La bancada del PSUV propuso un debate sobre la criminalidad, generada por los "paramilitares colombianos", esto a raíz del asesinato de Maritza Sánchez, Yesenia Contreras y Rocío Hurtado, tres militantes del partido gobernante. Se les olvidó incluir a Eliecer Otaiza y Robert Serra, así de piratas son
Una vergonzosa sesión se llevó a cabo el martes en la Asamblea Nacional, y miren que en ese recinto se han producido episodios lamentables durante este período de sesiones. El bochorno fue grande, y eso que no estaba presente el capitán quien siempre le agrega un plus a la afrenta pública.
La bancada del PSUV propuso un debate sobre la criminalidad, generada por los "paramilitares colombianos", esto a raíz del asesinato de Maritza Sánchez, Yesenia Contreras y Rocío Hurtado, tres militantes del partido gobernante. Se les olvidó incluir a Eliecer Otaiza y Robert Serra, así de piratas son.
Lamentamos que ANTV tenga tan poca audiencia, porque si la mayoría de los venezolanos ven ese debate, la indignación hubiera batido record mundial. Debería ser transmitido en cadena nacional, para que todos vieran el desprecio que sienten los diputados del PSUV por la mayoría de los venezolanos. Es la primera vez que el tema de la inseguridad es discutido en ese espacio.
Todos los debates anteriores propuestos por la bancada democrática fueron negados sistemáticamente por las huestes del capitán Cabello. Los cientos de miles de venezolanos asesinados por el hampa durante los 16 años que llevan en el poder no les importaron en absoluto. El dolor de familiares y amigos fue ignorado, a pesar de que entre esos cientos de miles de asesinados seguramente habría muchos que simpatizaban y, también algunos, que militaban en el PSUV.
Ahora que estamos en plena campaña electoral y ante la permisividad que frente a la delincuencia ha mantenido la "revolución" todos estos años, plantean el debate y aprueban un acuerdo "en repudio a los crímenes políticos de la derecha nacional e internacional para generar caos a través del sicariato". Repentinamente los malandros se transformaron en paramilitares, todo para tratar de lavarse la cara ante los venezolanos. Pero los habitantes de este país tienen muy claro quiénes son los maleantes y saben que muy pocos de ellos tienen que ver con paramilitares.
El delito es endógeno y ha estado alcahueteado por el gobierno de Hugo Chávez primero y ahora por el de Nicolás Maduro. Van más de 20 planes de seguridad, más de 20 ministros de Relaciones Interiores, lo que demuestra poca seriedad en el tratamiento del tema. La creación de la Policía Nacional fue un paso positivo, pero su concreción está generando frustración, pues no solo no baja la incidencia delictiva, sino que demasiados integrantes de ese cuerpo cometen delitos.
Por otro lado, lo que ocurre en las cárceles del país es otra prueba del poco interés gubernamental por enfrentar el problema con seriedad, pues desde las prisiones se están generando delitos. Esta misma semana se pudo leer la reseña de un matrimonio efectuado en la cárcel de Barinas donde el pran del penal se casó por todo lo alto, con orquestas incluidas.
En Aragua es vox populi que desde Tocorón se planifican acciones delictivas y se cobra por recuperar vehículos robados. En este mismo semanario se reseñó todo lo que allá acontece, estado por cierto donde es gobernador uno de los que pasó por la cartera de Relaciones Interiores y se hace el loco sobre este aspecto.
El debate del martes demostró, nuevamente, que este gobierno y su partido son pocos serios, que los verdaderos problemas del país no les importan y que utilizan la Asamblea Nacional para sus intereses particulares. El 6 de diciembre se debe dar el primer paso para enseriar las instituciones y ponerlas al servicio de todos los venezolanos.
Fuente: TalCualDigital
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