domingo, 6 de noviembre de 2016

Mañana comienza en Nueva York el juicio a sobrinos de Cilia Flores


Mientras el gobierno  de Estados Unidos deberá probar que los dos acusados violaron leyes antinarcóticos, la defensa de Campos Flores y Flores de Freitas intentará imponer su tesis de complot político contra Venezuela

MAIBORT PETIT
Luego de un año de haber sido apresados en el hotel Servotel de Puerto Príncipe, Efraín Antonio  Campos Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas estarán presentes frente al jurado, integrado por 16 ciudadanos estadounidenses, que tendrán la responsabilidad de evaluar las evidencias recolectadas por la Fiscalía y decidir si son suficientes para emitir un veredicto sobre conspiración para traficar 800 kilos de cocaína de alta pureza a Estados Unidos.

Las audiencias se celebrarán en la sala 14 C del edificio 500 Pearl Street, de 9:30 am a 4:30 pm. Habrá medidas de seguridad especiales.

De acuerdo con los procedimientos de los juicios en Estados Unidos, será el gobierno estadounidense el que abrirá la sesión para explicar todos los detalles contra los dos hombres acusados de delitos de narcotráfico.

Posteriormente, los seis abogados de Campo Flores y Flores de Freitas podrán
presentar sus alegatos. No es necesario que los acusados expongan su
posición al inicio de las audiencias.

Será el gobierno el que debe demostrar, más allá de toda duda razonable, que los acusados violaron las leyes estadounidenses. Estará representado en el juicio por la Unidad Internacional de Terrorismo y Narcóticos y los fiscales adjuntos: Emil J. Bove III, Mathew J. Laroche, Michael D. Lockard y Brendan
F. Quigley.

Campo Flores estará representado a lo largo del juicio por sus abogados Randall W. Jackson, John T. Zach y Joanna C. Wright, del escritorio jurídico Boies, Schiller & Flexner LLP; y Flores de Freitas por David M. Rody, Michael D. Mann y Elizabeth A.. Espinosa, de la firma Sidley Austin LLP.

Listos para evaluar. La Corte del Distrito Sur de Nueva York, cumpliendo el cronograma procesal, seleccionó a 12 miembros principales del jurado y 4 alternos, de entre 94 personas llamadas al azar por el tribunal, como establece la ley, previos interrogatorios para garantizar la idoneidad e
imparcialidad.

El juez Paul Crotty ha previsto que el juicio se realice en dos semanas, 10 días hábiles, y concluya el 18 de noviembre. Mañana entregará a los jurados las evidencias recogidas por tres informantes y un testigo cooperante, y que posteriormente fueron procesadas por seis agentes especiales de la DEA.

El jurado tendrá oportunidad de escuchar los interrogatorios de una decena de testigos del gobierno a lo largo de dos semanas. Una vez que se presente el testimonio de las personas ligadas a la operación que llevó a la captura de Campo Flores y Flores de Freitas, el jurado deberá revisar las evidencias
y compararlas con los testimonios.

Si la Fiscalía logra convencer a cada miembro del jurado de que los sobrinos de Flores son culpables, se debe producir un veredicto, que debe ser unánime, al final de los 10 días de deliberaciones.

Campos Flores y Flores de Freitas están formalmente acusados de los cargos de conspiración para importar cocaína a Estados Unidos, y de fabricar o distribuir cocaína, a sabiendas y con la intención de que se sería importada a Estados Unidos, en violación de normas del Código de ese país.

Fueron arrestados el 10 de noviembre de 2015 por la policía de Haití y luego extraditados a Estados Unidos.

De acuerdo con la acusación modificada por la Fiscalía, en la operación que llevó a la captura el testigo cooperante CW-1 fue el primero en informar a la DEA que un oficial venezolano de nombre Vladimir Flores le había informado que enviaría a sus sobrinos para negociar el envío de drogas desde
Venezuela a Honduras. Esa reunión ocurrió el 4 de octubre de 2015, y el arresto un mes y 6 días después.

El juez Paul Crotty admitió en octubre que el gobierno podrá usar todas las evidencias para probar el caso, cuando negó las mociones solicitadas por los acusados, entre las cuales pedían que fueran eliminadas las confesiones de Campo Flores y Flores de Freitas a los agentes de la DEA durante el vuelo desde Puerto Príncipe hasta Nueva York, en las cuales admiten haber incurrido en los delitos por los cuales son juzgados. La defensa también pedía eliminar grabaciones en las que los acusados mostraban la calidad de la droga que iban a vender; la fotografía del encuentro con CW1 en Honduras
el 4 de octubre de 2015; las menciones del grupo terrorista colombiano FARC como proveedor de la cocaína; las referencias sobre los lujos de los que gozaban antes de ser apresados, y en especial, la confesión de Campo Flores sobre su intención de usar parte de los millones obtenidos por la
transacción de la droga para pagar la campaña de su tía Cilia Flores, en las elecciones parlamentarias de 2015.

De llegar a ser culpables, el juez Paul Crotty será el encargado de fijar la sentencia, los costos legales del juicio y las penalidades, incluyendo en muchos casos el pago de restitución al fondo de apoyo a las víctimas del consumo de drogas en Estados Unidos.

Las sentencias de este tipo de casos suelen dictarse entre un mes o 90 días después de haber sido emitido el veredicto del jurado.

Personajes de la operación

CS-1 y CS-2 Dos narcotraficantes mexicanos (padre e hijo) que trabajaron
para la DEA como informantes y cooperaron para bajar sus condenas. Están
presos en California.
CS-3 informante confidencial que contribuyó con la investigación y la
recolección de evidencias en Honduras. Se encuentra en libertad.
CW-1 (testigo cooperante) asesinado en Honduras el 4 de diciembre de 2015.
Se reunió con los acusados en dos oportunidades. Aportó a la investigación
datos decisivos, entre estos que los sobrinos de Flores dijeron que querían
enviar 1.600 kilos de cocaína desde Venezuela a Honduras con destino a
Estados Unidos; que usarían vuelos legítimos desde el aeropuerto
internacional de Maiquetía, y que utilizaban la influencia de Vassyly
Kotosky Villarroel Ramírez, alias el Potro, detenido en 2015 en Venezuela y
buscado por Estados Unidos y Colombia por delitos de narcotráfico y lavado
de dinero.
Roberto de Jesús Soto García, supuesto socio de los acusados. Se espera su
deportación a Nueva York.
Seis agentes especiales de la DEA.
El Dato

La investigación fue realizada por la División de Operaciones Especiales de la DEA, la Unidad de Investigaciones Bilaterales y la Oficina de Fuerza de Golpe Operativo del Control de Drogas de la División del Crimen Organizado de Nueva York. En la captura de los dos hombres participó la Oficina de la DEA de Puerto Príncipe, el Centro Nacional de Selección de Aduanas y de Patrullas Fronterizas la Oficina de Asuntos Internacionales del Departamento de Justicia de Estados Unidos, el Gobierno de la República de Haití, la Policía Nacional de Haití.
Fuente: El Nacional

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