viernes, 26 de noviembre de 2021

¿El éxodo venezolano incidió en los resultados de las elecciones?

 

Aunque no existe una data oficial de cuántos migrantes venezolanos están inscritos en el Registro Electoral, se estima que al menos 4 millones son electores potenciales, que se suman a la abstención al estar fuera del país

Por Eileen García -noviembre 26, 2021

La abstención sigue ganando terreno en las elecciones en Venezuela. Para los comicios regionales y municipales del pasado domingo estaban llamados a votar más de 20 millones de ciudadanos, pero sólo acudieron a las urnas 8,15 millones, es decir, más de 55% de los votantes habilitados no participaron.


Sin embargo, no todos los electores podían votar. Muchos están fuera del país. De acuerdo con las previsiones constitucionales, los ciudadanos inscritos en el extranjero, sólo pueden sufragar en elecciones generales.


Para octubre de 2021, según cifras actualizadas por la Plataforma de Coordinación para refugiados y emigrantes de Venezuela de Naciones Unidas, recopiladas a partir de diversas fuentes oficiales, el número de refugiados y migrantes venezolanos en el mundo alcanzó la cifra de 5.914.519, de los cuales 4.868.246 millones aproximadamente residen en países de América Latina y el Caribe.


Aunque no existe una data oficial de cuántos migrantes venezolanos están inscritos en el Registro Electoral en el país, se estima que al menos 4 millones son electores potenciales, que se suman a la abstención al estar fuera del país, siendo además una fuerza clave para la oposición.


Para Felix Seijas, profesor de la UCV y director de la encuestadora Delphos, la cantidad de venezolanos en el exterior inscritos en el RE, es mucho más baja y la calcula en 2 millones, pues del total de migrantes hay un porcentaje que es menor de edad y hay otro porcentaje que migró sin estar inscrito en el RE.


“Entonces, hay un 10% de personas inscritas en el RE que no está en el país. De estos venezolanos, de haberse quedado en el país, habría que ver si se hubiesen inscrito y qué decisión hubiesen tomado”, indicó Seijas a El Nacional.


Al ser consultado sobre si esta ausencia de los electores en el país incidió en los resultados obtenidos el pasado domingo, Seijas recordó que en estos comicios se eligieron 23 gobernadores y 335 alcaldes, además de 253 miembros de consejos legislativos y alrededor de 25.000 concejales, por lo que es difícil determinarlo ya que habría que analizar cada escenario por separado.


“De este grupo de migrantes, la proporción entre oposición y oficialismo es relativamente igual a la que hay en el país; es decir, no se han ido solo opositores, se han ido también chavistas. Algunos de ellos, quizás de haberse quedado, ya no fuesen chavistas, eso también es posible. Pero estas son conjeturas porque no sabemos en realidad qué hubiese pasado con ellos”, agregó.


María Eugenia Bonilla, directora del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, en Colombia, aseguró por su parte que las elecciones regionales y municipales del pasado 21 de noviembre no reflejan las preferencias políticas de los venezolanos, a su juicio por dos razones: la abstención y el éxodo.


“En primer lugar, porque la abstención es bastante alta. Más de 50% de la población que se esperaba que participara en el proceso se abstuvo de hacerlo. Para el 21 de noviembre la oposición invitó a los venezolanos a participar, pero muchos venezolanos opositores radicados en el país decidieron no hacerlo y eso se explica porque existe una falta de legitimidad del proceso electoral y no hay garantías democráticas. En segundo lugar porque el éxodo venezolano no permite que existan garantías para los migrantes en su proceso de participación política”, expresó Bonilla a El Nacional.

Unidad Educativa Experimental Venezuela, Bellas Artes. Foto: Kenny Linares

Pedro Urruchurtu coincidió con Bonilla. Pese a no considerar el proceso electoral del domingo como elecciones sino como una adjudicación de cargos, el politólogo señaló que la diáspora en la actualidad “es el Estado más importante”, si se toman en cuenta las cifras dadas por el CNE, ya que por casi un par de millones, la población venezolana en el exterior es similar a la que participó en los recientes comicios.


En referencia a la abstención, Jesús Rafael González, politólogo y profesor de la UCV, señaló que si se compara el proceso del pasado domingo con los procesos históricos electorales de elecciones regionales, esta elección estuvo dentro del promedio.


“Había más expectativa, teniendo un grupo de venezolanos en el exterior, pero las cifras no iban a ser mucho más elevadas a las que se obtuvo en este proceso”, dijo González. Reconoció que sí existe un grupo de venezolanos que efectivamente se han alejado de los procesos electorales.


“No hay una oposición clara, de muchas partes de los bloques opositores, que todavía están llamando a desconocer cualquier proceso electoral en Venezuela, y esa desafección de los políticos, de un grupo muy importante de venezolanos, que no ven una representación y un ideal político que seguir, hace que se alejen aún más de los procesos. A pesar de que los gobiernos regionales y municipales son los más cercanos del ciudadano, son elecciones de baja participación. Los históricos hablan entre 40% y máximo 48%, así que nosotros estamos dentro de los márgenes históricos de elecciones de este tipo”, explicó.



Eric Ondarroa, secretario general de Alianza del Lápiz, dijo por su parte que esos 4 millones de votos pesarían si estuviesen en Venezuela votando: “Sin duda, una inmensa mayoría que se encuentra en el exterior del país es opositora a quienes hoy ejercen el poder en Venezuela”.


No obstante señaló que el porcentaje de abstención debería generar una autoevaluación en los distintos sectores de la oposición y preguntarse qué hace falta para motivar el voto y la movilización de la población.


“Te pongo el ejemplo que ocurrió en las elecciones pasadas: al menos 1,7 millones  de muchachos se nos quedaron sin participar en este proceso electoral porque no hicimos una campaña para que se registren los nuevos electores. Entonces, ahí perdimos 1,7 millones de votos”, señaló Ondarroa.

Unidad Educativa Fermín Toro, frente a la estación El Silencio. Pasadas las
 12:00 del mediodía se observa muy poca presencia de electores.
Foto: Kenny Linares

Éxodo venezolano, una fuerza política

Bonilla destacó además que esos más de 4 millones de electores venezolanos fuera del país representan una fuerza significativa para la oposición, aunque resaltó que en un futuro todo dependerá de las acciones que ejerzan los dirigentes políticos.


“Primero, dependerá de la agenda política internacional de la oposición, que tenga como factor movilizar y promover la participación de los migrantes en el exterior. Segundo, que la institucionalidad electoral dé garantías de participación porque puede ser que la desconfianza lleve a que el migrante no sufrague”, dijo.


Mientras que para Urruchurtu la oposición venezolana, en su mayoría, ha dejado a la diáspora a su suerte: “La ha abandonado. A pesar de haber hecho grandes esfuerzos, algunas gestiones a nivel de documentación, no es mucho lo que se ha hecho por los venezolanos afuera y muchos han quedado, prácticamente, desamparados”.


Agregó: “Si no fuera por los gobiernos que los han acogido a algunos, muchos estarían pasando trabajo. Creo que la oposición, salvo contadas excepciones, no le ha dado la debida importancia a lo que representa esa diáspora, que insisto, hoy representa el Estado más importante. Así que eso es fundamental. La pregunta de hoy es: ¿por qué la oposición no ha defendido el derecho al voto de estas personas? Esa es una de las grandes reflexiones”.

Colombia de migrantes venezolanos-PNUD Campaña  / Foto: Getty Images

Dijo que el éxodo venezolano también es una piedrita en el zapato del gobierno de Nicolás Maduro porque comprenden que esos millones de personas que han huido de la crisis en el país representan un voto seguro en su contra.


“Hay que recordar que el régimen le ha negado a la diáspora su derecho a la identidad y de ser parte del Registro Electoral. Casi toda la diáspora sigue en el RE en Venezuela, es decir no han podido mudarse de centros a los países donde viven. El RE hoy del exterior es de apenas 109.000 personas cuando tenemos 6 millones afuera y esto demuestra cómo el régimen, intencionalmente, no ha querido abrir ese proceso”, señaló Urruchurtu.


Restricciones en el exterior

El voto en el exterior presenta distintas dificultades para los venezolanos, entre ellas, la movilidad de los electores porque los puestos de votación se concentran en aquellas ciudades donde hay alguna embajada o consulado, y que deben estar en el exterior en calidad de residentes, por lo que el estatus migratorio también juega un papel importante en la posibilidad real de participación en unas elecciones presidenciales.


Jesús Rafael González subrayó que el tema del RE en el extranjero es complicado porque no depende única y exclusivamente de las decisiones que tome el Consejo Nacional Electoral, sino de la Cancillería y de la función de cada uno de los consulados en hacer registro y levantar, a través de las consultas, el registro de los venezolanos.


“Es complicado porque depende del Ejecutivo nacional que no está agarrado a la idea de que 4 millones de venezolanos ejerzan su derecho al voto porque mucha parte de esa diáspora va en contra del gobierno de Maduro. De acuerdo al último proceso que se hizo, de cara a las elecciones del 2018, se inscribieron solamente 25.000 migrantes”, expresó.


“Entonces, la situación del RE es muy compleja, lo que obliga es a repensar cuáles son los métodos y fórmulas para que esos venezolanos tengan derecho de participar desde el exterior”, agregó.


Seijas, por su parte, destacó que muchos venezolanos están en situación irregular y que el gobierno venezolano les permita registrarse resulta difícil. “Tendría que haber acuerdos con los países receptores, entre otras cosas”, expresó.


Desestimó que la oposición no haya defendido el derecho al voto de estos electores. “Quizás han concentrado los primeros esfuerzos en cosas que eran más factibles, es decir tener rectores dentro del CNE, las auditorías que había que hacerle al sistema, que fuera aceptada la observación internacional, entre otras cosas. Es algo muy complicado. Son cosas que se pueden manejar, pero no son tan sencillas. Pero sí, es un tema que hay que estar pendiente, que hay que abordarlo, sin lugar a dudas”, manifestó.


“Hay que librar una lucha titánica”

Ondarroa concluyó que el grupo de migrantes es una fuerza clave para la oposición, de cara a un evento nacional, por lo que la labor de los distintos sectores de la oposición será dura en los próximos años.


“Hay que librar una lucha titánica para que ellos puedan ejercer su derecho al voto en el próximo proceso de 2024, el presidencial. Sin duda alguna son una clave importante. Nos darían un colchón de ventaja a nosotros. Pero tenemos que recordar también que 80% de los venezolanos que se encuentran dentro del territorio nacional rechazan a quienes ejercen el poder en Venezuela”, afirmó.


“Debemos entusiasmar a los que están aquí. Los resultados del domingo nos tienen que llevar a un proceso de reflexión y autocrítica. Ganó la desesperanza y la decepción por la falta de ética en la conducción opositora, por el exceso de corrupción en la élite política opositora y por un conjunto de factores que desmotivan y generan desconfianza en el venezolano de a pie. Urge renovar la clase política del país, urge tener nuevos actores políticos. Lo que ocurrió el domingo presenta un nuevo tablero, con nuevos actores políticos que formamos parte de distintos sectores de la oposición y que sin duda tenemos mucho que decir”, finalizó.


@Eileen_Garcia

Tomada de: El Nacional

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