LEONARDO OSORIO BOHÓRQUEZ / IDEAS EN LIBERTAD 7JUN2020
En reiteradas oportunidades se ha insistido en la necesidad de analizar adecuadamente las medidas económicas tomadas por el chavismo a lo largo de los años, su finalidad nunca ha sido el bienestar de la población sino como afianzar sus políticas de control y sacar beneficios para su círculo de poder.
Esto permite ir mucho más allá del simple rechazo a las medidas tomadas por el gobierno como es común. Recientemente Nicolás Maduro anunció que la gasolina recibiría un subsidio directo a través del carnet de la patria, y tendría un costo de 5 mil bolívares el litro con la posibilidad de llenar hasta un máximo de 120 litros al mes. Por su parte el sector transporte tendría un subsidio total, y en tercer lugar habría una venta dolarizada del combustible a 0, 50 centavos de dólar el litro.
Las dos primeras formas de subsidio serían mantenidas en teoría por un estimado de 30 a 90 días. Esto quiere decir que la venta directa de gasolina en dólares pasará a ser en el corto plazo la manera predilecta para cobrar el suministro del combustible en el país como era de esperarse.
Las reacciones políticas no se hicieron esperar ante tales anuncios, pero Juan Guaidó y la Asamblea Nacional han declarado la ilegalidad del incremento en el precio de la gasolina, pero los problemas no se resuelven con simples denuncias ante un gobierno que actúa al margen de toda legalidad desde siempre. Es parte inherente de su naturaleza
Por su parte los economistas explican el malestar que esas medidas causan a la población y lo inadecuado de esas políticas. Por un lado, se reconoce la necesidad de abandonar los subsidios, insostenibles para un gobierno sin ingresos suficientes para regalar la gasolina a toda una nación, que además ahora necesita ser importada por la paralización de las refinarías en el país.
Incluso en el supuesto de que se lograra constituir un gobierno interino y se pueda acceder a financiamiento internacional, de todas maneras para un Estado altamente endeudado que necesita corregir el déficit fiscal, es fundamental sanear las finanzas públicas y progresivamente cobrar el precio de todos los servicios para garantizar su
El problema es el contexto económico actual que vive Venezuela con seis años seguidos de recesión, tres años de hiperinflación, con un aparato productivo en su mínima expresión y unos sueldos paupérrimos, en ese escenario el incremento de la gasolina solo viene a empeorar la situación sobre todo en medio de la pandemia.
La eliminación de subsidios debe hacerse en paralelo con todo un conjunto de medidas macroeconómicas que permita recuperar la productividad en el país, y con ello fortalecer los salarios. El gobierno es muy consciente de esa situación, como siempre, su estrategia esta dirigida a lucrarse por medio de la venta de gasolina la cual ahora pasará a ser un negocio privado, pero de grupos cercanos a las esferas gubernamentales como es común en los sistemas socialistas.
Se crea una nueva élite económica que opera con los beneficios otorgados por el Estado de forma monopólica, seguramente militares y una pequeña minoría gubernamental serán los dueños de las nuevas bombas de servicio que surjan ahora con el negocio de la venta de gasolina dolarizada.
En el socialismo el suministro de bienes y servicios siempre es un lujo que solo una pequeña minoría de la población está en capacidad de satisfacer. La realidad es que las economías de baja productividad y bajos niveles de inversión son donde los productos en general son más costosos para su población.
Pasa ahora con la gasolina, pero el gobierno una vez más logra sacar provecho político y económico de esa realidad de diferentes maneras. Primeramente con la llegada del combustible iraní logra nuevamente reactivar el discurso de haber vencido el bloqueo imperial de EEUU, además, dio la ilusión a parte de la población que podría abastecerse de nuevo de gasolina tras meses de escasez.
Muchos advirtieron que esa gasolina importada no alcanzaría para abastecer el mercado interno, pero en socialismo siempre se sigue la lógica de administrar la escasez de bienes. Nunca existe un surtido pleno, menos de los bienes subsidiados. No ser conscientes de esa realidad a estas alturas dice mucho de la falta de comprensión del sistema en el cual se vive desde hace años.
Una vez se superen los contratiempos para poner operativo el cobro en dólares, esa sería la vía regular para acceder a la gasolina, la escasez siempre será la norma para quienes pretendan obtener ese recurso por medio del subsidio estatal, no para quienes cuentan con suficientes recursos en divisas.
Los nuevos precios reducirán drásticamente la demanda. El gobierno se aprovecha de esa situación de necesidad de la población para aumentar su control social, en los primeros días de puesta en funcionamiento del nuevo sistema se observan largas colas en el país en las bombas de servicio, solo unas pocas han podido suministrar a los pobladores a precios subsidiados.
A pesar de eso, pasan los días y muchos permanecen en las colas con la esperanza de lograr conseguir el preciado combustible. Es la realidad de una población que depende mucho del Estado para lograr cubrir el mínimo de sus necesidades, el venezolano pasa sus días viendo cómo surtirse de bienes y servicios fundamentales para su subsistencia. Necesita de los subsidios para sobrevivir producto de su empobrecimiento. [1]
Lo que esta pasando con la gasolina no es el resultado de una política fracasada del chavismo, todo lo contrario, responde a sus fines estratégicos, por un lado, conserva un subsidio que le permite seguir con el contrabando, por otra parte, monopoliza ahora la venta dolarizada del combustible, y en tercer lugar aumenta sus medidas de control social sobre la población. La gasolina será un nuevo bien privilegiado para las elites del país producto de la ruina planificada por el socialismo bolivariano.
Referencias
[1] Osorio, Leonardo. (2018). La pobreza como instrumento de dominación por parte de los socialismos: El caso Venezuela. Consultado en: http://ideasenlibertad.net/la-pobreza-como-instrumento-de-dominacion-por-parte-de-los-socialismos-el-caso-venezuela/.
Imagen: Obra “Petrol Bowsers” de Keith Henderson
Tomada de: Ideas en Libertad
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