Por: VenEconomía
Esta primera quincena de junio ha sido demoledora para la imagen del régimen de Nicolás Maduro.
No hay informe publicado en el que haya salido medianamente bien evaluado en área de desempeño alguna.
Por un lado, en el Índice de Estado de Derecho para 2015 que publica World Justice Project , una iniciativa de la American Bar Association que data de 2006, Venezuela obtuvo la peor puntuación, colocándose en el último lugar entre los 102 países evaluados. Este pésimo resultado evidencia el deterioro del Estado de Derecho y Justicia que existe en el país.
Este índice evalúa cómo experimenta la población el Estado de Derecho en situaciones cotidianas, aplicando encuestas a unos 100.000 hogares. Estas encuestas son analizadas por 2.400 especialistas, partiendo 44 indicadores agrupados en ocho categorías: ausencia de corrupción, restricciones sobre el poder gubernamental, apertura del Gobierno, respeto a los derechos fundamentales, cumplimiento de las regulaciones, orden y seguridad, justicia civil; y justicia penal.
Por otro lado, la ONG Transparencia Venezuela publicó a principios de mes su Informe sobre Corrupción en las misiones sociales, los programas clave de reparto creados durante el Gobierno de Hugo Chávez, y ampliados por Maduro, que tantos beneficios electorales le ha dado al oficialismo.
En este Informe TV evaluó ¨el impacto de la corrupción en el disfrute de los derechos sociales para comprender las deficiencias de las políticas y programas a los que el Estado ha destinado numerosos recursos en la última década¨.
El estudio reveló que este flagelo ha vulnerado los derechos humanos en casos individuales y ha impactado negativamente el ejercicio de los Derechos Económicos Sociales y Culturales debido a la falta de normas, sistemas y procedimientos transparentes y de instituciones responsables que impidan, limiten y sancionen los abusos, la desviación de los recursos, la sobrefacturación y el tráfico de influencias. El fracaso de las misiones se ve reflejado en el incremento de la pobreza que según el Índice sobre las Condiciones de Vida (ENCOVI) 2014, pasó de estar en 46% en 1998 a 48% en 2014.
Otro informe que reprueba la gestión de Maduro es el de Provea correspondiente a 2014, en el que se documenta con cifras, estadísticas y testimonios las ingentes violaciones de los derechos humanos en Venezuela. Entre otras violaciones, Provea denuncia la criminalización de defensores, la regresividad de los avances en reducción de la pobreza en Venezuela, el desabastecimiento de medicinas, la privatización de los servicios de salud por la vía de hecho, la construcción de un Estado policial, el incremento impune de la inseguridad.
Además de que resalta la falta de diálogo directo con el Estado, que obliga a que Provea tenga que acudir a instancias internacionales para que el Estado responda interrogantes sobre la situación de derechos humanos en el país.
Mientras en lo económico, el Banco HSBC elevó proyección de la contracción económica para Venezuela a 7,5% en 2015, 0,9 puntos porcentuales más que las estimaciones realizadas a principios de año. Según informe del banco, la inflación cerrará en 175% (31 puntos porcentuales más de lo previsto).
Pero, estas malas notas parece que poco importan a Maduro ni a sus huestes. El discurso de violencia y confrontación sigue imperturbable, tal como lo demostró Maduro hace unos días cuando, desde ciudad Belén (estado Miranda), en tono amenazante aseguró que ¨si fracasara la revolución bolivariana y el imperialismo toma el control del país, que los venezolanos se preparen para un tiempo de masacre y muerte¨.
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