Lo que se puede aprender a través de los medios es algo inconmensurable. Claro que también se puede producir todo lo contrario. Como consecuencia de la pandemia generada por el covid-19, Maduro y su combo decretaron el cese de las actividades escolares, medida sensata para prevenir los contagios. Hasta ahí iban bien. Más adelante decidieron que el resto del año escolar se estudiaría a distancia, a través de las redes sociales. Internet sería el apoyo necesario.
En algún momento cayeron en cuenta que gracias a su gran gestión el Internet del que pueden disponer la mayoría de los venezolanos es de muy mala calidad, por lo que atendieron la sugerencia de algunos docentes de dictar las clases a través de la televisión, medio con un alcance mucho mayor que Internet en Venezuela. Sobre todo en la Venezuela más pobre.
Seguían por buen camino, pero ya se sabe que el camino al infierno está plagado de buenas intenciones. En una de las clases transmitidas se puede ver a una docente revelando su ignorancia y, lo más grave, dándoles una información completamente errada a todos los estudiantes.
La primera vez que la escuchamos pensamos que era un error, todo el mundo se equivoca, pero cuando comprobamos que en dos oportunidades afirma que la represa del Guri surte de agua a toda Venezuela, llegamos a la conclusión que no era un error. La maestra está convencida de que lo que trasmite a los alumnos es correcto.
¿Nadie verificó la calidad de dicha docente? ¿Fue un lapsus? De haberlo sido tendrá que rectificar en vivo y directo y explicar que fue un error. No puede decir tampoco que la represa del Guri surte de electricidad a toda Venezuela, no por falta de capacidad para ello, sino por la incapacidad de Maduro y su combo.
Tomada de: TalCualDigital
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