A propósito de las recientes actuaciones policiales frente a la delincuencia. El pasado lunes, en Últimas Noticias, José Vicente Rangel se hizo la siguiente pregunta y reflexión: ¿Quién está dando instrucciones para matar a delincuentes, presuntos o reales? En Venezuela no hay pena de muerte y recordarlo –o plantearlo- no es abogar por la impunidad, sino por el respeto de la Constitución.
La situación recuerda aquella consigna de “plomo al hampa”, que sólo sirvió para incrementar el delito y envilecer a los organismos policiales. Rangel plantea una situación a medias. Pero, cómo convencer al ciudadano común sobre algo que hoy le parece tan lejano, como es el respeto a la Constitución. La delincuencia sí parece tener claro que la invocación de los derechos humanos le sirve para, de alguna manera, ampararse cuando se enfrenta armada a los cuerpos policiales. La pregunta obligada sería: ¿Quién apertrecha al delito? Porque no es por mera casualidad que los transgresores dispongan de una capacidad de fuego igual o quizá mayor a la que posee la fuerza policial. Los asesinos han decretado un estado de sitio en casi toda la república. Quién no responda a sus requerimientos cae víctima de sus balas. Hoy la mayoría de las barriadas son zonas “liberadas” donde, paradójicamente, la dictadura la ejercen los delincuentes. Matar es su consigna. Todo ello viene engendrando un sentimiento de Fuenteovejuna en el pueblo, porque además, cuando se presencia a diario la muerte, se manifiesta de manera subterránea un ánimo de supervivencia. Cuando los delincuentes abusan de su poder para no sólo matar, sino violar a las mujeres de los villorrios (ocurre a diario), instintivamente el pueblo apela a la solidaridad para resistirlos. Se trata de la gente de a pie con sus valores de vida honrada, tan frágiles al zarpazo que le aguarda en cualquier escalinata del cerro. ¿Quién imparte la orden de matar delincuentes?, se pregunta Rangel. Me imagino que cuando una unidad policial sale a repeler a un asesino armado hasta los dientes lleva sólo una voz de alto, porque en caso contrario, de ser enfrentada, deberá accionar sus armas. Esa orden es universal. No se está implantando la pena de muerte cuando quien delinquiendo busca imponerse por las armas. ¿Están envilecidos los cuerpos policiales? Seguramente, pero, también está deteriorada la institucionalidad y hay que preguntarle a la ciudadanía si confía en sus instituciones. No hay que confundir postulados con acciones. Un policía debe someter al delincuente, eso no está en discusión. No hay piedad alguna cuando un transgresor subyuga y asesina. Cuántos policías han caído bajo el fuego del hampa. Todos estamos a merced del crimen. Tan sólo aquellos privilegiados, esos que disponen de una férrea seguridad pueden tener cierta garantía. Para el hombre de la calle, la delincuencia no cree en nadie. ¿Hemos fracasado como sociedad? ¿Acaso no es el delincuente quien violenta los derechos humanos? ¿Acaso no es el delincuente quien hace de la pena de muerte una acción del día a día? Probablemente terminemos como Fuenteovejuna: ¿Quién mató al comendador? Fuenteovejuna, señor.
CONCESIONES. Para la leche que da la vaca que se la tome el ternero… si Guyana entrega concesiones petroleras en el Esequibo a la Exxon Mobil, otro tanto podría hacer Venezuela; total, ese es un territorio en reclamación sobre el cual ni Guyana, ni nuestro país, pueden ejercer soberanía. El respaldo para el Gobierno sería total si éste asume la misma conducta de Georgetown. Sin necesidad de disparar un tiro, lo que es igual no es trampa. PARSIFAL. Freddy Bernal se fue del Gobierno, sin pena ni gloria; tendrá que medirse para repetir en la AN. En otro ángulo: Andrés Izarra va como embajador a Austria. Con sir Jorge Arreaza deshojan la margarita. Lo de sir le viene porque de una u otra manera (siempre guardando las distancias), pareciera ser una imitación de Parsifal, el legendario caballero de la corte del rey Arturo. DIVISAS. Las operadoras de telefonía celular alegan pretextos, tales como plataformas caídas, para justificar la incomunicación de los venezolanos en el exterior. Lo cierto es que sus servicios están interrumpidos por una cuestión de divisas. TORRES. ¿Revisen por qué Fogade le vende sus bienes al Banco de Venezuela a precio de gallina flaca? ¿Será cierto que la presidenta de ese organismo es también nómina del mencionado banco? BECARIOS. Sin quererlo, los estudiantes venezolanos en el exterior se han convertido en otro vehículo de propaganda en contra del Gobierno. Abandonados a su suerte, en Europa, por ejemplo, los miran como el resultado de una política equivocada. No digamos que esa muchachada transita el camino de Jean Valjean, pero, por allí parece que va. TINGLADOS. Acepción: tiene varias, por ejemplo, en Chile se usa para referirse a algo improvisado o mentiroso, a una acción o idea frágil. Que Diosdado le va a dar el golpe a Maduro; que sí Elías Jaua se va para Marea Socialista; que si el dólar va rumbo a rebasar los 500 antes de julio… que si sí, que si no. ¿Mercado de tinglados? SOMBRA. Noel Rodríguez desapareció el 29 de junio de 1973. Para la fecha era un dirigente de primera línea en Bandera Roja. 40 años después sus restos fueron localizados y entregados a sus padres. Hoy el fantasma de las desapariciones vuelve a rondar nuestro panorama político. Desde el 27 de febrero pasado nada se sabe del paradero de Alcedo Mora (luchador social), quien había denunciado el contrabando de gasolina. ¿Adónde está Alcedo Mora? ÁVILA. En 2010, para construir viviendas, Julio Monte propuso llevar de 80 a 120 la cota del Waraira Repano; sin embargo, la desafortunada idea no se concretó. No obstante, la imponente montaña igual perece, por un lado están las rancherías y por el otro, están quienes compran las bienhechurías de los campesinos para levantar costosas edificaciones, unas para pasar vacaciones y las otras para menesteres gastronómicos. El parque nacional es apetecible para los “urbanizadores” que paulatinamente le han ido arrebatando terreno al pulmón caraqueño. ¡Salven al cerro que salvaguarda el valle capitalino! BLINDADO. El próximo 20 de mayo se cumplen 20 años del enjuiciamiento de CAP. Aquel fue uno de los casos más sonados de nuestra historia política. Es quizás uno de los entramados de intrigas mejor montados de los últimos tiempos. ¿Quiénes realmente tumbaron a CAP? Sin duda que la respuesta, en primer lugar no debe dejar por fuera a los apellidos Caldera, Poleo, Rangel, Ramos, Miquilena, Peña y Otero. ¿Y el papel de Chávez? Ha podido ser de conductor del blindado que señaló el camino del derrocamiento a quien los mencionados, todos, salvo él, odiaban a muerte. CINDERELLA. Para nadie es un secreto que 95% de la actual estructura física de Vargas fue construida hace más de 50 años bajo la gestión de Marcos Pérez Jiménez. Desde entonces Vargas es la cenicienta de Venezuela, a la espera de un hada madrina. Como en el cuento que unos atribuyen a Charles Perrault y otros a los hermanos Grimm (parodiando a La Cenicienta), mi pobre tierra natal quedó huérfana y sus gobernadores, unos tras otros, han hecho el papel de crueles y feas hermanastras que la han convertido en la sirvienta de su propia casa. La soledad de Vargas es semejante a la de Macondo. El estado muere de sed, mientras el Gobierno actual ha buscado maquillar su drama con obras de ornato. Cuarenta días sin agua, mientras, una cisterna cuesta 2 mil bolívares. Entretanto, las zapatillas de cristal brillan por su ausencia y la sarna, el piojo, la dermatitis, amén de interminables dolencias estomacales, convierten a Vargas en tierra arrasada, donde el poco oxígeno lo espanta la quema de basura. Las colas para conseguir alimentos y los apagones se alían para hacer más difícil la vida guaireña. Como colofón la inseguridad nos indica, como dice la letra (atribuida indistintamente a Sergio Vega como a Tito Rojas), que en Vargas no se debe llorar por los que se van, sino por los que se quedan. INDIGENTES. Los colegios privados están por triplicar sus mensualidades (ya algunos lo hicieron). Alegan que el aumento salarial los tiene contra la pared; sin embargo, a la hora de pagarles a los maestros lloran como menesterosos. OTRA. Tampoco los maestros de Trujillo van al paraíso. La Gobernación les niega el aumento salarial oficial.
Cort. lasverdadesdemiguel.net
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