Por El Nacional -agosto 11, 2021
Con la declaración del infectólogo Julio Castro, de que el coronavirus estará activo por al menos dos años más, lo que les toca a los venezolanos es extremar los cuidados y seguir rezando. No se puede contar con las acciones gubernamentales porque lamentablemente no hay gobierno, sino un régimen que solo se mira su propio ombligo y lo demás no importa.
Prueba de que la ciudadanía está a merced de su propia suerte es que siguen falleciendo trabajadores de la salud y médicos que están en la primera línea de atención. Ya van 722 que se contagiaron fatalmente con el covid-19. Estos héroes asisten a sus puestos de trabajo con una enorme vocación, pero sin protección ni implementos de bioseguridad. A estos héroes les recordará el pueblo con mucho afecto, pero lo ideal es que no los sigamos perdiendo.
Lo mismo pasa con la gente en la calle. El boom de la vacunación se diluyó como el fin de una mala fiesta y ya poco se oye de listas o largas colas. Pero no porque paulatinamente se haya alcanzado la meta de inmunizaciones, sino porque ya no hay dosis suficientes. El plan fue un relajo total y seguramente ni el régimen sabe qué porcentaje de cada grupo etario recibió la inyección. Es la irresponsabilidad más grande.
Desde Miraflores parece que juegan con la cuarentena, porque ya nadie les hace caso a las semanas, radicales o de relajo. Todo el comercio funciona con las medidas de bioseguridad y las oficinas públicas son las únicas que cierran de acuerdo con lo que manda Maduro. Pero nada de eso detiene la diseminación de la enfermedad, aunque nunca se conocerán los números reales.
Lo cierto es que se acerca una campaña. Los mitines y las parrandas electoreras estarán a la orden del día y sin vacunas el pronóstico es terrible. No hay noticias de la segunda dosis de la Sputnik y el mismo Julio Castro calcula que hay como 500.000 venezolanos que esperan por ella. La cobertura con la Sinopharm es mayor, pero no llega a los números deseados. Esperemos que las que manda el mecanismo Covax sean distribuidas de manera más ordenada a la población de alto riesgo.
Pero hay que insistir, en Venezuela cada uno de los ciudadanos debe tomar las medidas necesarias (y las que pueda) para cuidarse del contagio. Porque en este país el covid 19 es más grave, se le suma un sistema de salud inexistente y pocos recursos para ayudar a los más vulnerables.
No espere que el régimen le preste atención a lo prioritario que es implementar políticas para proteger a los venezolanos, porque no lo ha hecho en condiciones normales, en pandemia menos.
Tomada de: El Nacional
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