Agencias Publicado diciembre 11, 2020
Una de las preocupaciones de la ONU es que se utilicen los CLAP para distribuir los alimentos, ya que fueron señalados como un mecanismo de control político por la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet
Un acuerdo entre el gobierno de Nicolás Maduro y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que consiste en proveer comida a Venezuela para palear la crisis alimenticia que sufre la población, se encontraría en un punto puerto debido a las negativas del chavismo de permitir que organismos no pertenecientes al Estado distribuyan la comida.
Según información revelada por Bloomberg, el acuerdo se habría fraguado durante al menos ocho meses, hasta estancarse por la posición del chavismo de controlar la distribución mediante los Consejos Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) y otros programas sociales en los que las milicias tendrían participación.
Los negociadores alcanzaron un acuerdo tentativo con el gobierno hace aproximadamente dos meses, según tres personas cercanas a las conversaciones, que pidieron no revelar sus identidades. Sin embargo, la traba llegó cuando Maduro insistió apoderarse de los insumos que enviaría el organismo de la ONU y otros grupos internacionales, ya que el Programa Mundial de Alimentos requiere una distribución neutral, sin intereses políticos.
Una de las preocupaciones de la ONU es que se utilicen los CLAP, señalados como un mecanismo de control político por la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, en el primer informe publicado tras la visita de la expresidenta chilena a Venezuela en 2019.
Con respecto a la participación de la milicia, el acuerdo acepta que los milicianos formen parte de la seguridad al momento de distribuir los alimentos, mientras que el oficialismo insiste en que deben ayudar directamente con la distribución.
«Hemos estado en discusiones con el gobierno de Venezuela para encontrar una manera de proveer asistencia a quienes se encuentren en situación de inseguridad alimentaria en el país. El proceso sigue avanzando», respondió a Bloomberg el PMA tras una solicitud de declaraciones.
Otra fuente de la oposición venezolana argumentó que la postura inflexible de Maduro podría ser una estrategia política, ya que esperaría a que Joe Biden sea electo como presidente de Estados Unidos para utilizar el acuerdo como un aliciente para reducir las sanciones de Washington contra Venezuela.
El posible colapso de las negociaciones representaría otro golpe del chavismo contra la ayuda humanitaria, pues han sido una traba para el acceso de insumos al país desde el año pasado, cuando la oposición liderada por Juan Guaidó intento ingresar a Venezuela con cargamentos de ayuda humanitaria, recibiendo como respuesta una dura represión en las fronteras con Colombia y Brasil.
Tomada de: TalCualDigital
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