domingo, 18 de octubre de 2020

Pandemocracia: La prueba final de la política en Venezuela

JHONAS RIVERA RONDÓN  IDEAS EN LIBERTAD / 18OCT2020
Los últimos dos meses del año pasado, 2019, China estaba lidiando con un problema de salud. Un virus desconocido tomaba forma en afecciones pulmonares que si bien no podría llegar a ser tan agresiva, su alto índice de contagio hacia colapsar, en cuestión de días, el sistema de salud nacional. Los reportajes que llegaban a Occidente aún no daban una imagen concisa, solo hasta que Italia y España, países que mostraron ser más afectados, así como otros tantos más, daban la señal de alerta de lo preocupante de la situación, iniciada en China. Si, en China, insistimos en ello porque es el referente principal para analizar las incidencias, más que económicas, también políticas de lo que significó la pandemia covid-19, tanto para Occidente, pero especialmente para Venezuela.
 

En esta línea muchos pensadores se volcaron a reflexionar sobre la situación, unos más osados que otros se atrevieron a augurar el fin del capitalismo. Colapso total. Por lo menos esa fue la interpretación que le dio el reconocido Slavov Zizeck[1]. En una vía distinta, el filósofo Daniel Innerarity, que en este mismo año había publicado su libro, Una teoría de la democracia compleja[2], tomó el confinamiento para pensar en todo lo que estaba ocurriendo, para proyectar así otro libro en el que está trabajando hasta la fecha, Pandemocracia[3]. Y de nuevo insistía, nuestras democracias, bueno, no la venezolana claro está, necesitan de un arsenal conceptual que les permita interactuar de mejor manera con la complejidad. Vivimos y estamos en una sociedad compleja, compuesta de sistemas y sub-sistemas en donde su dinamismo no puede englobado en su cabalidad. El conocimiento, por tanto, es una herramienta política[4]. En esa misma complejidad, mucho del andamiaje teórico conceptual de las actuales democracias llega a ser insuficiente, inclusive, ineficaz.
 

Otra de las cosas que señala Innerarity es que en estas pandemias se pusieron a prueba muchas de nuestras instituciones, donde las energías, como efecto natural, se concentraron para fortalecerlas. Nuestras entidades sanitarias e internacionales, como la OMS por ejemplo, no supieron abordar la complejidad que supuso el proceso de gestión de la crisis que generó la pandemia: la información, el miedo, las emociones, la economía, todo; lo que llevó a un estado de paralización producto del confinamiento de la cuarentena, que luego se consideró por la propia OMS como poco necesarias por prolongado lapso de tiempo[5].
 

Los Estados, en tal sentido, resultaron los principales protagonistas de toda esta situación que agolpó al mundo. Así como los sistemas de salud se pusieron a prueba, también lo hicieron en su totalidad los sistemas económicos y políticos, inclusive nuestros valores, tales como la libertad. De tal modo que seguir una línea interpretativa catastrofista no permite una mejor comprensión de lo que ocurre, sino es más bien una mirada que aprecie los acontecimientos en su justa proporción, especialmente cuando hablamos de Venezuela.
 

En los primeros meses que se declaró la covid-19 como pandemia, muchas intelectuales dieron su interpretación de los hechos, aparte de Zizeck: G. Agambe, Byung-Chul Han, Yuval Noah Harari; así también se popularizaron obras como La Peste de Albert Camus y, así, los gustos intelectuales se concentraron en la pandemia. En esos mismos meses, se mencionó bastante la metáfora del cisne negro, en alusión a la teoría planteada por el filósofo, Nassim Nicholas Taleb, que en pocas palabras sostenía la siempre indeterminada condición del futuro manifestado en hechos sorpresivo e inimaginables que, no guardan necesariamente alguna relación con todo lo pudo haber ocurrido en el pasado; es decir, la más pequeña de las posibilidades, adversas o favorables, puede realizarse.
 

En un principio la pandemia podía interpretarse como ese cisne negro sorpresivo que paralizó al mundo, pero el historiador Niall Ferguson iba más allá al considerar la pandemia la covid-19 a escala rey dragón, “Es decir un evento tan importante en su escala que puede cambiar las estructuras de poder y tener efectos duraderos en los años posteriores”[6]. Llegando incluso a aseverar que dentro de cinco años no recordaremos cómo era la vida antes del 2019[7].
 

Un aspecto en el que coinciden Ferguson e Innerarity es en señalar al gobierno chino como responsable de esta situación. La poca transparencia y el obstáculo del flujo de información fue lo que desembocó al actual estado de cosas. Es decir, la pandemia adquirió sus dimensiones actuales gracias a un orden político totalitario. Una crisis mundial que, aparte, se dio por una falla cognitiva; mientras apenas se estaba conociendo lo que ocurría en Wuhan, el gobierno reprimía algunas voces que ya advertían la gran capacidad de contagio de este virus SARS-CoV-2.
 

Lo que nos interesa en esta oportunidad es retener esa idea de la puesta a prueba de los sistemas políticos en esta pandemia, que aún en este momento en el que se escriben estas líneas, sigue estando a prueba. Algunas democracias han tambaleado, pero parecen fortalecerse. Pero, ¿qué ocurre con formas de organización totalitarias como la China? El caso chino es especial, porque termina siendo un engranaje crucial para el sistema económico occidental, lo cual se traduce en un poder de influencia importante que el Partido Comunista chino no ha dudado en usar. Lo que explica una parte de las guerras comerciales que ya se venían dando entre Estados Unidos y este país asiático. Pero, ¿qué ocurre con regímenes como el cubano, norcoreano o el venezolano, regímenes igualmente totalitarios?
 

Al igual que en los anteriores casos, pero especialmente en el venezolano, estos sistemas cuentan con fórmulas de contingencias para responder a la complejidad de las crisis, pero sin producir mayor complejidad dentro del sistema; por lo menos así lo explica el politólogo, José Javier Blanco Rivero, al problematizar la teoría política del totalitarismo[8]. Según lo que nos dice este autor es que las variaciones de poder totalitario no se derrumban por una oposición política, sino  que llega un punto en el que se desmoronan por sí misma[9]. De este modo, dos escenarios se nos pueden plantear en el caso venezolano frente a la pandemia.
 

El primero, que las condiciones adversas conlleven a una catalización del hundimiento, no necesariamente definitivo, del sistema de poder chavista. Segundo, y tomando en cuenta otra parte complementaria de la teoría del cisne negro, que en ningún momento llegué a observar en los análisis que se hacían respecto a la pandemia en los primeros meses, es sobre lo antifrágil[10]. Es decir, ante los momentos de shock que pueda dejar la sorpresiva indeterminación del cisne negro, así como también el rey dragón, los sistemas pueden fortalecerse.
 

En esta línea de interpretación Daniel Innerarity observa un positivo mejoramiento en la institucionalidad democrática, así como también en otros sistemas que se mostraron vulnerables ante esta situación, tal como el sector salud. Pero asimismo, José Javier Blanco Rivero ha demostrado que las variaciones de poder totalitario poseen una capacidad de adaptación importante ante momentos críticos, por lo que con cada etapa superada, un régimen totalitario demuestra también su creciente grado de antifragilidad.
 

Y el lector en este punto ya entreverá la segunda posibilidad que se plantea para el caso venezolano: una vez superada la pandemia, el chavismo, como una variación totalitaria del poder, podrá fortalecerse adquiriendo mayor grado de antifragilidad. Por lo que, fácilmente, podría esperarnos veinte años de socialismo del siglo XXI, convirtiéndose realmente en el “socialismo” que duré todo este siglo. Estos dos escenarios, aunque parezcan obvios, podría enseñarnos, no solo a nosotros, sino también a nuestros políticos de “oposición”, a pesar de que en un sistema totalitario no tengan oportunidad, la importancia de nuestro tiempo histórico y, por tanto, el valor de sus decisiones deben estar presentes en cada momento. Las dimensiones de este adversario no son cualquier cosa.
 

Referencias
[1] Slavoj Zizek, Pandemia (Barcelona-España: ANAGRAMA, 2020).
[2] Daniel Innerarity, Una teoría de la democracia compleja (Barcelona-España: Galaxia Gutenberg, 2020).
[3] PuertodeIdeasEnVivo. Pandemocracia: Una reflexión sobre la crisis: Daniel Innerarity., accedido 17 de octubre de 2020, https://www.youtube.com/watch?v=kQiRgZlP95w&ab_channel=PuertodeIdeas.
[4] Daniel Innerarity, The Democracy of Knowledge (Nueva York: Bloomsbury Publishing USA, 2013).
[5] El Nacional, «OMS descarta los confinamientos para evitar la propagación del covid-19», EL NACIONAL (blog), 12 de octubre de 2020, https://www.elnacional.com/mundo/representante-de-la-oms-pide-a-los-paises-dejar-de-usar-los-confinamientos-como-metodo-principal-para-frenar-la-pandemia/.
[6] Infobae, «Niall Ferguson, sobre la pandemia: “Este desastre ocurrió por culpa del sistema de partido único de China”», Infobae (blog), 12 de octubre de 2020, https://www.infobae.com/america/mundo/2020/07/02/niall-ferguson-sobre-el-coronavirus-este-desastre-ocurrio-por-culpa-del-sistema-de-partido-unico-de-china-que-encubrio-el-inicio-de-la-pandemia-y-retraso-las-acciones-para-contenerla/.
[7] «Niall Ferguson: “En cinco años olvidaremos cómo era la vida en 2019”», accedido 16 de octubre de 2020, https://www.iprofesional.com/actualidad/320718-niall-ferguson-en-cinco-anos-olvidaremos-como-era-la-vida-en-2019.
[8] José Javier Blanco Rivero, Repensando la teoría política del totalitarismo (Caracas: Equinoccio, 2019).
[9] Jo-ann Peña Angulo y Jhonaski J. Rivera Rondón, «Entrevista: José Javier Blanco Rivero. Lo totalitario no es el sistema como tal, sino la forma de organización del poder político (I parte)», Ideas en Libertad, 10 de mayo de 2020, https://ideasenlibertad.net/jose-blanco-rivero-lo-totalitario-no-es-el-sistema-como-tal-sino-la-forma-de-organizacion-del-poder-politico/.
[10] Nassim Taleb, Antifrágil: las cosas que se benefician del desorden (Barcelona-España: Grupo Planeta (GBS), 2013).
Imagen: obra «The Monster» de Odilon Redon
Tomada de: Ideas en Libertad


 

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