martes, 12 de mayo de 2015

El chavismo acabó con Sucre, Luis Germán Cabrera Brazón

LUIS GERMÁN CABRERA BRAZÓN / TalCualDigital

El gobierno maneja con criterio maquiavélico la permanencia de la pobreza en Sucre, entendiendo que mientras más pobre sea una persona, más necesita de los gobiernos despóticos que le tiendan la mano para mitigar su hambre

Sólo un gobierno como éste, que se la pasa inventando cómo ponerle la vida más chiquita a los venezolanos, arremete con fuerza contra la población del estado Sucre, si se quiere uno de los más privilegiados del país tomando en cuenta su posición geográfica en el ámbito nacional e internacional.

Para la boliburguesía chavista esto no es indicador para desarrollar ese potencial con cuenta la cuna del Gran Mariscal Antonio José de Sucre. Es la miopía política de aprendices ideológicos, que no les deja ver la realidad, aposentados en el poder aferrados a una revolución que no es tal y a un socialismo que se abrazó, en otras partes el mundo, al capitalismo más salvaje para sobrevivir.

Sin temor a juzgar a priori o alguna otra equivocación que simulara atisbo contrario; producto del abandono y la desidia, el robo y la corrupción, la criminalidad y la violencia, a la población sucrense le llueve, en buena parte, un estudio científico elaborado por las universidades más prestigiosas del país que señalan un país desnutrido, así:  14% de los venezolanos comen menos de dos comida diarias; 8.6% dice que come insuficiente y con sensación de hambre; 82% hace mercado, cierto, pero no le alcanza para lo que lleva a casa; 80% compra los alimentos más calóricos a bajos precios, se llenan el estómago de pastas y mortadela; se come para subsistir pero no para nutrirse. En Sucre el hambre huele a pareja de harapos.

Los piratas que se aposentaron en Cumaná arrasaron con todo, gobiernan a su manera para hacerlo mal, despilfarran lo presupuestado, toman medidas y decisiones locas porque nunca tuvieron un plan estratégico para el crecimiento y desarrollo de la economía, lo que condujo al desastre que se siente en la industria pesquera, el turismo, la azucarera, tabaquera, cafetera.

Para más desgracia, se hundió la plataforma madre (Aban Peart 2.315 millones de dólares) en las costas de Guiria, para el comienzo de lo que sería el gran complejo gasífero del país; nunca se han tomado en cuenta las minas de El Pilar, mucho menos el lago de asfalto más grande de el mundo ubicado en Guanoco, como tampoco se sabe de los más de 300 millones de dólares aprobados para ser invertidos en el muelle de aguas profundas en la isla Antíca.

El abandono de la procesadora de cacao (232 millones de dólares), planta chocolatera más gran de América Latina, ubicada en Carúpano. Toda su estructura turística se encuentra en franco deterioro. Como si fuera tan poco, el narcotráfico y sus ramales se adueñaron de casi todas las actividades normales del estado. Una pendejada.

Los quince municipios que conforman esa geografía, viven la angustia de no tener buenas escuelas, el sistema hospitalario es un caos, vía públicas en mejores condiciones, carecen de agua y luz eficiente y de calidad, un desempleo galopante y la inseguridad que registra cifras alarmantes de criminalidad, corrupción e impunidad que patean la dignidad de los sucrenses.

No es que sea recurrente llover sobre lo mojado, la corrupción vomita su pestilencia como el fuego el dragón, el volcán la lava, el cuerpo humano el detritus, la saliva el borracho. Sobre el estado Sucre cayó la peste y las langostas que portan unos descorazonados para acabar con esa región del país con su inmenso mar y bosques sombríos que se abrazan para llegarle al país con buenas y mejores ofertas para su desarrollo, pero que el gobierno se niega aceptar.

Esa actitud antipatriótica y gobiernera contra el pueblo de Sucre es miserable, abusiva, injusta y vergonzante. A Sucre le hicieron un saqueo descomunal por esa multimillonaria corrupción despótica bolivariana, como los tiburones que se tragan las sardinas de Paria. El gobierno maneja con criterio maquiavélico la permanencia de la pobreza en Sucre, entendiendo que mientras más pobre sea una persona, más necesita de los gobiernos despóticos que le tiendan la mano para mitigar su hambre.

Es por demás lamentable que estos desmanes  politiqueros se estén cometiendo contra un estado que en su seno reposa una augusta juventud, bañada por los vientos del Turimiquire, la bravía brisa del mar caribe y el corazón henchido de los patricios nuestros que se enfrentaron ataviados con los jirones de su indumentaria, contra las huestes que pretendieron la Patria en aquel momento, hasta ahora no se hayan pronunciado con valentía y firmeza, contra esa grosera arremetida que hace este descalificado y corrupto gobierno al estado Sucre y su gente.

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