domingo, 7 de febrero de 2021

La generación del 28 y la semana de los estudiantes (06 de febrero de 1928) Poesía y libertad: Fin de la barbarie

 

RAMÓN RIVAS AGUILAR / IDEAS EN LIBERTAD 07FEB2021

La semana de los estudiantes, que se celebró en el mes  de febrero de 1928,  significó el inicio del fin del césar democrático: una forma de ejercer el poder autoritario, despótico y nepótico. Al mismo tiempo,  fundó los cimientos de la libertad a lo largo y ancho de la Venezuela del siglo XX.

 

Fue una faena histórica contra una mentalidad, una creencia y una  praxis política e ideológica,  sustentada en la doctrina del gendarme necesario bajo  la impronta bolivariana. Una forma de poder dictatorial que adoptó con audacia maneras “cesaristas y democráticas” con el correr del tiempo: democracia evolutiva en el periodo 1936-1945. Un enfoque inteligente y astuto para demorar institucionalmente el proceso democrático que se había iniciado en la semana de los estudiantes. Así, las bolivarianas (1938-1945) y el PDV (1943-1945), ideología y política para preservar el poder militar y bolivariano. La alternabilidad republicana  no era posible en  un pueblo analfabeto e ignorante. La educación era el camino  para enseñar  a los venezolanos el ABC de la democracia. Picarescas grotescas y vulgares de unas élites que se arrogaron  el monopolio del poder y la cultura para el goce  material y espiritual, derivado de la riqueza telúrica y petrolera.

 

No obstante, el fervor  libertario, civilista y democrático  se impregnó en una nación que vio con entusiasmo el heroísmo y la dignidad de aquella generación, la generación del 28  que cambió para siempre el destino vital de la Venezuela del futuro. En esa dirección, esa circunstancia histórica obligó al lopecismo y al medinismo a respetar las reglas de juego de un orden político que había emergido espontáneamente en los rostros de aquella muchachada que desafío la tiranía, en aquel  de mes de febrero, de carnaval, una fecha histórica memorable.

 

Por lo que el 18 de octubre de 1945,  una fecha histórica  que contribuyó a  que las aspiraciones de aquella generación se hicieran realidad: libertad y democracia. No obstante, se impuso la contra-revolución  con  el célebre golpe militar que se dio el 24 de noviembre de 1948.Se estableció la bota militar y una manera inteligente de legitimar el gendarme necesario: la doctrina del ideal nacional.

 

Es decir, mejorar física y moralmente a la nación  para  un futuro no muy lejano alcanzar la libertad. En  todo caso el plebiscito, una maniobra del régimen, tuvo un costo político alto en 1956. En efecto, el 23 de enero de 1958 el tirano huyó. Venezuela mira de nuevo la ruta libertaria, democrática y civilista que se mantuvo  hasta el año de 1998. Todos conocen el resto de la historia (1999-2021).

 

Hoy sus resultados han sido la demolición de la república  y la instauración  de un estilo de poder de origen personalista, estatista, colectivista y comunal. A pesar de tan dolorosa circunstancia histórica,  el venezolano no ha perdido su fe, su fervor y pasión libertaria, republicana, democrática y civilista.  Una constante histórica contra todo esquema autoritario que  ha pretendido aniquilar su  pasión por la libertad. Ahora bien, ¿cómo comenzó todo?

 

Todo comenzó aquella semana de carnaval, un 6 de febrero de 1928, cuando unos estudiantes universitarios decidieron celebrar la  semana de los  estudiantes con la finalidad de recolectar fondos para la construcción de la casa del estudiante. Para ello, era vital elegir una reina de carnaval, presidir los actos de tan importante evento y así tener espacio para abordar  democráticamente temas de interés vital: históricos,  políticos, jurídicos, económicos, sociales,  literarios; en fin, temas culturales.

 

Se procedió a la constitución de un reglamento electoral para regir el  proceso comicial donde participarían  libremente unas cuantas y hermosas estudiantes de los más diversos horizontes del país. En efecto,  opciones  y preferencia con la mayor libertad  por las  candidatas tal como lo exige la naturaleza de todo proceso democrático: Unas elecciones estudiantiles libres sin coacción e intimidación. Competencias de opciones. Con alegría dieron la bienvenida a la ganadora: Beatriz Primera.

 

El presidente de la Federación de Estudiantes de  Venezuela (1927,  Raúl Leoni, elegido en un proceso electoral  digno y honorable, responsable del proceso involucrado en  la celebración de la semana de los estudiantes, participó a la comunidad universitaria  de conmemorar esa celebración del reinado de Beatriz Primera,  en distintos lugares y teatros del mundo caraqueño.

 

Jóvito Villalba,  Joaquín G. Márquez, Antonio  Arráiz, Jacinto Fombona Pachano, Pio Tamayo  y Rómulo Betancourt, los principales oradores. La política y la poética, en aquel  escenario caraqueño  estremeció  a  una Venezuela  que se creía  apática  y que había  perdido su fe republicana. No. La Venezuela vital y urbana, la Venezuela  que se abre  por las sendas de la cuidad, de la clase media, nada que ver con el mundo de ayer: telúrico y épico.

 

El petróleo provocó la revolución material y cultural que dio origen a  la Venezuela urbana  y aceleró la muerte  de la otra Venezuela,  dispersa,  ruralista y atomizada. La libertad contra la barbarie, el dilema político que se resolvió históricamente a partir de aquel evento- histórico-artístico que marcó la esperanza civilista de miles de venezolanos  sin  ningún  interés  en volver la mirada hacia un pasado  inicuo y oprobioso. Los discursos de futuros políticos  y poetas,  impregnados  del espíritu de José Martí y Simón Bolívar. Las dos figuras históricas que marcaron para Hispanoamérica  el camino de la libertad.

 

Así, culmina el discurso  de uno de los líderes  estudiantiles más prestigiosos, orador  de fuste libertario: Jóvito Villalba:

 

Padre nuestro,  Simón Bolívar,

Padre nuestro, Libertador

Como han puestos los esbirros

Tu Santiago de León.

 

De igual modo,  el joven estudiante Joaquín Gabaldon  Márquez,  sus palabras ante el busto del  general  José Félix Ribas, fueron  sagradas y prometeicas:

 

¡Valor, serenidad, alegría de  sacrificio ¡

Tal es la lección.

 Una ocasión que se convirtió en la celebración del día de la juventud, el 12 de febrero.

 El poeta Antonio Arráiz,  en sus vibrantes  palabras  invoca la “Boina del estudiante”, “mensajero  de la nueva esperanza”

 

“El canto  a la  Reina” de Jacinto  Fombona Pachano, el poeta  cuya sonoridad  despertó en aquellos jóvenes la pasión libertaria. Beatriz,  la de  los  ojos resplandecientes y esplendorosos, mirando la fuerza sagrada y misteriosa  de la libertad.

 

Don Pío Tamayo, maestro de maestro, su  poema  “homenaje al indio”, un poeta de aliento, como lo señalaría Don Rómulo Betancourt,  a  Beatriz Primera la llamó la libertad.

 

Beatriz

Pues con voz, Reina nuestra,

Juventud en su trono, se instala el Porvenir.

 

Finalmente, las palabras del joven Betancourt fueron un bello  elogio a Beatriz, la mujer venezolana de ímpetu libertario. Asimismo,  recordó  la imagen Alonso Quijano, la figura emblemática de la libertad.

 

El tirano respondió con la represión y la cárcel.  Lo sorprendió: No son caudillos. Son jóvenes de la cuidad y de la universidad. Esa semana de los estudiantes   cambió para siempre la historia política de la Venezuela del siglo XX. Despertó una Venezuela que transitaba  de lo rural   al mundo  urbano. Así.  Como un  torbellino  la libertad  se proyectó  por todos los rincones  del país, hasta anclar en lo más profundo  del  corazón de los venezolanos: el reino de la libertad en la figura esbelta de Beatriz primera.

 

En consecuencia,  el espíritu deportista y lúdico de una generación, la generación del 28, unas minorías con inquietudes políticas, sociales,  literarias y culturales,   develaron  en  la semana de los estudiantes, aquel  mes de febrero de 1928,   la agonía del viejo orden cesarista y bolivariano, por un lado. Y, por el otro, en el horizonte el resplandor de un orden político de origen civilista. Sí. Una crisis histórica que anunció la muerte de un tipo de Estado, de gobierno y sociedad de carácter  dictatorial y absolutista. Al mismo tiempo, el preludio, las primeras imágenes de una nueva   manifestación  política para ejercer  el poder  de forma libre y soberana: Democracia. La historia  dio  razón a los venezolanos. Se construyó las bases de  la libertad contra  todo tipo de poder autoritario que se desplegó  en las distintas fases  del proceso histórico  en el siglo  XX. Con coraje, heroísmo, sacrifico y dignidad  Venezuela  conquistó la libertad contra la barbarie.

 

Sin duda alguna,  aquel evento histórico, artístico y lúdico, la semana de los estudiantes, en la que una generación protagonizó  uno  de los acontecimientos políticos más significativo que marcó  el destino vital de la Venezuela moderna del siglo XX. En esa generación, emergió de forma espontánea  el bello sentimiento libertario que enfrentó dignamente  a un gobierno  autoritario, impulsando las primeras  manifestaciones democráticas que han perdurado hasta el día de hoy en el ánima de miles de hombres y mujeres, desparramado por el país y el mundo. En  el  espíritu  deportivo de una generación, se perfilaron  las bases de un Estado, de un gobierno y de una sociedad republicana, democrática y civilista.

 

En pleno carnaval, en el juego, como actividad lúdica,  en esa dinámica al estilo de los dioses griegos, al estilo de Dionisio, en ese ambiente artístico  y poético, nació la Venezuela libertaria y civilista. La Poesía inspiró en esos jóvenes, que promediaron una edad de 20 años,  el vuelo  de  la imaginación y la Aventura por la libertad.  La poesía salvó al hombre de la caverna al inyectarle en su ánima el fuego Prometeo el encadenado  en la belleza espiritual de Beatriz primera el  símbolo de la libertad. En esa oscura noche del mes de febrero murió la barbarie.  De nuevo  la  los venezolanos por los caminos libertarios, civilistas y democráticos. El mensaje que inmortalizó  a unos  jóvenes   que desafiaron  al tirano que se creía  el césar romano, se  desvaneció aquel  mes de febrero  de 1928. Comenzó  a rodar el reino de la libertad, eterna   en el tiempo de los tiempos. Amén.

 


Referencias

Imagen: «Cheerful woman», Ferdinand Hodler


Tomada de: Ideas en Libertad

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