domingo, 2 de agosto de 2020

El temerario "punto de no retorno" en Venezuela



ALDRIN JOSÉ VILLALOBOS PEREIRA / IDEAS EN LIBERTAD 02AGO2020
¡Llegamos al punto de no retorno! De esta forma se describe un escenario en el que dado una acción tomada, no hay posibilidad de regresar al inicio o de revertir el resultado de dicha acción. Kafka de forma irónica hizo alusión a esto en sentido positivo.
 

En la ciencia física este término es usado para abordar la definición de los agujeros negros: cuando una partícula rebasa el borde de los horizontes de sucesos no hay impulso de escape que valga, la partícula queda atrapada por la fuerza gravitacional, ni la luz puede escapar de ello.
 

Asimismo, encontramos que en la ciencia biológica los expertos hacen mención al estado de no retorno, cuando los niveles de acción contaminante del hombre sobre la naturaleza supera la tasa de reposición efectiva del ambiente: generación de daños irreversibles.
 

Igualmente la ciencia de la salud emplea este término, para advertir sobre el avance de una enfermedad, y así decidir si proseguir o no con el tratamiento. En concreto, son múltiples los ámbitos donde dicha expresión encuentra algún sentido. Entonces, ¿qué significado tiene en economía y en la política? ¿Por qué lo temerario?
 

Una breve sumatoria de escritos hace inferir que un espacio de “no retorno” posiblemente signifique en economía, la presencia de costes hundidos: costes de difícil resarcimiento. Estos no serán cubiertos en el corto y mediano plazo. Del mismo modo, para la política puede que simbolice un contexto de imposibilidad de negociación, dicho en otros términos, cuando se extingue la posibilidad de resolver bajo un sistema de reglas y funciones algún objetivo/problema.
 

Ahora, consideremos la semiótica de un plan nacional de cualquier nación, en dicho plan se conjuga el interés societal de lo económico y político en un lapso de tiempo específico. Si en el plan que estamos considerando aparece como objetivo confeso el “traspasar la barrera del no retorno”, es usual que cualquier individuo sienta la necesidad de preguntarse ¿qué es lo que se quiere transmitir al hacer referencia a dicha situación?
 

La CEPAL en el año 2017 presentó un trabajo llamado Planificación para el desarrollo en América Latina y el Caribe[1], en el cual estudió y evaluó la experiencia de 9 países respecto a su alcance y limitaciones en la ejecución de sus planes nacionales. Entre ellos no estaba Venezuela. Y precisamente este último es quien con su segundo plan socialista genera pesadumbre  a la población y al hemisferio.
 

Así pues, ya concluido el tiempo del Plan de la Patria 2013-2019[i][2] aplicado en Venezuela (no olvidar que el pimer plan socialista fue 2007-2013 y estamos en curso del tercer plan socialista 2019-2025), no hay duda de sus terribles consecuencias. No olvidemos, que desde sus inicios siempre generó una perenne zozobra entre aquellos estudiosos dedicados a  hacerle una rigurosa lectura y análisis. En este plan, que fue presentado por Hugo Chávez en el 2012 para su reelección y llevado a cabo por Nicolás Maduro encontramos en el corolario -una vez explicado los 5 objetivos fundamentales que se querían alcanzar en dicho periodo- sin el más mínimo disimulo lo siguiente:
 

“Este es un programa que busca traspasar la barrera del no retorno. Para explicarlo con Antonio Gramsci, lo viejo debe terminar de morir definitivamente, para que el nacimiento de lo nuevo se manifieste en toda su plenitud”.
 

Con estas palabras dictadas por Hugo Chávez inscribiendo su candidatura en junio 2012, y hechas texto en su programa socialista se abrió la puerta a lo inesperado para los  venezolanos, pero no para quienes advertían -sin éxito por cierto- el verdadero y hondo significado de ese discurso.
 

Los años transcurridos desde ese entonces hasta estos tiempos presentes han servido de verificación entre lo planeado y lo emprendido. El socialismo apropiado del estado venezolano no falló, hay que reconocer su sinceridad con los elementos que esbozó como mínimo en su programa. Dicho de otro modo, el producto que se compró es tal cual el producto que se vendió: se destruyó “lo viejo” para dar paso a “lo nuevo”.
 

Ahora lo que llamamos “nuevo”, se convierte en un escenario temerario no porque traiga consigo algo malo/bueno, sino porque puede arrastrar un panorama de no corrección. Es ahí, donde el socialismo venezolano acordona a la sociedad al punto de no retorno. Resulta que lo nuevo es para siempre: llegó para no irse.
 

En síntesis,  traspasar la barrera del no retorno significa en lo económico, que ya lo que nos iba a dar el petróleo nos lo dio (adios a la Venezuela petrolera). La cifra en dólares traspasa la barrera del billón desde inicios de siglo, pero ese billón existió en la contabilidad nacional, más no se tradujo en la economía real.
 

Estamos en un contexto peor ex ante del boom petrolero. Paradójicamente en ese tema no hay vuelta atrás, mientras más rápido como sociedad lo entendamos, dejaremos de insistir superfluamente.
 

Otro punto de no retorno que le debemos al socialismo, es el desaprovechamiento del boom demográfico, este fenómeno es irreversible por dos razones: la abrupta migración de los habitantes por una parte y por otro lado, la tasa natural de envejecimiento y reducción de la población. De seguir la dinámica involutiva en Venezuela, se llegará a un punto en que no habrá luego una población con vitalidad para llevar a cabo el levantamiento del país. Ese desafío por la que los países europeos están pasando, donde su población inactiva crece a mayor tasa que la población apta para trabajar, no será ajena a Venezuela.
 

Finalmente, no sé si ese traspaso de la barrera de no retorno al capitalismo, a la economía de mercado, a la libertad y a la sana existencia de instituciones pro incentivos positivos, implique que Venezuela llegue a un entorno tal, donde aquellos que lastimosamente se han visto forzados a dejar su país, trágicamente ni por error piensen en volver y los que aún sufragan la miseria material y espiritual del país, se acoplen a sub-vivir en un hoyo negro a perpetuidad. No siempre lo nuevo es lo mejor, mucho menos si viene acompañado de la destrucción/exterminio del pasado, solo revisen los postulados de quienes ahora quieren a nivel global desaparecer cualquier vestigio del mundo occidental u encontrarán allí la respuesta.
 

Referencias
[1] Jorge Máttar y Luis Mauricio Cuervo, Planificación para el desarrollo en América Latina y el Caribe: enfoques, experiencias y perspectivas, Libros de la CEPAL, N° 148 (LC/PUB.2017/16-P), Santiago, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 2017.
[2] Asamblea Nacional. (4 de diciembre de 2013). Plan de La Patria 13-19: 2do plan socialista. Recuperado el 25 de Noviembre de 2015, de Ministerio de PP para la Planificación: http://www.mppp.gob.ve/wp-content/uploads/2013/09/ley_plan_patria.pdf
Imagen: Obra «Otro sueño más allá del caos » de Alfred Kubin
Tomada de:  Ideas en Libertad

No hay comentarios:

Publicar un comentario