domingo, 24 de septiembre de 2023

Ineficiencia inunda Caracas: lagunas aumentan por descuido de los sistemas de drenaje

 

Roison Figuera|Septiembre 24, 2023

Las anegaciones que sufren las vías apenas comienza a llover desmontan los supuestos planes preventivos que anunció Maduro en abril. Expertos han dicho a TalCual que los operativos de mantenimiento a los sistemas de drenaje han debido hacerse al menos seis meses antes de la llegada de la temporada lluviosa.

En Caracas ya no solo es el distribuidor Altamira o la avenida Libertador la que se inunda. Recomiendan a la ciudadanía a evitar transitar por las vías cuando llueve y esquivar, a toda costa, pasar las lagunas


Caracas se inunda cuando caen «dos goticas». Las lluvias convierten las principales autopistas y vías de la capital en lagunas en las que es mejor transitar en canoa, curiara o cualquier cosa que se le parezca, que en carro. Las anegaciones que se han registrado en los últimos días dejan en entredicho los planes preventivos que el Gobierno aseguró que pondría en marcha para hacer frente a las precipitaciones.


Los usuarios cada vez tienen menos opciones para desplazarse cuando llueve. El distribuidor Altamira, en la autopista Cacique Guaicaipuro, no ha dejado de anegarse en los últimos diez años, al igual que la avenida Libertador, en el centro de Caracas. Las lluvias de los últimos días han dejado ver que el caos en la urbe aumenta: usuarios reportaron que varias calles de Santa Mónica se inundaron porque el sistema de drenaje se tapó, situación similar a la registrada en la avenida Andrés Bello, a la altura de Las Palmas y La Florida.


El 16 de septiembre se registraron anegaciones por lluvias en la autopista Gran Mariscal de Ayacucho que conecta la carretera Petare-Guarenas, al igual que zonas de El Llanito y puntos de la Francisco de Miranda, a la altura de La California.


A finales de abril, el mandatario Nicolás Maduro aseguró que su gobierno tenía clasificado «semana por semana», el comportamiento climatológico de los próximos meses. Informó además que el Consejo de Vicepresidentes, dirigido por la vicepresidenta Delcy Rodríguez, revisó los planes para apoyar a todos los estados con recursos y equipos ante la llegada de las precipitaciones.


Tras la alocución de Maduro se reportaron acciones para prevenir riesgos en estados como Aragua, Barinas, Cojedes, Delta Amacuro, Falcón, Vargas, Mérida, Miranda, Portuguesa, Trujillo, Nueva Esparta y el Distrito Capital. De acuerdo con el reporte de medios locales, las acciones en estas entidades consistieron en limpieza de canales y drenajes, mantenimiento de vías agrícolas, instalación de pluviómetros y dragado de quebradas.


Entre lagunas por lluvias

Jonathan Quantip, director de la organización no gubernamental Ángeles de las Vías, explica a TalCual que, en el caso del distribuidor Altamira, la anegación de la vía ocurre cuando toda el agua que baja desde la parte norte de Altamira y La Castellana satura los drenajes que conducen el agua hacia el río Guaire por debajo de la autopista. «Cuando esto sucede sale el agua con fuerza por las alcantarillas saturadas e inundan la vialidad»:


Quantip señala que hay otros lugares susceptibles como la autopista Francisco Fajardo, a la altura de La Paz y La Yaguara, en el municipio Libertador de Distrito Capital. Detalló que en este punto también influye la cantidad de agua que baja desde la parte alta de estas zonas por las quebradas que desembocan en el Guaire.


«Hay puntos en los que quizás la afectación no es tan considerable, pero también genera molestias en el tránsito como en el distribuidor Los Campitos, en la autopista Prados del Este, el paseo Colón desde la Plaza Venezuela, los alrededores del mercado de Guaicaipuro y la Lebrún».



Douglas Sánchez, magister de ingeniería ambiental de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), explica que las anegaciones en las vías tienen que ver con la acumulación de sedimentos y basura en los sistemas de drenaje. Agrega que muchas de esas estructuras son de vieja data y no tienen capacidad para hacer el trabajo en medio de las lluvias actuales.


«Las lluvias no son de la magnitud que eran antes y para las que fueron diseñados todos esos puntos de recolecta. Esta particularidad de exceso afecta esos puntos», dice el ingeniero.


Sánchez ve necesario que las autoridades revisen la posibilidad de ampliar todos estos sistemas, aunque tendría que hacerse una vez que termine la temporada lluviosa, que se estima para el mes de noviembre.


«También influyen problemas de alcantarillado y hasta de educación poblacional. Vemos constantemente que las personas, sobre todo en zonas populares, terminan utilizando ríos, quebradas y sobre todo las torrenteras como espacios para botar basura. Eso termina colapsando los sistemas si no hay una regularidad con respecto a la limpieza y el mantenimiento», afirma.


Ambas fuentes coinciden en que los desechos sólidos impiden que el agua se escurra por los drenajes con total normalidad, por lo que emplazan al Ejecutivo a, además de hacer un correcto mantenimiento, garantizar la recolección de basura.


Sánchez cuestiona la posibilidad que existe de hacer mantenimiento profundo en estas vías. «Quién sabe qué cantidad de sedimentos hay en ese canal (distribuidor Altamira) que al final, con el paso del tiempo, se convierten en una especie de represa que no permite el paso del agua».


Por eso, señala, podría producirse el colapso en la superficie. «Hacer un mantenimiento dentro de esas estructuras no es nada fácil porque no se prevé cuándo lloverá y en qué proporciones. Eso trae riesgo al personal, sobre todo en estructuras subterráneas».



¿Para dónde coger?

El director de la ONG Ángeles de las Vías suma a la lista de puntos de la ciudad susceptibles a anegarse el distribuidor Ciempiés, en su parte alta, y la autopista sur Caracas, entre los túneles del Valle y El Paraíso. Hacia el norte, menciona la Cota Mil, específicamente los distribuidores Mariperez, La Castellana y Baralt.


«Con estos aguaceros torrenciales es preferible esperar a que cese la intensidad antes de tomar las vías. En zonas con árboles de gran tamaño es prácticamente imposible predecir cuándo puede caer una rama o un árbol sobre un vehículo o transeúnte. En situaciones donde haya vientos de gran intensidad o precipitaciones por un largo periodo de tiempo, hay que considerar que árboles de gran tamaño pueden caer», recomienda Jonathan Quantip.


Enfatiza que «nunca» es una buena idea «aventurarse a atravesar las lagunas, ni en vehículo ni a pie». Detalla que, por lo general, los conductores nunca se percatan de la verdadera profundidad de las lagunas y que inclusive atravesándolas pueden toparse con bocas de visita o alcantarillas descubiertas y tener un percance.



El director de Ángeles de las Vías sostiene que las condiciones de la ciudad hacen poco seguro el desplazamiento durante un aguacero torrencial. Recomienda a la ciudadanía esperar a que baje la intensidad para retomar las vías.


«Si los agarra de sorpresa y ya están desplazándose, la recomendación es no ir a altas velocidades, encender las luces y mantener una distancia prudencial entre los demás vehículos».


También menciona que hay que tener en cuenta que hay sectores que se tornan resbaladizos con las lluvias como, por ejemplo, la salida a Altamira en la Cota Mil; el tramo de la Francisco Fajardo entre el distribuidor El Pulpo y el puente Salvador Allende, y algunos tramos de la autopista Prados del Este.


Sin la tarea hecha

El Gobierno de Maduro parece haber sido sorprendido por las lluvias, pese a que la temporada forma parte de un ciclo históricamente predecible, de acuerdo con el ingeniero civil José María de Viana.


En enero de 2023, el experto señaló que las precipitaciones se presentan cada año entre junio y noviembre, por lo que es necesario que las ciudades y las autoridades establezcan rutinas de tareas que prevengan y atiendan las contingencias.


El también expresidente de Hidrocapital detalló que cuando las quebradas están secas se hace posible meter máquinas para remover vegetación, o en las presas para el control de sedimentos de los ríos.


Según De Viana, hace 20 años, antes de la llegada del chavismo al poder, las rutinas para la mitigación de riesgos tenían relevancia dentro de la gestión del otrora Distrito Federal.


Los sistemas de drenaje se clasifican en primarios, que son todos los cauces, quebradas y canalizaciones, y los drenajes secundarios o microdrenajes, que son las cunetas, sumideros, rejas, colectores, las tanquillas y todo lo que conforma la red en sectores urbanos, explicó a TalCual José Luis López Sánchez, investigador del Instituto de Mecánica de Fluidos de la UCV. 


López Sánchez, también Individuo de Número de la Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat, indicó que lo primero que debe hacerse es una inspección a todas las obras. En el caso de Caracas, mencionó que las autoridades debían hacer un diagnóstico, por ejemplo, a las presas de las quebradas Anauco, Cotiza y Catuche a fin de constatar el grado de sedimentación. 


De Viana agregó que, en las temporadas de lluvias, las tuberías pueden sufrir daños debido a la violencia del agua. «Hay una regla y es que, al principio, los daños pueden ser pequeños, pero si no son atendidos se convierten en huecos grandes. Lo primero que verificamos es que no haya roturas o erosión».


Apuntó que personal capacitado debe meterse en los conductos de drenaje más grandes, mientras que los más pequeños deben ser inspeccionados con una cámara. «La ciudad la vemos (en la superficie), pero por debajo del suelo hay una red de tuberías que se instaló para que el agua de las lluvias no hiciera daño a la urbe», algo que sin mantenimiento igual sucede.

Tomada de: TalCualDigital

No hay comentarios:

Publicar un comentario