Analítica1 febrero, 2024
El último registro del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) indica que 7,7 millones de venezolanos han tenido que salir del país por diversas razones, constituyendo la principal, la severa y larga crisis económica que lo golpea.
Para un país que no está en guerra la cifra es realmente abismal, solo explicable cuando se toma en cuenta que Venezuela en una década perdió el 80% de su producto interno bruto y que su inflación ha sido durante varios años la más alta del mundo. La gran mayoría de los emigrantes cruzó la frontera durante la gestión de Nicolás Maduro.
La decisión anunciada por parte del régimen de prohibir los vuelos de repatriación de venezolanos procedentes de los EEUU debido a la amenaza de restitución de las sanciones económicas por el evidente incumplimiento del Acuerdo de Barbados, constituye un castigo contra los propios venezolanos que se encuentran detenidos en ese país y los expone a ser expulsados por la frontera terrestre con México, desde donde probablemente intentarán reingresar, ya que el camino a pie de retorno a Venezuela les es mucho más complicado.
Es insólita la desidia y el maltrato que recibe la diáspora venezolana por parte de su propio Gobierno: Se le ha confiscado su derecho al voto, se le colocan trabas para el acceso a sus documentos de identidad y ahora ni si quiera se le permite volver a la patria, porque de esa forma el régimen cree que castiga al “Imperialismo”.
Tomada de: Analítica
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