Analítica16 octubre, 2024
Es fundamental que quienes detentan el poder reconozcan que la libertad es, ante todo, un estado interior y no solo la capacidad de elegir.
No se puede ser verdaderamente libre sin conocernos a nosotros mismos. Para lograrlo, es necesario comprender nuestras emociones y pensamientos, ya que solo así podremos responder adecuadamente a las demandas externas y desarrollar nuestra creatividad.
Un aspecto esencial, a menudo pasado por alto, es que para ser libres debemos tener derechos, pero esto también conlleva responsabilidades. Sin una clara comprensión de que no puede existir uno sin el otro, jamás lograremos construir una sociedad que sea libre y justa al mismo tiempo.
La libertad no se mide únicamente por la capacidad de consumir, sino por nuestra habilidad para encontrar un equilibrio entre los deseos personales y las circunstancias externas que nos limitan.
Este es el gran reto que enfrentamos en nuestro país: convertir la libertad que anhelamos en una lucha por la solidaridad, la igualdad y la fraternidad.
Tomada de: analitica
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