FERNANDO PÉREZ BARRIOS lic.ferpeba@hotmail.com / TalCualDigital
Todos los venezolanos conocen de las maniobras que se ha realizado en los circuitos electorales a los fines de que incida el resultado favorable al oficialismo; grave la denuncia de “Control Ciudadano”, de que 30.000 milicianos votaran en los estados de excepción y la frontera
Muchos de los que opinamos y analizamos la situación del país no somos dirigentes ni actores políticos, simplemente ciudadanos. Nuestro rol en particular es de espectador del acontecer nacional y como tal se contribuye con modesta interpretación de los hechos que se suceden en el quehacer y desarrollo político, que a fin de cuenta determina por las decisiones y ejecuciones de planes y proyectos de gobierno, el estado de bienestar, paz y progreso o en contrario, en malestar, empobrecimiento y destrucción de las áreas productivas, que generará el sentir, la emotividad, la felicidad o frustración de los conciudadanos.
A días de las elecciones parlamentarias, la sociedad está a la expectativa, porque está consciente que del resultado se dará un paso trascendente a cambios para bien, o por el contrario el caos que se siente y percibe, perdurara en forma más radical.
Sobre el proceso eleccionario y la participación ciudadana, se ha comentado hasta la saciedad, se siente en la calle que la intención a votar es significativa, lo deseable es que superara el 70%. No dudo del deseo vehemente del venezolano por cumplir con ese deber sagrado, en esta hora crucial y menguada que vive Venezuela; por demás está reafirmar lo que todas las encuestas reflejan, y estas pocas veces se equivocan; de tal manera, es difícil no palpar que la población en su mayoría incluyendo al sector cautivo del oficialismo, no sienta en carne propia el estado de descomposición en todos los estratos que conforman la institucionalidad del país.
El punto neurálgico del caso radica en que los votos mayoritarios de la Unidad Democrática, se dispersan frente a la “ingeniería electoral” que aplica el CNE y el gobierno, que controla parcialmente el sistema electoral. Todos los venezolanos conocen de las maniobras que se ha realizado en los circuitos electorales a los fines de que incida el resultado favorable al oficialismo; grave la denuncia de “Control Ciudadano”, de que 30.000 milicianos votaran en los estados de excepción y la frontera, que incidiría en el número de diputados a elegir, igual hay pruebas de centros de votación poco confiables o vulnerables, por triquiñuelas, abusos e ilícitos que vulneran y desconocen la voluntad del elector.
Por esto y mucho más el fantasma del temor y la duda no nos abandona. El blindaje en las mesas de votación por parte de la oposición y la tendencia mayoritaria del voto es darle un viraje al Parlamento; debemos confiar y esperar que “Tibiri Tábara” irreversiblemente le diga al país que la MU D tiene una mayoría de diputados, ¡ Ver para creer!, pero seamos optimistas con el canto de Rubén Darío, “Vuelva el antiguo entusiasmo, vuelva el espíritu ardiente que regará lenguas de fuego en esa epifanía…ven llegar el momento en que habrán de cantar nuevos himnos”.
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