Analítica27 junio, 20241
El poder que emana del pueblo es único e insustituible. La democracia es legitimidad de origen y gestionar las diferencias con amplitud. Es el Gobierno de las mayorías con respeto a las minorías, es ejercer el poder con amplitud, respetar la alternancia.
Cuando ocurren remezones que ponen en riesgo a la democracia, el buen demócrata no espera a ver de qué lado se inclina ideológicamente quien ejerce el poder, mientras que el autócrata, que usa solo los preceptos democráticos para camuflar sus intenciones tiránicas, solo se solidariza con quien comparte su visión de izquierda o derecha.
La democracia va mucho más allá de la ideología, porque hay autócratas en ambos polos del pensamiento político.
Tomada de: Analítica
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