahora, en este cuadro de división opositora que parece insalvable, el chavismo retendría el poder con un resultado más fragmentado, pese a que la disposición a votar de la población opositora todavía es relativamente baja, aunque ya supera 55%.


Los datos indican que con una convocatoria anticipada y una oposición fragmentada, al menos en dos grandes sectores, las probabilidades del chavismo mejoran claramente. No en balde, esta idea está ganando terreno en el oficialismo.

Tomada de: Banca y Negocios

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