Por Mi Madre / Publicado octubre 5, 2020
El 4 de octubre de 2012 Hugo Chávez encabezó su último mítin de campaña, uno en el que el moribundo llegó a decir que él representaba el futuro. Pero la patraña que nos ocupa hoy no es esa, sino los tuits de las exrectoras del Consejo Nacional Electoral Tibisay Lucena y Sandra Oblitas a propósito de aquel momento.
Ambas exrectoras lanzaron odas al desaparecido expresidente. ¿Eran así de enamoradas cuando estaban al frente de la autoridad electoral? Ellas decían que no, que el Poder Electoral era la mata de la imparcialidad. Pero frente a tanta admiración, es lógico pesar que pudo existir favoritismo justo en esa campaña de 2012, por decir lo menos.
Recordemos cómo a Hugo Chávez nunca se le sancionó por usar recursos públicos para sus campañas, por hacer proselitismo en cadenas nacionales o por movilizar electores usando vehículos oficiales, por decir apenas tres irregularidades que, lamentablemente, pasaron al consabido «¿todavía les sorprende?» de la normalización del abuso.
Lucena y Oblitas querrán hacernos creer que la militancia es un suiche. Que así como Socorro Hernández y Tania D’Amelio renunciaron a su membresía en el PSUV justo antes de ser nombradas rectoras y «apagaron» su filiación política; las ahora rectoras de la Uneartes y Universidad Bolivariana, respectivamente, se «prendieron» su gusto político.
En realidad pocos ingenuos en el país quedaban aún con dudas de por dónde cojeaban las encargadas de garantizar el equilibrio electoral, o de por qué no cumplieron esa misión. Pero igual una cosa es saberlo y otra que te lo restrieguen.
Tomada de: TalCualDigital
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