- Suspenden audiencia por dos semanas más para culminar las negociaciones
- Sobrinos presidenciales tendrían que implicar a los jefes del cartel
- Abogados concluyen que saldrían muy mal parados de ir a juicio
ANTONIO MARIA DELGADO/adelgado@elnuevoherald.com
Los sobrinos del gobernante venezolano Nicolás Maduro que fueron arrestados por la agencia antidroga (DEA) por intentar vender 800 kilos de cocaína están negociando un acuerdo con la fiscalía federal del Distrito Sur de Nueva York, en la que se comprometerían a brindar más detalles sobre los vínculos del chavismo con el narcotráfico.
Fuentes familiarizadas con la situación dijeron a el Nuevo Herald que los acusados solicitaron una nueva postergación de dos semanas de la próxima audiencia ante la corte, donde Efraín Antonio Campo Flores y Francisco Flores de Freitas —sobrinos de la primera dama, Cilia Flores— deberán declararse culpables o inocentes.
Según las fuentes, la postergación de la audiencia fue solicitada para terminar de negociar con la fiscalía la admisión de culpabilidad, que vendría acompañada por la disposición de los acusados de brindar detalles y testimonios sobre la operación de narcotráfico a la que pertenecían, a cambio de que la fiscalía le recomiende al juez dictar una pena substancialmente inferior a la que les correspondería de ser declarados culpables en un juicio.
El juez autorizó la postergación y la audiencia quedó fijada para el jueves 17 de diciembre, según documentos de la corte.
EL CASO QUE TIENE LA FISCALÍA CONTRA LOS ACUSADOS ES SUMAMENTE SÓLIDO. TANTO ASÍ QUE ELLOS ESTÁN CONVENCIDOS DE QUE NO NECESITAN UNA ADMISIÓN DE CULPABILIDAD
Fuente con acceso a los detalles del caso y que pidió no ser identificada
Los abogados de los acusados no pudieron ser contactados para comentar sobre el caso.
Los jóvenes arrestados, uno de los cuales fue criado por la pareja presidencial, enfrentan cargos que conllevan una pena máxima de prisión de por vida, pero que por lo general conducen a sentencias de entre 20 y 30 años de cárcel.
Un acuerdo con la fiscalía podría conducir a una pena mucho menor, pero los testimonios y los datos que deben ser brindados bajo los acuerdos de cooperación deben ser muy valiosos, dijo una de las fuentes que habló bajo condición de anonimato.
“El caso que tiene la fiscalía contra los acusados es sumamente sólido. Tanto así que ellos están convencidos de que no necesitan una admisión de culpabilidad para conseguir una sentencia. De manera que lo que tienen los acusados que brindar tiene que ser substancial para que ellos puedan conseguir el acuerdo”, dijo la fuente con acceso a los detalles del caso y que pidió no ser identificada.
“Ahora lo van a tener que decir todo. En los próximos días, ellos van a entrar en un proceso de armar todo un inventario del tipo de detalles que ellos pueden aportar para entonces allí proceder con las negociaciones”, explicó.
Otra de las fuentes dijo que las posibilidades de que consigan un acuerdo va a depender de la capacidad de los jóvenes de inculpar a los jefes de la operación criminal de la que formaban parte, y de quiénes les suministraron la droga.
Añadió que solo uno de los dos acusados había decidido declararse culpable desde un inicio, mientras que el otro quería ir a juicio.
No obstante, el segundo acusado cambió de opinión después de que sus abogados examinaran la extensa cantidad de evidencia que había sido acumulada en su contra y determinaran que saldría muy mal parado de ir a juicio.
CASI TODAS LAS CONVERSACIONES CON ELLOS DURANTE LA OPERACIÓN ENCUBIERTA FUERON GRABADAS TANTO EN VIDEO COMO EN VOZ
Félix Jiménez, ex oficial de alto rango de la DEA
Los atribulados sobrinos de la pareja presidencial ya habían aportados detalles adicionales durante conversaciones que sostuvieron con agentes de la DEA después de que fueron arrestados a inicios de mes en Haití, al término de una operación encubierta de ocho meses donde los jóvenes fueron grabados en video negociando los 800 kilos de cocaína de alta pureza.
Al momento de su arresto, los jóvenes declararon que la droga pertenecía al presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, quien es investigado por las autoridades estadounidenses bajo sospecha de que encabeza el denominado Cartel de los Soles, organización criminal que monopoliza el narcotráfico en Venezuela.
Pero la versión fue desmontada rápidamente por los agentes, y los sobrinos presidenciales terminaron testificando que la droga pertenecía al gobernador del estado Aragua, Tarek El Aissami, quien también es investigado por las autoridades.
Observadores consultados han señalado que las autoridades han logrado armar un caso muy sólido contra los dos jóvenes.
“Es devastador”, señaló Félix Jiménez, quien llegó a ocupar el tercer puesto en importancia en la DEA antes de pasar a retiro.
“Casi todas las conversaciones con ellos durante la operación encubierta fueron grabadas tanto en video como en voz. Si fue una reunión, esa reunión fue grabada en video, si fueron unas conversaciones por teléfono, esas conversaciones fueron grabadas. El caso es sumamente fuerte”, explicó Jiménez.
Ante ese grado de evidencia, la única esperanza que podrían tener los jóvenes para reducir la condena sería cooperar con la fiscalía, para ayudar a enjuiciar a personas de mayor peso dentro de las operaciones de narcotráfico, dijo.
El Nuevo Herald
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