Los primos Cedeño: Diego y Rafael. A propósito de la alerta amarilla que hace Estados Unidos por legitimación de capitales. No nos perdonan que le hayamos quitado a Pdvsa para regresarla al pueblo, palabras más, palabras menos, son las atribuidas por la prensa internacional al ahora funcionario diplomático Rafael Ramírez, reaccionando ante la medida (una más en el rosario de procedimientos con los cuales el Departamento de Estado se prepara para justificar una conducta extrema).
Todo esto me hace recordar una anécdota que guardo de Hugo Chávez. Sucedió un día cualquiera de 2001, cuando estando en las minas de Guasare (Zulia), en el auditorio de la empresa, Chávez habló de los problemas de Pdvsa ante una buena concurrencia (a mi lado se encontraba Alejandro Andrade, a quien Chávez había designado mi custodia mientras estuviera en el sitio. Andrade todavía no era el magnate al cual hoy se refieren los medios). El entonces Presidente dijo: Algún día dispondré de la caja negra de Pdvsa y la entregaré a Miguel Salazar para que el mundo conozca las barbaridades que se cometieron en la empresa durante la IV República. Eso no ocurrió porque algo pasó para que no se cumpliera la promesa de Guasare. Lo demás es historia conocida y alguien ahora guarda celosamente otra caja negra con lo sucedido durante estos años en Pdvsa (un asunto que al parecer bien conocen en Washington). La amenaza de Estados Unidos que Ramírez quiere hacer creer que se trata de una intimidación contra Venezuela y su Gobierno revolucionario, cómo lo veo yo: pienso que Estados Unidos está en su pleno derecho de efectuar cualquier investigación en su territorio. Ahora, que sea señalado un ciudadano en particular no tiene por qué considerarse como una agresión en contra del país de donde proceda este, tal es el caso de Rafael Ramírez. La súbita riqueza de su entorno tiene cómo crear recelos en relación con su persona. Me pregunto dónde estaba Ramírez cuando su primo asumía sin decoro alguno una conducta de jeque árabe, de la que hablaban tirios y troyanos sin atreverse a mencionar su nombre. Si Ramírez nada tiene que ver, entonces puede dormir tranquilo, ¿para qué preocuparse? Supongo que debe tener a la mano su declaración patrimonial donde comprueba sus ingresos de los últimos años, los cuales nunca podrían asegurarle una vida saudita; sin embargo, no es menos cierto que Ramírez nunca pudo estar al margen de la atmósfera enrarecida que prevalecía en Pdvsa durante su permanencia como presidente. Un aire que llevaba cúmulos cargados de comisiones (que en algunos casos alcanzaban hasta 40%, como la que llegó a exigir el primo Diego a una conocida empresa brasilera so pena de desconocerle la deuda). ¿Tendrá el pariente elementos de base para negar semejante desatino? Me dirán que su actitud no tiene por qué reflejarse en quien se presume pudo haberle dado el garrote. Que se sepa, el primero manejó el sector asegurador dentro de la empresa petrolera, a todas luces el ejemplo de una sociedad de cómplices, donde nadie se atreve a ponerle el cascabel al gato porque todos de una u otra manera, están comprometidos. Asumiendo una visión goebeliana de la política, el primo Ramírez Cedeño considera que cualquier denuncia en su contra es una agresión en contra de Venezuela. Esta práctica no es aislada, lo vemos en lo interno cuando toda denuncia que comprometa a un burócrata es tomada como una prueba de desestabilización. Las palabras de Ramírez encajan en ese contexto. Así ocurrió cuando quiso explicar el incendio de El Palito, allí repitió la tesis del sabotaje. Cualquier incidente que suceda en la industria petrolera se le atribuye al enemigo. Nunca se habla de corrupción ni de cómo se ha saqueado sin piedad los fondos de nuestra primera empresa. Todo el mundo sabe que Diego no es un millonario casual, pero retratarse o recibir retribuciones de este “filántropo” petrolero da caché. ¿Tiene o no Ramírez responsabilidad en el manejo de los fondos parafiscales del Fonden y el control cambiario? ¿Tiene o no responsabilidad en la merma de las reservas internacionales? ¿Acaso no tiene que ver con nuestra acentuada dependencia del petróleo y las importaciones? Que Ramírez explique las ventas de activos de Pdvsa en el exterior. Que razone el porqué de la deuda de más de 100 mil millones de dólares contraída durante su gestión al frente de la petrolera. Que explique por qué importamos petróleo liviano del Medio Oriente para los mejoradores del crudo de la Faja del Orinoco, mientras seguimos exportando a Cuba más de 100 mil barriles diarios de petróleo con esas mismas condiciones. Independientemente de si tienen o no fundamentos las investigaciones por legitimación de capitales asumidas desde Washington, existen variados motivos para que los dos primos estén bajo estado de sospecha.
URGENTE. En honor a la verdad, no deja de levantar suspicacias la deserción del fiscal Franklin Nieves. Haciendo el papel de abogado del diablo: llama la atención su abandono intempestivo del trabajo alegando sentirse presionado para acusar a Leopoldo López. ¿Si los fiscales deben obediencia a la Constitución y a la ley, por qué aceptó la presión que 18 meses después denuncia? Si un fiscal observa actuaciones irregulares al margen de la ley debe advertirlo, cuestionarlas. ¿Por qué el abogado Nieves nunca debatió nada? Tengo entendido que para que sea autentico y pleno, un acto de conciencia debe ocurrir en el momento oportuno y en el escenario natural. ¿Por qué Nieves acude ahora a un escenario político extranjero a exponer argumentos procesales que no fue capaz de sostener en su momento oportuno y su escenario natural? No sería destemplado afirmar que la presión a que estaba sometido y a la que cedió, fue ejercida por factores de poder extranjero que lo obligaron a abandonar al país y que lo hizo para satisfacer intereses antinacionales con la intención de crear inestabilidad. FORTUNAS. Con una rica experiencia que parte de los eventos ocurridos con el Banco Ambrosiano y el Banco de Andorra, los sabuesos en legitimación de capitales en Estados Unidos husmean distintos bancos en el mundo para respaldar sus investigaciones con relación al lavado de dinero que les endosan a varios directivos y exdirectivos de la petrolera venezolana, incluidos quienes estuvieron al frente de la industria entre 2001 y 2014. Las entidades bancarias preferidas por aquellos que presuntamente han acumulado siderales fortunas a través de testaferros, se encuentran generalmente en los llamados paraísos fiscales. Los bancos investigados son: Banco Canadiense Libanes y El bankaudi (Líbano); National Bank of Kuwait NBK (Kuwait); Banc Chaavi, y The Credit do Maroc (Marruecos); Banco República, Banco Comercial y Discount Bank (Uruguay); Banco Islámico de Desarrollo (Arabia Saudita); Banco Credibom, Banco Popular Portugal y Deutshe Bank Portugal (Portugal); Bank of Ireland (Irlanda); Bank Jacob Safra, Barclays Bank PLC, Algemene Bank Gibraltar y Abbey National Treasury International Limited (Gibraltar); Banco Clearstream; Banco Sarasin y Banco International Raiffeisen (Singapur). POSICIÓN. No son pocos quienes han adversado mi nota de la semana pasada acerca del discurso pronunciado por Rafael Cadenas en España, tras recibir el Premio García Lorca de Poesía. No tengo por qué extrañarme porque para eso estamos. En todo caso sostengo mi posición inicial: pase lo que pase, jamás denigraré de mi país y mucho menos en España. No somos una tierra de parias y si hay que plantear la pelea será en el seno de la tierra que me vio nacer. A Rafael Cadenas y a todos aquellos que andan balbuceando sus “penas” por el mundo, les recuerdo las palabras que le dirigió la madre del califa Boabdil tras la pérdida de Granada
(1498); al volver la cabeza para ver a su ciudad por última vez, escuchó a la sultana Aixa decirle: Llora como una mujer lo que no supiste defender como hombre. CONTRARREVOLUCION. ¿Tiempos de revolución o de doblegarse? En el caso de un trabajador contaminado demandando a una de las empresas más grandes del país como lo es Outsourcing S.A., prevalece doblegarse. Con este caso no hay revolución proletaria que valga para la inspectora del Trabajo de Aragua y los jueces que han llevado el asunto. El abogado de la empresa, guapo y apoyado, según él por Elvis Amoroso, da como un hecho una decisión favorable para Outsourcing S.A. La revolución traicionada para Humberto Torres Díaz, incapacitado por inhalar gases nocivos durante su trabajo como etiquetador en esa firma. PICADILLO. Lina Ron fue muy acertada cuando llegó a decir que se debe vivir para la revolución y no vivir de la revolución; esto último se ha convertido en una práctica, por ejemplo, en Caracas, el pasado sábado 10 de octubre, en un lujoso salón de fiestas se celebró por todo lo alto, el cumpleaños de la esposa de un diputado rojo. En realidad el derroche fue obsceno; atrás quedaron los días de las empanadas y el picadillo de una sopa llanera, para darle paso al gasto desmedido comparable con los relajos de Sodoma y Gomorra. La octavita la celebraron en Aruba, cuyo aeropuerto fue fiel testigo del congestionamiento de los aviones de una burguesía faramallera. Razón tenía Lina. ASADORES. Siguiendo las excentricidades de la revolución, esta vez el escenario fue el exclusivo Country Club de Punta Cana en Santo Domingo. Allí se realizó un campeonato de caballos de pura raza. Al evento acudieron ricachones de todas partes del mundo, contando con la presencia de “revolucionarios” venezolanos que se codearon con lo más granado de la realeza jurásica del jet set mundial. Como cucarachas en baile de gallina departieron, entre otros, los criollos Luis Javier Lujan, Chepita y Eduardo Gómez Sigala, Alberto Volmer, Marco Zarikian, Alejandro Andrade, Samar López, Gustavo Perdomo y Esteban Pineda. Posteriormente asistieron a un concurso mundial de asadores de carne. Extravagancias de la elite unitaria (revolucionarios y opositores). CONDOLENCIAS. Se fue Gumersindo Rodríguez (el tío Gumer), creador del V Plan de la Nación durante el gobierno de CAP I (La Gran Venezuela). Va nuestro pésame para sus familiares y en especial para Nelson Rodríguez (compañero nuestro en Economía de la UCAB 1977), igual para Simón González.
Fuente: Las verdades de Miguel
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