Mientras la producción disminuye en Agropatria, la nómina aumenta radicalmente: en las sedes donde existían nueve trabajadores ahora hay más de 30
El Centro de Divulgación del Conocimiento Económico Libertad (Cedice Libertad) publicó el estudio “De Agroisleña a Agropatria, una ruta de caminos verdes”, firmado por Carmen Sofía Alfonzo, y en el cual revelan las cifras y los detalles de lo ocurrido con la empresa tras su expropiación.
El 3 de octubre de 2010, el Estado justificó la expropiación de esta empresa, encargada de proveer suministros agrícolas y créditos para la producción nacional, alegando que Agroisleña vendía con un sobreprecio de hasta 250%. En ese momento, el fallecido presidente Hugo Chávez expresó la polémica frase "Agroisleña está expropiada, ven a mí que tengo flor".
Según el informe de Cedice, la situación de la empresa empeoró tras la adquisición forzosa por parte del Ejecutivo. Entre los datos más alarmantes se encuentra el desabastecimiento en las 108 tiendas existentes. Mientras la producción disminuye, la nómina aumenta radicalmente: en las sedes donde existían nueve trabajadores ahora hay más de 30, según reza el documento divulgado por Cedice Libertad.
Anteriormente, Agroisleña aportaba 100% del consumo de maíz de la industria, alrededor de un millón 450 mil toneladas métricas de maíz blanco, además del 50% del requerimiento arroz y sorgo. La falta de estas semillas y de otros rubros como la papa ha sido la causante de un sobreprecio, en el último caso, de 700%.
Un productor citado por Alfonzo en el documento indicó que Agropatria no está exenta del contrabando hacia otros países. “Lo que aquí cuesta alrededor de 800 bolívares, en el otro lado de la frontera vale entre 3 y 4 mil bolívares. Por eso es que están tan caros el tomate y la cebolla, por ejemplo, porque sus productores se han visto obligados a comprar los insumos en Colombia”, afirmó el productor.
“El Gobierno dice que Agropatria tiene 65% de suministro de insumos agrícolas, pero en términos reales y prácticos posee 100%, porque el sector privado no tiene casi nada. Por la situación país, enfrentan los mismos obstáculos que el resto de las empresas privadas”, afirmó Vicente Pérez, director ejecutivo de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios.
El Centro Nacional de Comercio Exterior le debe al sector alrededor de 70 millones de dólares desde octubre de 2014. Esta prolongada demora, evidentemente, ha imposibilitado a los importadores traer más mercancía porque los proveedores internacionales tienen cerradas las líneas de créditos y detenidos los despachos al país, hasta tanto los empresarios venezolanos no salden los compromisos adquiridos.
Cort. TalCualDigital
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