Analítica9 junio, 2025
La historia de la humanidad no sigue una línea recta. Más que un camino ascendente, parece una sucesión de ciclos que se superponen, a veces avanzando, otras tantas repitiendo errores del pasado.
Hoy vivimos un momento de contrastes profundos. Por un lado, hay señales preocupantes: la fragmentación de la democracia, el debilitamiento del respeto por los derechos humanos, el avance del cambio climático, la distorsión de las redes sociales como plataformas de odio y desinformación, y la pérdida de una educación centrada en valores y pensamiento crítico.
Por otro lado, también hay logros innegables. La ciencia y la tecnología avanzan a pasos agigantados, la conectividad global nunca ha sido mayor, y la humanidad ha demostrado una capacidad extraordinaria para innovar.
La gran pregunta es: ¿hacia dónde vamos? ¿Estamos construyendo un mundo más justo, sabio y humano? ¿O simplemente uno más eficiente, acelerado y fragmentado, donde el ruido sustituye al diálogo y el progreso técnico no va de la mano con el crecimiento ético?
No basta con avanzar. También importa hacia dónde. Y cómo.
Tomada de: analitica
No hay comentarios:
Publicar un comentario