miércoles, 27 de mayo de 2015

Después de RCTV/VenEconomía miércoles 27may15


Por: VenEconomía
Tal día como hoy, un 27 de mayo de 2007, Hugo Chávez apagó la señal de Radio Caracas Televisión (RCTV), uno de los medios radioeléctricos emblemáticos de Venezuela, de mayor cobertura nacional y de mayor sintonía entre la población.


Se ponía fin así, a una televisora que había estado en el aire desde el 15 de noviembre de 1953, cuando transmitió para su estreno el partido entre los equipos de Cuba y Venezuela en el XIV Campeonato Mundial de Béisbol Amateur, el cual se había realizado en el recién fundado Estadio de la Ciudad Universitaria de Caracas.

Hugo Chávez había dictado su sentencia de muerte meses antes, cuando el 28 de diciembre de 2006 anunció en cadena nacional que no renovaría la concesión a RCTV. El argumento, enunciado por Jesse Chacón, ministro de Comunicaciones, era que el Gobierno requería la señal para prestar un servicio público. Un argumento falso, dado que el Estado tenía por lo menos un canal disponible en la banda VHF (canales 2-13) y decenas y decenas de bandas UHF (canales 14 al 70). Hoy ocho años después, es público y notorio que el canal del Estado sustituto (TVES) está lejos de prestar servicio público alguno.

Lo cierto es que la razón era más que notoria: RCTV había mantenido una posición frontal en contra de las políticas del socialismo del siglo XXI, preconizadas por Chávez. Pero esto era solo el inicio.

Es grande y virulenta el hacha totalitaria que ha caído sobre los medios de comunicación desde entonces. Y se puede decir, sin temor a caer en exageraciones, que la libertad de expresión y de opinión en Venezuela tiene un antes y un después de la salida del aire de RCTV.  Esto a pesar de que ya Chávez había dado pasos certeros para intimidar a los medios y acallar las voces del disenso, entre otros, la promulgación de la Ley de Responsabilidad de los Medios Radioeléctricos, llamada Ley Mordaza, que regula el contenido y pone una espada de Damocles a todo medio independiente.

En la actualidad, según recordaba recientemente el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), existe una veintena de leyes, códigos, reglamentos y normativas que directa o indirectamente establecen un control sobre las comunicaciones y la información, y que son las armas para imponer la censura e inducir a la autocensura, entre los que destacan: la Ley de Responsabilidad Social en Radio, Televisión y Medios Electrónicos; la Ley Orgánica de Telecomunicaciones y la Ley de Comunicación para el Poder Popular.

Hoy la batalla contra la libertad de expresión y la imposición de la hegemonía comunicacional la lleva ganada el gobierno. Medios de comunicación que han pasado a manos de personas afectas a la revolución, como el caso de Globovisión y El Universal; medios a punto de cerrar por falta de papel, como el Impulso, El Carabobeño, La Razón, o que se han constreñido como el caso de Tal Cual, que pasó de ser de una tirada diaria a una semanal, y a circular por internet. Incluso televisoras internacionales, como la colombiana NTN24, han sido sacadas de las parrillas de las cableras por orden de Conatel.

Esto sin contar con las acciones focalizadas del Gobierno en contra de periodistas y analistas que o son acosados con medidas administrativas o son sacados de sus medios por no seguir la línea editorial acrítica al Proceso, o a alguno de sus funcionarios o se han visto forzados al exilio. Los más recientes exabruptos, la orden de prohibición de salida del país con régimen de presentación semanal contra 22 directivos, accionistas y gerentes de Tal Cual, El Universal y La Patilla, tras la demanda por difamación en su contra presentada por el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello.

Como afirmaba VenEconomía en esos momentos, en este mismo espacio: ¨Cuando las puertas de Radio Caracas Televisión cierren este 27 de mayo, habrá llegado para los venezolanos el fin de la más vital de las libertades: La libertad de expresión¨. Hoy es un hecho.

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