miércoles, 13 de noviembre de 2019

Según Naciones Unidas, 6,8 millones de personas en Venezuela sufren de hambre crónica

Los datos para América Latina indican que 187 millones de personas sufren inseguridad alimentaria moderada o grave. De ellos, 53,7 millones estuvieron en situación de inseguridad alimentaria grave entre el 2016-2018


En Venezuela la emergencia humanitaria compleja es cada vez más alarmante, su alto impacto en la sociedad hace que cada vez sus daños sean más evidentes, así quedó demostrado en el más reciente informe de las Naciones Unidas sobre el Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional de 2019. 

Esta investigación señala que para el 2018 Venezuela alcanzó la cifra de 6.8 millones de personas con hambre crónica, lo que representa un incremento alarmante en comparación con con el trienio 2013-2015, cuando 2,9 millones de personas tenían malnutrición.

Esto quiere decir que durante los últimos tres años el hambre en Venezuela se multiplicó por más de dos, siendo uno de los pocos países de América Latina y el Caribe que registró un incremento en sus niveles de subalimentación.

De acuerdo a lo publicado en el informe para el 2018 la permanencia de la malnutrición en la región descendió en un 11,9%, siendo las suregiones de Sudamérica y el Caribe donde las tasas disminuyeron en al menos 5 puntos porcentuales.

Cabe destacar que Haití se mantiene como el país con la más alta prevalencia de subalimentación de la Región. Prácticamente la mitad de su población padece hambre crónica, una situación que no ha presentado cambios representativos en las últimas dos décadas.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) más de 1.900 millones de personas en el mundo sufrieron de inseguridad alimentaria moderada o grave, todo esto entre el trienio 2016-2018, es decir, una de cada cuatro personas. De ellas, más de 650 millones experimentaron inseguridad alimentaria grave

Se dice que las personas se encuentran en situación de inseguridad alimentaria grave cuando los al menos uno de los integrantes del hogar se hayan quedado sin alimentos, hayan experimentado hambre y, en las situaciones más extremas, hayan pasado varios días sin comer. En cambio, se habla de inseguridad alimentaria moderada cuando los miembros de una familia se ven obligados a modificar la cantidad o calidad de los alimentos como consecuencia de las incertidumbres asociadas a su capacidad de acceder a alimentos.

Los datos para América Latina indican que 187 millones de personas sufren inseguridad alimentaria moderada o grave. De ellos, 53,7 millones estuvieron en situación de inseguridad alimentaria grave entre el 2016-2018. Aproximadamente dos tercios de esa población se concentraba en Sudamérica.

En 2018, el 6,5% de la población regional vive con hambre, lo que equivale a 42,5 millones de personas. Desde una perspectiva de más largo plazo, la Región logró reducir en 20 millones el número de subalimentados con respecto el año 2000. Sin embargo, el 2018 marca el cuarto año consecutivo en el que el hambre muestra alzas continuas.

Con información de las Naciones Unidas
Tomada de: TalCualDigital

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