El actor acudirá hoy ante el juez Andrew Hague para acoger la sentencia que le impuso por acoso en abril, aunque afirma que es totalmente inocente
KARLA FRANCESCHI C./KFRANCESCHI@EL-NACIONAL.COM
Fernando Carrillo asegura que es inocente, pero hoy acudirá ante el juez Andrew Hague para acoger la sentencia que se le impuso por acoso. Por teléfono, el actor explicó que haber tomado esa decisión no implica que asuma la responsabilidad del hecho. Solo lo hizo para evitar el juicio.
“Mi única culpa es haber saludado a una persona que me tendió una trampa. Evito los riesgos de ir a una cárcel de forma injustificada porque la justicia no es una ciencia cierta. Seguiré siendo amable y saludando a la gente con cariño”, señaló.
El protagonista de telenovelas como Abigaíl dijo también que lo que ha vivido es una bendición por la publicidad que ha tenido, a pesar de que se trata de una demanda frívola. “El caso es similar al de la gente que se inventa una lesión para exigirle una compensación al seguro médico. La supuesta víctima no tiene pruebas, los videos de vigilancia desaparecieron y ella nunca fue a la comisaría”, indicó.
Inicialmente, la condena establecía año y medio de arresto domiciliario, 500 dólares de multa, 100 horas de trabajo comunitario y luego un año de libertad condicional. Junto con su nueva abogada, Madeline Acosta, el actor solicitó que se modificara la sentencia por considerarla injusta y porque podía acarrearle problemas migratorios.
Finalmente, Carrillo deberá cumplir solo un año en régimen de presentación mensual, 250 horas de trabajos comunitarios y cancelar una multa de 750 dólares. “Esas horas de servicio a la comunidad se pueden comprar a 10 dólares la hora y eso es lo que voy a hacer”, expresó.
El artista no duda en afirmar que el juez Andrew Hague es racista: “Esto es lo más emocionante que le ha pasado en esa corte de delitos menores. Lo está usando y aprovecha la atención que ha tenido porque tiene pendiente la reelección para seguir siendo juez”. Carrillo piensa que todos los países y sus sistemas de justicia tienen fallas importantes. “Aquí puedo ir a la cárcel siendo inocente y en Venezuela me pueden dar un tiro en una cola mientras espero por un pollo”, manifestó.
Desmintió que tuviera intenciones de hacer carrera política. “Creo que sí debe surgir una nueva generación de políticos en Venezuela y haber cambios para que nazca un país en el que no haya saboteo de una oposición casi desaparecida ni la ineptitud de un gobierno que ha tenido oportunidades de sobra y no las ha aprovechado. Apoyé a Chávez y sufro las consecuencias porque algunos venezolanos todavía lo recuerdan. Estoy afuera no por política sino por mi carrera y tengo muchas ganas de regresar”, finalizó.
Cort. El Nacional
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