El Banco Central de Venezuela (BCV) modificó su política de intervención en el mercado cambiario para regresar al sistema de subastas de euros entre los bancos, en lugar de realizar asignaciones directas de moneda europea en cualquier momento, según pudo conocer Banca y Negocios de fuentes bancarias.
La decisión comenzó a ejecutarse en la jornada de este miércoles 27 cuando el BCV reinstaló el sistema de subastas, mediante el cual son los bancos los que realizan posturas de acuerdo con las necesidades estimadas de divisas de sus clientes y el ente emisor hace las asignaciones, mediante un mecanismo no muy claro de subasta holandesa, a una tasa de cambio que el mismo organismo, finalmente, establece.
Este cambio se interpreta como una señal de que el gobierno no cuenta con las reservas de euros necesarias para sostener un nivel de intervención eficaz para moderar la tendencia alcista del mercado paralelo. Está por verse y el sistema de subasta continúa en los próximos días.
Como ya lo señaló un análisis de la firma consultora Aristimuño Herrera & Asociados, la capacidad de astringencia del BCV, a través de la inyección de euros en efectivo a la banca de manera directa y discrecional, no fue suficiente frente al volumen de liquidez en bolívares, por lo que se necesitaba quintuplicar las cantidades de divisas europeas para que hubiera un efecto real en el precio del dólar no oficial.
De acuerdo con las fuentes consultadas las cotizaciones del euro en la subasta de ayer promediaron los 42.000 bolívares.
En todo caso, queda claro que el BCV parece no tener capacidad para contener el alza del dólar no oficial y buscará mantener la competitividad del tipo de cambio surgido de las mesas de dinero de la banca nacional. En el sistema bancario consideran que el precio del dólar podría ubicarse sobre los 45.000 bolívares en los próximos días.
Para las instituciones del sector bancario, este regreso al sistema de subastas representa un cierto alivio, porque el mecanismo de intervención cambiaria suponía una fuerte presión, ya que el emisor asignaba discrecionalmente las cantidades, las cuales eran de venta obligatoria en un plazo determinado. Si algún banco no podía cumplir con esta determinación, pagaba una penalización.
Las fuentes indican que los euros llegaban los días miércoles y jueves, por lo que el plazo para ofrecer las divisas era de apenas 24 o 48 horas.
En el último mes, el precio del dólar, tanto en el mercado oficial como en el paralelo, ha subido más de 60%.
Tomada de: Banca y Negocios
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