No hay amistad más sólida que la que exhiben los panas Diosdado y Nicolás, cuando se encienden las cámaras de VTV. Pero aguas abajo, el PSUV es un cuchitril para las conspiraciones
No hay amistad más sólida que la que exhiben los panas Diosdado y Nicolás, cuando se encienden las cámaras de VTV. Pero aguas abajo, el PSUV es un cuchitril para las conspiraciones y los operadores políticos de las cuatro corrientes que conviven en el partido rojo.
Hay quienes han aprendido a leer "entre líneas" los discursos presidenciales contra los pelucones, mientras otros interpretan las palabras que salen de "Con el mazo dando" como amenazas hacia sectores "rebeldes" del Proceso. Un clima que se calienta justo cuando empiezan a escoger a los camaradas que irán en las listas de las parlamentarias.
Lo que viene sí es candanga, pero sin Chávez.
Cort. TalCualDigital
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