Por El Nacional -diciembre 18, 2021 / APÓYANOS
¿Cómo justifica Néstor Reverol el hecho de que por enésima vez se haya atacado el Guri y no se haya enterado sino cuando el país está a oscuras? El vicepresidente sectorial de Obras Públicas y Servicios, y ministro de Energía Eléctrica de Nicolás Maduro es, además, militar y responsable de la custodia cerrada que se supone que tienen todas las instalaciones del complejo de generación eléctrica que queda en el sur de Venezuela.
¿Cómo es posible que el “enemigo” haya podido burlar la militarización sin ser detectado por ninguna de las tecnologías que supuestamente tienen instaladas para la “defensa de la patria”? Cabe entonces preguntarse para qué están allí apostados soldados y para qué los tienen pasando hambre y expuestos a la malaria si no son capaces de identificar y detener un ataque a unas instalaciones que son vitales para el país.
¿Será un ejército de iguanas, chigüires y zamuros los que perpetraron el “ataque” del viernes en la madrugada? ¿Quiénes los entrenan para pasar completamente inadvertidos? ¿O es que el ataque es “cibernético”, como les gusta decir?
“Hemos recibido un nuevo ataque al Sistema Eléctrico Nacional (SEN), específicamente en el Guri. Nuevamente quienes se ensañaron en 2019, arremeten contra nuestro pueblo en estas fiestas decembrinas”, dijo sin tapujos, sin la menor de las vergüenzas y hasta con impunidad, porque sabe que sus superiores en Miraflores no le van a pedir explicaciones de su ineptitud. Para ellos es parte de dos cosas, el abandono a propósito del Sistema Eléctrico Nacional y una acción que les garantiza control sobre la población.
Y el venezolano se pregunta: ¿quiénes son esos que se ensañaron en 2019 en contra de Venezuela? Como en el mensaje que lanzó, obviamente por las redes sociales, menciona las fiestas decembrinas, ¿hay que temer la posibilidad de celebrar en Navidad y Año Nuevo a oscuras? La verdad es mejor comprar velas, porque el colapso del sistema eléctrico es tan grande, que el despacho de Reverol ni siquiera sabe por dónde comenzar a levantarlo, y eso que asegura que todos los empleados y especialistas de Corpoelec trabajaron maravillosamente para reponer el servicio en horas de la madrugada. Eso no se duda ni un momento, el problema no son los obreros, el problema es que ellos deberían trabajar para prevenir y mantener el sistema, no correr cuando se va la luz.
Hay demasiadas preguntas sin respuesta, pero lo que sí es seguro es que para 2022 no va a cambiar este calvario que tiene a todos los venezolanos viviendo en el siglo XIX. No cambiará si los que están atornillados en Miraflores no dejan de lado sus ambiciones personales y autorizan las inversiones que se requieren para que “ningún reptil” pueda atacar de nuevo el Sistema Eléctrico Nacional.
Lo que ocurrió ayer en la madrugada en todo el país es lo que viven en muchos estados diariamente. Caracas sigue siendo privilegiada porque son apagones esporádicos y cortos, pero la gente en el interior desgraciadamente ha tenido que aprender a vivir sin electricidad.
El cinismo de las autoridades chavistas es tal que ni siquiera se preocupan por dar explicaciones serias del supuesto ataque. Siempre lanzan las justificaciones por Twitter, sin derecho a pataleo. Será porque saben que nadie les va a creer, pues desde hace más de 20 años lo que conspira contra el bienestar de los venezolanos es la ineficiencia, la corrupción, la impunidad, la falta de controles… no un hacker o una iguana, señor Reverol.
Tomada de: El Nacional
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