Ministerio para Relaciones Interiores, Justicia y Paz de Venezuela |
El gobernante venezolano Nicolás Maduro anunció el miércoles la captura del presunto autor intelectual en el asesinato del diputado oficialista Robert Serra, el ex concejal de la ciudad de Cúcuta, Julio César Vélez González, a quien el mandatario describió como “la mano derecha” del ex presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez.
Maduro aseguró que el asesinato de Serra, quien murió de 36 puñaladas en octubre del 2014, se trató de un acto de “sicariato” político contratado por las agrupaciones de la “derecha venezolana” en conjunto con Vélez y el presidente Uribe.
Pero la versión del mandatario contrasta con las investigaciones policiales realizadas antes de que Maduro asumiera el control del caso, las cuales habían concluido que Serra era un violento homosexual y que había sido víctima de un crimen pasional, según documentos y testimonios recogidos por el Nuevo Herald.
Maduro desmintió el miércoles las informaciones publicadas con anterioridad por el Nuevo Herald y otros medios de comunicación, acusando a éstos de participar en la conspiración contra el joven diputado.
El asesinato de Serra se trató de “un falso positivo”, dijo Maduro en una entrevista con el canal de noticias oficialista Globovision.
“Muchos de estos crímenes como el de Robert fueron preparados de esa manera, inclusive en coordinación con medios de comunicación nacionales e internacionales, con periodistas que comenzaron a escribir y a asesinar [moralmente] a las víctimas como Robert Serra, nuestro joven mártir”, declaró el mandatario.
Según Maduro, Vélez contrató a la banda criminal encabezada por Leiver Padilla, alias “El Colombia”, quien fue extraditado recientemente a Venezuela por parte de las autoridades colombianas.
“Esta persona [Vélez], de acuerdo a toda la información, es prófugo de la justicia colombiana, y es quien entregó el dinero y dirigió todo el proceso para asesinar a Robert Serra; está vinculado a crímenes y delitos contra Venezuela que están en investigación”, dijo el gobernante el martes por la noche, en su programa Contacto con Maduro.
El mandatario acusó a Vélez de ser “la mano derecha” de Uribe en la frontera entre Colombia y Venezuela.
“Es una mano derecha para la política y para acciones delincuenciales, paramilitares, de ataque de la moneda; este señor oriundo de Cúcuta es dueño, propietario de las conocidas casas de cambio que operan en la frontera que llevan el nombre de MerKaCambio”, afirmó el mandatario.
“Este señor [es] acusado por el delito de asesinato en primer grado de su esposa María Claudia Castaño, ocurrido en su apartamento en el barrio Quinta Oriental de Cúcuta, Colombia, Norte de Santander el 16 de abril del año 2010 durante una riña conyugal”, añadió.
Uribe, por su parte, rechazó las acusaciones de Maduro, expresando que afrentas como esa solo le estimulan para seguir haciéndole frente al régimen autoritario de Caracas.
“¿Qué más se puede esperar de la dictadura de Venezuela? Tienen encarcelada a la oposición y mantienen una actitud cínica que va a permitir que mueran de hambre opositores. Nada más se puede esperar de esta dictadura”, declaró el ex presidente colombiano en alusión al ayuno que mantienen a los dos líderes políticos Daniel Ceballos y Leopoldo López, presos desde hace más de un año.
“Cada infamia de la dictadura de Venezuela me estimula más a combatirla”, aseguró Uribe a periodistas en Bogotá.
A diferencia del nombre de Padilla, el de Vélez no aparece en ninguno de los documentos policiales elaborados por los investigadores iniciales del caso.
De acuerdo con los documentos y a personas cercanas al caso, Serra fue asesinado por su amante y ex guardaespaldas personal, quien decidió matarlo porque temía que el diputado terminara eliminándolo.
Y el presunto agresor -Edwin Torres Camacho- tenía razones para temer que eso sucediera.
Según las declaraciones recogidas en el caso, el diputado era el autor intelectual de la muerte de Alexis Barreto, otro ex escolta y amante, a quien ordenó matar porque quería terminar la relación debido a que el diputado le maltrataba.
Torres también quería terminar con la relación y Serra le advirtió que si lo hacía le sucedería lo mismo que a Barreto, cuyo cuerpo fue encontrado sin vida en el Cerro Ávila en julio del 2012, con un tiro en la nuca.
Las pesquisas realizadas muestran que Serra y Torres tenían una relación sentimental, al tiempo que otras personas del entorno del diputado corroboraron que él había hecho la amenaza.
Las investigaciones mostraron que Torres, junto con integrantes de la banda encabezada por Padilla, ingresaron en la vivienda de Serra en la noche del crimen.
Serra, que en su momento era considerado como una de las futuras estrellas del chavismo, también era uno de sus dirigentes más polémicos.
Su base de poder consistía en sus vínculos con los violentos grupos paramilitares conocidos en Venezuela como colectivos y el denominado Frente Francisco de Miranda, una agrupación conformada en gran medida por jóvenes revolucionarios adoctrinados por Cuba.
Cort. El Nuevo Herald
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