Hace rato que a Maduro no le funcionan las cortinas de humo lanzadas para tapar la debacle económica y moral generada por el chavismo y exacerbada por su caótico gobierno. Desde su regreso de Panamá como “el gran perdedor” de la Cumbre de las Américas, donde quedó claro que solo recibió el apoyo de los subvencionados del régimen, las cosas han empeorado.
“El acercamiento entre Washington y La Habana escenificado en la Cumbre de las Américas –editorializa El País de España– ha dejado completamente descolocado a Nicolás Maduro, cuyo discurso populista necesita un enemigo eterno que justifique y oculte los problemas internos”. Con la resolución aprobada con mayoría aplastante por el Parlamento español solicitando la liberación de los presos políticos y el respeto de los derechos humanos en Venezuela, Maduro explotó en insultos contra el presidente Mariano Rajoy, en la creencia de que la gangrena ética padecida por los sumisos poderes públicos en Venezuela, regiría también en España, donde sí existe una visible separación de poderes, como corresponde a todo gobierno democrático.
Escudarse en el manido argumento dictatorial de “la soberanía” para seguir violando impunemente derechos humanos y cometer delitos tan graves como los que hace tiempo está investigando la justicia estadounidense sobre la presunta vinculación con el narcotráfico de prominentes figuras públicas en Venezuela (militares y civiles), ya no le sirve al régimen de Maduro. La presión internacional contra su gobierno va en aumento: en solo 48 horas los parlamentos de España, Chile, Colombia y Unión Europea, pidieron la libertad de los presos políticos y esta misma semana, el Congreso chileno, presidido por la hija del presidente Allende, aprobó la solicitud, enviada a la presidente Bachelet, de retirar al embajador venezolano en Chile, hasta tanto el gobierno de Maduro no libere a los presos políticos. La CIDH está cansada de denunciar que en Venezuela no rigen los derechos humanos.
La amenaza de cierre de El Nacional, Tal Cual y La Patilla y la prohibición de salida del país de 22 de sus directivos, ha disparado la mirada crítica de la opinión pública mundial sobre la convicción de que Maduro y Diosdado están acallando a los medios para ocultar los graves delitos de su régimen. Ya no es posible achacar el caos económico y ético del país a los acosados empresarios, que son los únicos que producen lo poco que vemos en los anaqueles; o a la conspiración del Imperio y de la “derecha fascista”. La corrupción y el modelo fracasado por el que se han regido Chávez y Maduro han dilapidado los gigantescos ingresos del país, que más que duplican la suma de lo recibido por todos los gobiernos anteriores juntos. El chavismo, que ha nadado en más de un billón de petrodólares, nos deja una deuda gigantesca, pobreza superior a la heredada (11,3% de los venezolanos hacen 2 o menos comidas diarias, y las proteínas desaparecieron de la dieta del pueblo). El desabastecimiento ha llegado ya a los mercados oficiales y hasta la ONU está pidiendo explicaciones a Maduro sobre la enorme escasez. La inflación se come el aumento salarial, convertido en una burla. Para cubrir la canasta alimentaria se requieren 6 salarios básicos. En su informe sobre la Economía mundial de 2015, la ONU señala que Venezuela está en una recesión profunda", con una caída superior a 7%, mientras que Bolivia, Paraguay y Perú, crecerán por encima de 4%. ¿Se acuerdan de la regaladera a Bolivia hecha por Chávez y seguida por Nicolás? Las reservas han caído a razón de $ 125 millones diarios, y los venezolanos nos preguntamos en qué se están utilizando, dado que no hay alimentos, ni fármacos, mientras Maduro en 4 meses dilapidó $ 5 millones en viajes y los pobres viajeros venezolanos no pueden regresar al país porque sus tarjetas fueron bloqueadas. El agotamiento de las reservas ha disparado el dólar paralelo a 400 bolívares, mientras siguen apareciendo cuentas milmillonarias en Andorra y Suiza de funcionarios rojitos y bolichicos. Estamos con una infraestructura destruida, sin agua, ni luz; hospitales tan agónicos como los pacientes que mueren sin medicinas: el emblemático JM de los Ríos está sin quimioterapia, ni diálisis. El estallido de la criminalidad solo es entendible con la complicidad oficial: “Abundan las referencias a alianzas entre colectivos, paramilitares, policías devenidos en delincuentes y otros especímenes que han prosperado con la complacencia oficial y cuyas culpas el gobierno endilga al capitalismo, la oligarquía criolla y hasta a la cuarta república”, (editorializa El Nacional). Y Last but not least: la inmoralidad de una “justicia” que en vez de abrir una investigación a los altos funcionarios venezolanos, respetando la presunción de inocencia, acusados de presunto narcotráfico , en cambio adelanta una vergonzante solidaridad automática al ensalzar a los presuntos narcos y calificarlos de “héroes”. ¿La cabeza del tsj (con minúscula) habrá leído con detenimiento el enjundioso informe del legendario The New York Times y del The Wall Street Journal? ¿Acaso le preocupa la ruina de las universidades autónomas y la confiscación oficial de los cupos que deberían ser para estudiantes meritorios, y, en su lugar, ingresan a militantes rojitos?
Mr. Shannon visitó a Nicolás por tercera vez esta semana, y lo hizo después de que apareciera en cientos de medios mundiales el informe detallado por los colosos The Wall Street Journal y The New York Times, en el que afirman que la DEA y la Fiscalía Federal están investigando a altos funcionarios del gobierno de Maduro por haber convertido a Venezuela en “centro global de tráfico de cocaína y lavado de dinero”. Así que nadie duda ya de que Nicolás dispone de información privilegiada sobre la cual no puede seguir haciéndose el desentendido, so pena de que los hechos por venir le estallen en sus propias narices.
Cort. El Nacional
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