Hace poco invitó a que se firmase un acuerdo a los fines de que se respetasen los resultados de las próximas elecciones; pero al lado de esto invita a los suyos a ejercer la violencia, y él mismo a ejercerla si ganara la oposición; (¿No es esto suficiente como para de antemano acusarlo por la comisión del delito de instigación a delinquir?)
Como se sabe, el lenguaje es sobre todo una herramienta del espíritu, algo inherente a la condición humana; por el lenguaje se sabe ante qué persona se está, si ante un ser decente o ante un camorrero. El lenguaje, pues, desde la ética y no sólo desde la semántica. Vemos que el Presidente en sus peroratas lanza cosas al voleo, mentiras históricas así como de otras especies, acusaciones sin sustento alguno, frases sin relación alguna entre ellas, repeticiones a granel, en fin, vaciedades, un menestrón de lo más indigerible; las contradicciones abundan, pide diálogos, las palabras paz y amor son consignas permanentes en sus discursos, pero al lado de esto insurge luego con lenguaje vejatorio, despreciativo y soez; como decir “el perro que regresa a su vómito”, como se dice del necio en el libro de los Proverbios (C-26.11) hace poco invitó a que se firmase un acuerdo a los fines de que se respetasen los resultados de las próximas elecciones; pero al lado de esto invita a los suyos a ejercer la violencia, y él mismo a ejercerla si ganara la oposición; (¿No es esto suficiente como para de antemano acusarlo por la comisión del delito de instigación a delinquir?).
Echar, pues, a la basura los sufragios de los disidentes, al modo de cómo Chávez lo hizo con los 800 mil votos obtenidos dos veces por Ledezma. Una mente pues, bastante descompuesta conduce al país. Y dígame usted, estas extravagancias: Un día estableció un parentesco entre Don Simón Rodríguez y Ezequiel Zamora y de Chávez con Rosa Luxemburgo. Y qué cosa, más risible eso de que Chávez y que completó la obra de Bolívar; debe ser por eso que se nos obliga a llamar bolivarianismo a este cúmulo de depredaciones de todo tipo que nos deshonran y deshonran al país ante el mundo. Y cómo aburren esas constantes alusiones patrioteras a la independencia, para decirnos de manera altisonante que Chávez fue un militar como aquellos que combatieron al lado de Bolívar.
NOTAS.- 1.- Dijo un día Rafael Cadenas; se habla muy mal el idioma; Sí, yo recuerdo que antaño en mí pueblo de Barlovento hasta los campesinos y los pulperos sabían hacer una frase. Hoy ni los más altos voceros de este régimen la saben hacer.
2.- ¿El más ostentoso premio periodístico? El que le fue obsequiado a ese entrevistador que lo tienen allí para que cubra las cosas sucias de este régimen como los gatos hacen con las suyas.
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