Ronald Uribe / Publicado julio 4, 2020
Las alcabalas dispuestas por el Ejecutivo en Caracas buscan disminuir el tránsito de personas para así evitar más contagios por coronavirus
La crisis por la rápida expansión del covid-19 en Venezuela y la cantidad de personas contagiadas en al menos 12 estados del país, obligó al Ejecutivo nacional a tomar la decisión de decretar la cuarentena radical en esas entidades, entre las que se incluye el eje metropolitano de Caracas, que comprende los municipios Chacao, Baruta, Sucre y El Hatillo del estado Miranda y el municipio Libertador del Distrito Capital.
Por supuesto, lo que implica esta medida es que en los estados Vargas, Miranda, Aragua, Zulia, Táchira, Apure, Bolívar, Lara y Trujillo, junto al Área Metropolitana de Caracas, no se aplica la medida del 7 x 7, sino que se debe regir por el estatuto establecido a mediados de marzo cuando se decretó la alarma: un aislamiento social para evitar más contagios por covid-19, donde solo quienes trabajen en los sectores priorizados como telecomunicaciones, agropecuario, farmacéutico, salud, seguridad, pueden estar en la calle siempre y cuando tengan salvoconductos.
Como medida especial, la vicepresidenta Delcy Rodríguez habló el 21 de junio de poner «barreras de contención» para evitar la comunicación entre estados y entre municipios. Esto no son más que alcabalas para disminuir el corriente flujo vehicular que hay en las principales arterias viales y evitar que personas -que no estén dentro de los rubros priorizados- puedan contagiarse de coronavirus y propagar la enfermedad.
Sin embargo, varias personas refirieron a TalCual que la efectividad de las alcabalas -al menos en el Eje Metropolitano- para impedir el tránsito vehicular de forma radical no es tal, pues en muchos casos las personas buscan los «caminos verdes» (vías alternas) para poder realizar una comunicación intramunicipal y así evitar el encuentro con los funcionarios de seguridad, quienes podrían ordenar dar la vuelta para regresarse a sus lugares de origen si están desprovistos de los permisos especiales para circular.
Por otro lado, hay ciudadanos que refieren que durante los días que ha durado el estamento de cuarentena radical en Caracas, no se les solicitaron documentos adicionales para su tránsito y lo han podido hacer en vías rápidas como avenidas y autopistas. Si ven un punto cerrado, buscan una vía alterna para continuar su camino.
Para el exconcejal del municipio Libertador Jesús Armas, es muy difícil mantener una cuarentena porque a menos que se le transfiera dinero directamente a los pequeños y medianos empresarios, no se le puede pedir que se queden en casa. Refirió que si en países del primer mundo, donde se ven este tipo de iniciativas y aún así hay problemas, en Venezuela es más complicado porque «la gente está sola y la gravedad es mucho mayor al no tener agua, ni siquiera para lavarte las manos después de montarse en el transporte público (…) la imagen más dramática que se puede ver (…) es la que ha circulado de los mercados de Catia. Esa es la realidad. La gente está en la calle trabajando y rebuscándose».
El comisario agregado José Ramírez, director del Centro de Coordinación Vehicular de la Policía de Chacao, explicó que en esa jurisdicción, considerada como un ‘municipio de transición’ debido a la conectividad que posee con otros ayuntamientos, hace que los puntos de control «son permeables» para permitir que las personas puedan transitar y llegar a sus lugares de trabajo si son de sectores priorizados.
«Toda la mano de obra que trabaja en Chacao no reside en Chacao sino que viene de otros municipios. Asimismo, somos el puente de paso entre toda esa gente que vive en ciudades dormitorio, por ejemplo Guarenas y Guatire, que deben ir al municipio Libertador. En medio de ese tráfico diario de personas que se encuentran en la priorización, puedes conseguir a muchas personas pasando por Chacao y por eso tratamos de hacer un control en las arterias viales principales para que las personas no opten ir a las zonas residenciales, que es la zona norte del municipio», explicó.
La visión dentro de los municipios
El exconcejal de Caracas y presidente de la ONG Ciudadanía Sin Límites, Jesús Armas, destacó que muchas personas en el municipio Libertador no están respetando la cuarentena «porque la gente está en la posición en la que tiene que elegir si muere de hambre o se arriesga a contagiarse de coronavirus«, debido a la crisis por la que atraviesa el país y los bajos salarios que devengan, lo que hace que vivan de lo que se produzca día a día.
Destacó que, a pesar de tener registrados más de 400 casos de personas infectadas por coronavirus en esa jurisdicción, donde 20 de las 22 parroquias registran enfermos de este virus, «la gente se sigue movilizando a pesar de que algunas parroquias como La Vega han tenido especialmente muchas alcabalas y trabas para movilizarse, pero la gente se ha saltado todo esto. La verdad es que las motos circulan libremente con facilidad«.
A su juicio, las alcabalas dispuestas lo que están haciendo es ralentizar el tránsito y «que la gente se tarde en hacer sus diligencias. Y lo cierto es que estas alcabalas se han convertido en puntos de matraqueo, donde la policía se rebusca al margen de la ley en vez de impulsar el tema de la cuarentena«.
Al inicio de la medida emanada desde el Ejecutivo de «barreras de contención», el alcalde del municipio Baruta, Darwin González, explicaba el 23 de junio que en esa jurisdicción se tenían pocas entradas y salidas, lo que ha hecho que la colocación de las alcabalas por parte de los cuerpos de seguridad ha sido más sencilla para así minimizar la conexión intramunicipal.
Dijo entonces que en estas «barreras de contención» se le hace un interrogatorio a los conductores y personas para saber a dónde se dirigen y la razón por la cual lo hacen. Si no tienen razones de peso para continuar su ruta, no podrán pasar.
«Es un proceso que tarda alrededor de un minuto. La persona tiene que demostrar que pertenece a un sector priorizado o que hará una labor de emergencia (…) Por ejemplo, tiene que demostrar que trabaja en una farmacia. La mayoría han sacado o imprimen una carta de trabajo o tienen sus carnets».
La exconcejal del municipio Sucre, Rosiris Toro, explicó que la actuación en materia de seguridad por parte de las autoridades se ha visto reforzada desde hace al menos una semana, donde se han dispuesto varias alcabalas en puntos estratégicos para disminuir la conexión vial entre municipios, incluso refiere que los funcionarios policiales han tenido una labor pedagógica para aquellos que no cumplen con las medidas de bioseguridad.
«Aquí hay una alcabala en la vía a la Río de Janeiro; hay una alcabala en el mercado ‘Gloria al Bravo Pueblo’; en la subida a El Llanito, una en Baloa», detalló y acotó que en la mayoría de los municipios del Eje Metropolitano -excepto Libertador porque desconoce lo que ocurre allá- hay un trabajo importante de las autoridades en materia de desinfección, charlas a la comunidad, perifoneo para hacer cumplir las reglas.
Respecto a las alcabalas, refirió que después de cierta hora se «flexibiliza» la acción de las mismas. «Por lo menos hasta las 2:00 pm, sí tienes dificultad para el acceso a pesar de que tengas credenciales. A muchos les piden que den la vuelta en Macaracuay y no se puede pasar por lo menos a Baruta. He podido pasar entre municipio y municipio después de las 3 de la tarde, que voy a la farmacia o a hacer una diligencia».
Por su parte, el alcalde del municipio El Hatillo, Elías Sayegh, quien en días pasados reforzó las medidas de seguridad en esa jurisdicción tras registrarse nuevos casos de covid-19, detalló que el objetivo es frenar el tránsito y hacer que la ciudadanía cumpla con las medidas preventivas para disminuir la curva de infectados, «que no es otra cosa que la gente debe estar obligatoriamente en su casa y de forma excepcional se puede salir a comprar alimentos, medicinas o llevar algún insumo de primera necesidad a otros familiares».
Recordó que actualmente no es momento de hacer reuniones sociales u otras actividades que se desvíen de lo esencial. En ese sentido, detalló que se utilizan puestos de control aleatorios en distintos lugares y horarios para hacer cumplir las leyes. También, se cotejan los lugares de destino y ponen atención en panaderías, farmacias y automercados, ya que son considerados los primeros lugares de contagio.
¿Cómo funcionan las alcabalas?
El comisario José Ramírez explicó que existe una comunicación fluida en materia de seguridad con los demás cuerpos policiales del Eje Metropolitano de Caracas, ya que al ser formados en la misma institución -Universidad Especial de la Seguridad (UNES)- comparten los mismos criterios, por lo que las ideologías políticas no tienen fundamento alguno en el accionar de estos cuerpos de seguridad. Además, refirió que todos se deben al órgano rector, que son el Ministerio del Interior y la Policía Nacional Bolivariana
«La norma existe. Lo que se establece es cómo se aplica la norma, cuál es el manual de procedimiento y el contacto diario porque la frontera existe. Si tienes un punto intermunicipal de salida de Chacao, si bien no lo controla Chacao, lo hace Sucre, pero en la vía paralela tiene un acceso».
Destacó que en el caso de Chacao, las redes sociales de la Policía y los chats vecinales han sido canales para la comunicación directa de la ciudadanía con el cuerpo de seguridad. A través de esos recursos, informan a los interesados de dónde estarán los puntos de control, así como otras actividades o eventos que se estén registrando para que tomen previsiones al respecto.
Resaltó que en el caso de la jurisdicción en la que está destacado, el comisario José Ramírez expresó que en la zona norte de Chacao sí se colocan alcabalas para evitar la conexión intramunicipal, aunque aseveró que muchas veces esas rutas son usadas por aquellos que conocen la zona -vecinos o trabajadores con mucho tiempo laborando en el sector-, hecho que es más fácil identificar para los funcionarios.
El alcalde Elías Sayegh explicó que sí hay personas que pueden pasar a través de las alcabalas y son aquellas que están en los sectores priorizados anunciados por el Ejecutivo, como por ejemplo los que trabajan en empresas que venden alimentos, medicinas o que trabajan en organismos públicos, así como aquellos que se movilizan para comprar alimentos de manera excepcional. «Esta no es la regla, es la excepción a la regla», dijo.
«El deber del policía es tener suficiente paciencia y profesionalismo para ubicar la necesidad de la persona y guiarlo lo mejor que se puede hacer», explicó Ramírez, quien recomendó a la ciudadanía respetar las normas de seguridad para evitar ser un foco de coronavirus y contagiar a sus seres queridos.
Lo que ocurrió en Catia-Caracas
Lo denunciado por Jesús Armas se evidenció recientemente por las redes sociales en un video donde se ve a la población caminando libremente por la zona, como si las normas de cuarentena no hubieran existido en la populosa parroquia caraqueña.
Sin embargo, se conoció que fueron cerrados los accesos a Catia con alcabalas de la Fuerza de Acciones Especiales de la Policía Nacional Bolivariana (FAES-PNB) con el supuesto apoyo de grupos civiles armados, conocidos como colectivos.
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