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| Foto Reuters |
Por El Nacional -agosto 8, 2021
Cuando los partidos llaman a elecciones “primarias” lo hacen para afianzar los liderazgos, exaltar la identidad que agrupa a los militantes, refrescar simpatías y, sobre todo, demostrar una convicción democrática inquebrantable. Pero nótese que se habla de organizaciones políticas serias, normales, de las que existen en sociedades con sistemas libres, separación de poderes y alternabilidad de dirección. No es el caso del Partido Socialista Unido de Venezuela.
Seguro los líderes -todos sin excepción- no habrán dormido bien en los últimos días, porque esta comparsa que organizaron para hoy con dinero de todos los venezolanos y recursos del Consejo Nacional Electoral puede ser un arma de doble filo. Dice el hombre del mazo que los psuvistas deben votar “por el futuro”, y en eso no miente. Lo malo es que el mensaje para ellos puede ser bien desagradable.
Sin embargo, los objetivos de estas elecciones “primarias” no son los que se enumeraron al principio, aunque quieran disfrazarlos. Primero, porque desde que se abrieron las “postulaciones” más de uno de esos llamados “militantes” debe haberse dado cuenta de que llega a candidato no el que puede, sino el que quieren los jefes, así que la vocación democrática está desechada desde el principio.
Y por consiguiente, todos los demás objetivos quedan negados; eso de afianzar liderazgos es impensable, porque ya se sabe que de las filas rojitas surge el que es escogido a dedo o el que más encaja con los intereses de los mandamases. Tampoco es una cuestión de exaltar los principios que los definen como psuvistas porque desde que estaba el comandante galáctico vivo se sabía que el PSUV es una terrible mezcolanza de sinsentidos y cursilerías del propio Chávez.
Pero lo que les debió quitar el sueño a los señores rojitos encumbrados es que si no asisten suficientes militantes o simpatizantes a estas primarias, será más que evidente que ya ni siquiera los que tienen carnet quieren saber nada de ellos. Por los números no se preocupan, porque todo eso será debidamente “maquillado” y hasta certificado por el CNE.
El guion es el mismo de siempre. Se felicitarán por la tremenda jornada, dirán que millones de psuvistas participaron, que tienen la victoria asegurada en los estados con gobiernos opositores y se darán palmaditas unos a otros.
Estamos claros en que solo la cúpula atornillada en Miraflores sabrá la verdad. Pero eso debe animar a los opositores, porque no hay más que caminar por las calles de toda Venezuela para saber que hasta el pueblo que una vez dijo seguir a Chávez no quiere a Maduro ni a su combo, aunque él haya pedido en una de sus últimas alocuciones apoyarlos “desde el fondo de su corazón”.
Tomada de: El Nacional
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