Analítica26 junio, 2025
La célebre frase latina del romano Publio Flavio Vegecio Renato —“Si quieres la paz, prepárate para la guerra”— escrita en el siglo IV, resuena hoy más que nunca en los distintos rincones del mundo.
En Europa, con la notable excepción de la España de Sánchez, casi todos los países miembros de la Unión Europea han decidido incrementar su gasto en defensa hasta alcanzar el 5 % del PIB. Canadá, por su parte, avanza en una dirección similar, cada vez más alineada con las prioridades estratégicas del continente europeo.
En paralelo, los acontecimientos en el Medio Oriente evidencian una lógica parecida. El canciller alemán ha declarado abiertamente que Israel está haciendo “el trabajo sucio” que todos desean que haga. Una afirmación que, sin duda, refleja lo que muchos países musulmanes de la región piensan en privado, aunque públicamente expresen su rechazo a la acción militar israelí. No en vano, una de las características más constantes de la diplomacia mundial ha sido, y sigue siendo, la hipocresía.
En América Latina, una región que históricamente ha sido mayoritariamente pacífica, aún no se observa una ola de rearme similar. Sin embargo, causa inquietud la cercanía de algunos gobiernos con la teocracia iraní y la posible instalación de fábricas de drones en territorio latinoamericano.
La advertencia de Vegecio sigue siendo interpretada por muchos como una doctrina de disuasión: una nación fuerte, equipada y preparada militarmente es menos vulnerable, ya que su capacidad de respuesta actúa como freno ante potenciales agresores.
Tomada de: analitica
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