Se cae un Sukhoi y Maduro dice que comprará 12 más, seguro que estos aviones llegan antes que los patos. Maduro entregó 5 millones de dólares para la cría de patos en el país y todavía no hemos visto a una sola de esas ánades
No por tremendismo ni para importunar, sino por mera preocupación ciudadana varias veces hemos recordado a través del tuiter que hace ya un año que el presidente Maduro entregó cinco millones y medio de dólares para la cría de patos en Venezuela y todavía no hemos visto una sola de esas ánades, ni oído tan siquiera un cuá-cuá salido de sus preciosos picos, que con eso nos conformaríamos.
Alguien debería acercarse hasta Caucagua, que es donde estaría ubicada la empresa beneficiaria de esa boloña de verdines, a ver cómo marcha la cosa y cerciorarse de si en verdad, a falta de pollo y de gallina, para diciembre las multisápidas hallacas podrán prepararse con carne de pato, que a no dudarlo será de primera calidad porque se supone que el producto va a ir también a la exportación.
Cuánto se luciría Venezolana de Televisión haciendo un reportaje en el que nos dijera cómo es el proceso de crianza, cuales las medidas fitosanitarias e hiciera un paneo sobre los paticos nadando, las instalaciones y la tecnología que imaginamos deberá ser modernísima, pues para ello el estado venezolano ha entregado una considerable suma de dinero.
Pero no, hasta ahora nada sabemos de los anunciados animalitos ni de qué clase son.
¿Serán gargantillos o cariblancos? ¿Serán maiceros o piquidorados? Maicero no creo, porque sería una verdadera locura empeñarse en criar patos con maíz cuando de éste cereal ya no nos alcanza ni para las arepas. Dicen que una de las especies más sabrosas que es el pato joyuyo.
A lo mejor serán de este tipo, viendo lo bien que rima con biyuyo. ¿Cría patos y te sacarán los dólares? Lo cierto es que los criadores nacionales todavía no han tenido tiempo de montar una página web de la industria en cuestión, que es la Agropecuaria Industria Real. Uno coloca sus datos en google y la única referencia al caso es la información del Correo del Orinoco, (1009-2014), cuando Maduro otorgó el dinero.
Amigos, ya es hora, tenemos que verle la cara a esos patos tan caros, aunque sea en una foto digitalizada, y alimentar la imaginación (que de seguir así es lo único que podremos alimentar por mucho tiempo) transformándolo en un apetitoso pato laqueado, de esos que en otras partes guindan en las afueras de los restaurantes chinos.
Aquí, tristemente lo sabemos, eso no se puede hacer porque en las condiciones actuales serían demasiado frecuentes los arrebatones.
Y hablando de producir, uno confía en que con el Plan Caraota, ese proyecto eficiente, soberano y superior concebido por el presidente Maduro para surtir a los hogares venezolanos de leguminosa tan solicitada, no vaya a pasar lo mismo. No, por favor, que el hambre no espera ni tampoco es coco lo que vamos a sembrar.
El día del anuncio Maduro aseguró que serán sembradas 50 mil hectáreas del producto.
Allí es donde uno se pregunta ¿por qué no se les ocurrió dieciséis años antes? O, por lo menos, primero que criar patos, que no son visitantes muy asiduos en la mesa del venezolano. Antes, por cierto, el gobierno se conformaba con conseguir las "negritas" mediante trueque con República Dominicana, que no produce caraotas, pero las compraba a la China para pagar el crudo venezolano. Una cosa más extravagante que una hallaca de pato.
Mientras llega el tiempo de comer el pabellón con negritas y pato criollo, es bueno advertir que algo hay que hacer por el pan, pues el circo no está dando buenos resultados. Vean ustedes lo del "dakazo" fronterizo, que no ha resuelto ningún problema y sí ha creado otros, incluyendo haber convertido en pueblos fantasmas a Ureña, San Antonio y tener a Venezuela acusada en dos cortes internacionales.
Para colmo se nos cae un Sukhoi y ahora, en medio de este país en escombros, vamos a comprar otros doce ¿Quiere hacer una apuesta? ¡A que llegan primero que las caraotas y los patos!
Fuente: TalCualDigital
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