Los cambios ministeriales anunciados el miércoles por el gobernante venezolano Nicolás Maduro dejaron muy mal parado a Diosdado Cabello, una de las figuras centrales del chavismo que tras perder la presidencia de la Asamblea Nacional ahora también pierde dos importantes fichas dentro del gabinete.
“Aquí hay un gran perdedor en esta reestructuración, que es Diosdado Cabello, [quien] viene acumulando una serie de derrotas en la posición del tablero del poder y en el control de los recursos presupuestarios del Estado”, manifestó desde Caracas Rocío San Miguel, presidenta de la ONG Control Ciudadano para la Seguridad y Defensa Nacional, organización que monitorea el desenvolvimiento dentro de la Fuerza Armada venezolana.
“Cabello pierde por salir del gabinete a un familiar allegado a él”, tras la destitución de su hermano José David Cabello, quien fue remplazado como ministro de Industrias y Comercio por Miguel Pérez Abad. “Y también pierde por la salida del gabinete de Giuseppe Yoffreda Yorio”, cuyo ministerio de Poder Popular para Transporte fue fusionado con el de Transporte Acuático y Aéreo, que estará presidido por Luis Sauce.
“Son personas allegadas a él, uno por razones familiares, el otro por acompañarlo en cargos claves desde el año 2002”, dijo San Miguel, cuya ONG emitió el jueves un informe resaltando que cerca de una tercera parte del nuevo gabinete sigue estando en manos de militares.
Según el informe de Control Ciudadano, Maduro incumplió con su promesa de regresar a los militares a los cuarteles, dejando a 10 de ellos dentro del nuevo gabinete.
Al incrementar el número de ministerios y nombrar a civiles para que los encabecen, Maduro redujo a 31 por ciento, desde el nivel previo de 36 por ciento, la presencia militar dentro del gabinete.
Pero los militares no solo siguen teniendo el control de las armas, a través del Ministerio del Interior y Justicia y del Ministerio de la Defensa, sino que tienen además el control sobre los órganos de Inteligencia y ejercen una “importante alícuota sobre los ministerios que manejan los mayores recursos de la nación”, señaló San Miguel.
“Los militares siguen contando con un enorme poder económico”, resaltó.
Pero si los militares siguen ejerciendo gran control sobre el gabinete, son menos los que están alineados con Cabello.
De particular importancia fue la ratificación del ministro de Defensa, el general Vladimir Padrino López, cuyo puesto Cabello aspiraba pasar a controlar o incluso a ocupar, dijo desde Washington Antonio De La Cruz, director ejecutivo de la firma de asesores Inter American Trends.
“Diosdado aspiraba al Ministerio de la Defensa. Después de haber perdido el control de la Asamblea Nacional, el control de ese ministerio es fundamental para su tranquilidad”, dijo De La Cruz.
Cabello es actualmente investigado por la justicia estadounidense bajo sospecha de que encabeza el denominado Cartel de Los Soles, organización criminal integrada por importantes figuras del chavismo y militares de alto grado que monopolizan las operaciones del narcotráfico en Venezuela.
Tras perder la presidencia de la Asamblea Nacional, cargo que ahora es ocupado por el opositor Henry Ramos Allup, Cabello pasó a ostentar solo el cargo de diputado, posición de una jerarquía muy inferior a la que estaba acostumbrado quien desde el 2013 comenzó a ser visto como el segundo hombre más poderoso de Venezuela, agregó De La Cruz.
“A Cabello, Maduro lo dejó encerrado y más reducido, frente a las investigaciones que se realizan en Estados Unidos”, dijo De La Cruz.
Pero si Cabello es el perdedor, Padrino emergió como el gran beneficiario de los últimos cambios, luego de que su lealtad al régimen fuese cuestionada tras bastidores por el otrora presidente de la Asamblea Nacional por su actuación durante las elecciones del 6 de diciembre.
Fuentes dentro de las fuerzas armadas venezolanas confirmaron que Padrino detuvo las intenciones de algunos sectores del chavismo de alterar la votación, al ordenar oportunamente el cierre de los centros de votación, como correspondía.
Pero eso no quiere decir que las simpatías de Padrino han migrado secretamente hacia la oposición, advirtió San Miguel.
“El discurso de Vladimir Padrino López desde hace dos años es inequívocamente chavista, revolucionario y socialista. No encontramos cambios en su posición”, señaló San Miguel, quien es una de las expertas más respetadas del sector militar en Venezuela.
San Miguel resaltó que aun cuando el 6 de diciembre se produjo “un comportamiento atípico” por parte de Padrino, su actuación obedeció al deseo de las Fuerzas Armadas de no verse inmersas en sangrientos escenarios que podrían haberse producido ante la posibilidad de una diferencia muy estrecha en los resultados electorales.
“Las Fuerzas Armadas, en el análisis de sus escenarios, prefirieron evitar un baño de sangre. Prefirieron bajar los ánimos, aguantar el chaparrón, y evitar la violencia en lo posible. Pero eso no quiere decir que el alto mando militar ha virado hacia la oposición”, señaló.
La situación es algo distinta entre los rangos medios de las Fuerzas Armadas, donde el anhelo de cambio es parecido en proporción a lo que se registra en el resto de la sociedad venezolana, han señalado fuentes que se mantienen en contacto con oficiales activos.
Y ese anhelo está ejerciendo presión sobre los altos cuadros, quienes obran con cautela para evitar situaciones de insubordinación.
La ratificación en el cargo de Padrino, deja en evidencia que Maduro sigue confiando en que el ministro de Defensa es el hombre que puede mantener ese delicado balance de fuerzas dentro del estamento militar.
Fuente: El Nuevo Herald
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