lunes, 31 de agosto de 2015

Conflicto en la frontera colombiana erosiona la popularidad de Maduro

ANTONIO MARIA DELGADO/adelgado@elnuevoherald.com
La crisis fronteriza creada por el régimen de Nicolás Maduro ha incrementado las tensiones entre Colombia y Venezuela, y la comunidad internacional muestra preocupación por el riesgo de que la situación empeore, pero expertos ven poco probable que la incendiaria retórica que está siendo intercambiada entre los dos países desemboque en un conflicto bélico.


Analistas consultados advirtieron que la decisión de Maduro de cerrar la frontera y emprender violentamente la deportación masiva de cientos de colombianos están acarreando un alto costo político, reforzando en el exterior la percepción de que encabeza un régimen que viola los derechos humanos y simultáneamente ofendiendo a la extensa población de venezolanos con raíces colombianas.

Los expertos, sin embargo, opinaron que es poco probable que la situación conduzca a un conflicto bélico, aún cuando la hostilidad manifestada en los pronunciamientos de ambos países ha alcanzado niveles alarmantes, y que más de 2,000 efectivos de las Fuerzas Armadas venezolanas han sido despechados a la frontera para salir en busca de colombianos indocumentados.

A PESAR DE LA RETÓRICA EL RIESGO DE UN CONFLICTO ARMADO ES BASTANTE BAJO
Diego Moya-Ocampos, analista

“A pesar de la retórica el riesgo de un conflicto armado es bastante bajo”, opinó desde Londres, Diego Moya-Ocampos, analista senior para América Latina de IHS Global Insight.

El asesor político Orlando Viera Blanco coincidió desde Montreal al explicar que las acciones de Maduro en la frontera en realidad cuentan con muy poco respaldo de la población venezolana, al tiempo que el gobierno del presidente colombiano Juan Manuel Santos está muy interesado en mantener algún grado de armonía con el régimen bolivariano, ya que es pieza importante en sus aspiraciones de alcanzar un acuerdo de paz con las FARC.

El general Vicente Luis Narváez Churión, ex ministro de Defensa de Venezuela, dijo que esas negociaciones con la guerrilla colombiana en La Habana están llevando al gobierno de Santos a ser mucho más paciente con Maduro de lo que sería cualquier otra administración.

“A Santos no le conviene establecer un pleito con Venezuela”, dijo Narváez desde Miami, antes de señalar que la situación es muy diferente por parte del actual gobernante de Venezuela: “A Maduro ese riesgo le importa un comino, porque no sabe lo que hace”.

No obstante, el cierre de la frontera y la deportación a empujones de al menos 1,100 colombianos, lo que ha llevado a otros miles a salir del país voluntariamente, ha escandalizado a la comunidad internacional y generado gran indignación en Colombia.


“Estamos supremamente indignados por lo que está haciendo el gobierno de Venezuela. Nunca, en 200 años, esto había pasado. Con el presidente Chávez tuvimos muchísimas diferencias. Nunca ofendió al pueblo de Colombia, de la manera como usted [Maduro] lo está ofendiendo. Aquí estamos todos indignados, todos unidos, todos de pie”, declaró la semana pasada el ex presidente César Gaviria, en comentarios que reflejan el sentir del país andino.

La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Organización de Estados Americanos (OEA) tienen previsto discutir la crisis colombo-venezolana la próxima semana.

El gobierno de Estados Unidos alertó el sábado sobre un “empeoramiento” de la situación humanitaria en la frontera, y abogó a favor de redoblar los esfuerzos para atender “las necesidades inmediatas de los deportados o desplazados”.

Según el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, más de 8,250 colombianos han sido obligados a abandonar a Venezuela desde que Maduro cerró la frontera, proceso que ha quedado registrados en desgarradoras imágenes de familias pobres cruzando el fronterizo rio Táchira a pie mientras llevan sus pertenencias a cuestas.

Esas imágenes han estado deteriorando las pocas simpatías que el régimen aún tenía en el campo internacional.

“Este es un gobierno que está cada vez más solo y que está cada vez más arrinconado”, comentó Moya. “Para tratarse de un gobierno que acusa a todo el mundo de fascista, no pudo haber encontrado una manera más fascista de obrar, con imágenes que se conectan con lo peor en la historia de la humanidad”.

Las deportaciones y el cierre de la frontera están generando situaciones muy difíciles para miles de personas, incluyendo en el lado venezolano de la frontera, donde cientos de niños venezolanos están siendo separados de sus padres, opinó desde Miami el Coronel de la Guardia Nacional venezolana, Antonio Semprún.

“Es una situación muy lamentable que no se está atendiendo”, dijo.

La crisis generadas por las acciones de Maduro están siendo muy mal vista por la mayoría de los venezolanos, que tradicionalmente han mantenido nexos de amistad e identidad con los habitantes del vecino país.

LA IDENTIDAD DEL VENEZOLANO CON EL COLOMBIANO ES HISTÓRICA, Y ES UNA IDENTIDAD HORIZONTAL
Orlando Viera Blanco, asesor político

“La identidad del venezolano con el colombiano es histórica, y es una identidad horizontal. Hay identificación histórica con nuestras raíces libertarias, con nuestros próceres, y han identificación histórica convivencial. Hay un movimiento histórico de colombianos hacia Venezuela que no comporta una generación, sino varias generaciones”, comentó Viera.

Y el maltrato al que los colombianos están siendo sometidos genera un efecto adverso en la popularidad de Maduro.

“Esto va a seguir contribuyendo a que la popularidad de Maduro siga cayendo. Gran parte de la población colombo-venezolana vive en las zonas populares, y muchos de ellos tradicionalmente han sido chavistas. Después de todo esto, es muy difícil creer que van a seguir siéndolo”, dijo Moya.

Según cifras del Banco Mundial, la comunidad colombiana en Venezuela alcanzaban casi las 700,000 personas en el 2012.

Cort. El Nuevo Herald

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