El exsecretario general de Sutiss Yunis Hernández aseguró que en 16 años de gobierno revolucionario, dizque de izquierda, lo que han hecho es acabar con el parque industrial de Guayana. Señaló que es un absoluto fracaso, un total abandono en el cual se perdió el activo más importante que era emocionarse por ser sidorista
“Hoy no tenemos nada que celebrar, pues lo que reina es la tristeza. Antes era motivo de orgullo ser sidorista, pero este Gobierno acabó con la moral, la disciplina y la cultura de trabajo que caracterizaron a la corporación”.
Estas palabras de Yunis Hernández, exsecretario general de Sutiss aluden a la grave situación que, en su criterio, prevalecen para la fecha en la Siderúrgica del Orinoco (Sidor).
“Hoy Alfredo Maneiro, a propósito del quincuagésimo tercer aniversario de la primera colada de acero líquido registrada en el principal complejo de las empresas básicas de Venezuela, con asiento en la entidad bolivarense”, señaló Hernández.
A juicio del dirigente obrero, con 38 años de servicio en la Siderúrgica, se perdió aquella mística con la cual naciera la efemérides de este 9 de julio, allá por 1962, cuando se produjo la vertida inaugural con mineral de hierro procedente del cerro Bolívar, específicamente, en el horno número 1 de la Acería “Siemens Martin”. El, para entonces, Primer Mandatario Nacional, Rómulo Betancourt, y el general Rafael Alfonzo Ravard, presidente de la Corporación Venezolana de Guyana (CVG) fundada en diciembre de 1960, fueron los principales testigos del importante acontecimiento.
“Con ese hito histórico, la primera colada de acero en Venezuela, se demostró que no solo era posible ‘sembrar el petróleo’, sino también una alternativa de desarrollo para el país, diferente a la hidrocarburífera. Y fue posible por gente traída de los campos, traída, fundamentalmente, de la costa, gente casi analfabeta que vino a dominar la tecnología moderna de la época, para convertir el hierro en acero”, manifestó Hernández.
“Y se hizo bien porque, de ahí en adelante, se creó una cultura del trabajo decente, se formó una ciudad alrededor de Sidor, se envió a mucha gente al extranjero a aprender las nuevas tecnologías, se mandaron muchos técnicos venezolanos a prepararse. La Siderúrgica se convirtió en la segunda entrada de divisas después del petróleo”, destacó el portavoz gremial.
Sin embargo, a decir del declarante, con el arribo de la Revolución Socialista fueron no solo cambiando los lineamientos administrativos, sino también el perfil de quienes laboraban en Sidor. “Todos los venezolanos, todos los guayaneses se sentían orgullosos de nuestra industria siderúrgica, los trabajadores venidos de aquí y de otras latitudes experimentaban orgullo de vestir una franela, de tener una camisa, de portar una gorra con el logotipo de Sidor”, indicó Hernández.
DE UN ORGULLO, A LA VERGÜENZA
“Hoy, esto es un desastre; en 16 años de gobierno dizque revolucionario, dizque de izquierda, lo que han hecho es acabar con el parque industrial de Guayana. Un absoluto fracaso, un total abandono en el cual se perdió el activo más importante que era emocionarse por ser sidorista. Acabaron con las carreras profesionales y con el orgullo de ser gerente, de ser supervisor, jefe de planta, jefe de turno o superintendente, hasta el punto de que yo creo que actualmente nadie quiere asumir puestos de responsabilidad”, expresó Hernández, acotando que la corporación fue “partidizada”. “Eso no tiene nada que ver con la meritocracia y con el respeto al conocimiento”, agregó.
El vocero laboral recordó que fue hace ocho años, después de un período de privatización, cuando el Estado primero, con el Ejecutivo de Miraflores dirigido por Hugo Chávez; y, luego, por Nicolás Maduro se ocupó nuevamente de Sidor, aunque tilda de manera muy particular los procesos gestados.
“Chávez, en esas loqueras populistas que caracterizan a este Gobierno, nacionalizó, entre comillas, a Sidor. Los trabajadores decimos que no hubo una nacionalización, como la entendemos, lo que hubo fue una reprivatización porque, inclusive, no se la entregó al Estado sino que se la entregó al partido”, dijo.
“Ahora tenemos una Siderúrgica que después de haber producido hasta hace ocho años 4 millones 500 mil toneladas de acero líquido, de tener una empresa al día, de tener una empresa que instruía constantemente en lo académico y técnico a su personal, se encuentra en ruinas, paralizada, sin políticas de mantenimiento de equipos acaba de dañarse un horno de la acería , con una producción de solo 300 mil toneladas de acero”, denunció Hernández.
En hechos concretos, si esto ha sido consecuencia de la dirección del Gobierno en ocho años, imaginen cómo estarán Alcasa, Venalum, Interalúmina, Ferrominera y la propia CVG con 16 años en el control, se preguntó.
Para Yunis Hernández, exsecretario general de Sutiss y directivo del Movimiento Unidad Matancera, más allá de las pérdidas económicas incuantificables, recordando que el Gobierno Nacional no presenta las cifras correspondientes; y de que resulta deplorable el éxodo de profesionales de la Siderúrgica del Orinoco hacia otros destinos Argentina, Chile, entre otros , requeridos por su experiencia; nada es comparable con la “pérdida de la moral” en el principal recurso, el humano, con el cual cuenta Sidor como industria y el país como factor de desarrollo, engrandecimiento y progreso.
Cort. TalCualDigital
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