Las posiciones del Presidente de la República y del diputado por Monagas y su bancada dan cuenta de profundas divisiones en el chavismo burocrático
La división en el alto gobierno es evidente. Las diferencias de acción entre Diosdado Cabello y un ala del PSUV, y Nicolás Maduro desde Miraflores son cada vez más notorias. Para eso también ha servido ganar por mayoría aplastante las elecciones parlamentarias y tener mayoría calificada en la Asamblea Nacional.
Por un lado, Nicolás Maduro anuncia que enviará su decreto de Emergencia Económica al Parlamento para su aprobación. “Vamos a ver qué hace la AN con este decreto de emergencia económica. Si lo va a aprobar o lo va a negar. Vamos a ver”, expresó el 7 de enero pasado. Luego, el propio Ministro del Poder Popular para Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Jesús Farías, anunció que el decreto de emergencia económica sería presentado por el presidente Nicolás Maduro. "El decreto de emergencia impondrá un conjunto de medidas que el Presidente entregará y el pueblo escuchará el debate desde la Asamblea Nacional” explicó Farías durante una entrevista en Unión Radio este lunes 11 de enero. Por si fuera poco, el propio Vicepresidente económico, Luis Salas, aseguró en VTV que esperaba tener una "relación cordial" con el Poder Legislativo.
Todas esas declaraciones dan cuenta de un Poder Ejecutivo que no solo reconoce a la Asamblea Nacional como un poder legítimo sino que busca, de mejor o peor manera, jugar con las reglas del equilibrio de poderes.
Pero Diosdado Cabello también juega, y en otro tablero. El de Monagas pareciera controlar a buena parte de la bancada del PSUV en el Legislativo. En la sesión de instalación fue él quien ordenó al grupo de parlamentarios abandonar el hemiciclo de sesiones y no el jefe de fracción, Héctor Rodríguez. Además, Pedro Carreño y no Rodríguez ha encabezado la operación psuvista ante el Tribunal Supremo de Justicia que busca desconocer la elección de tres diputados por Amazonas ya proclamados y juramentados.
Diosdado Cabello ha insistido en que ningún poder del Estado debe reconocer como válida a la Asamblea Nacional y ha coincidido con Carreño en que los actos del Parlamento son nulos, en vista de la sentencia de la Sala Electoral del TSJ, cuyo magistrado ponente es Christian Zerpa, quien fue diputado por el PSUV hasta el día antes de su selección como integrante del máximo juzgado junto a Fanny Vargas, cercana a Cabello, ex empleada del Seniat y ficha de José David Cabello -excluido del gabinete ministerial en la reciente renovación- en ese despacho.
Diosdado Cabello aseguró el lunes 11 de enero que ante la negativa de la AN de acatar al TSJ “la comisión legislativa la asume la Sala Constitucional del TSJ porque el Estado no se puede paralizar por la idiotez de la directiva”. Al día siguiente el diputado Pedro Carreño aseguró en VTV que ante la supuesta ilegalidad de la AN, el artículo 25 de la Ley del TSJ establece que la Sala Constitucional será “la que dicte las normas sobre los créditos adicionales y sobre los procesos para determinar la memoria y cuenta” de Maduro. Es decir, los magistrados podrían asumir las funciones del Legislativo convirtiéndose en un suprapoder no electo.
Hasta ahora Nicolás Maduro ni nadie del Ejecutivo se ha sumado a la posición de "no reconocer" a la Asamblea Nacional. Tampoco el Consejo Nacional Electoral ha dicho esta boca es mía sobre las intenciones del TSJ de anular sus decisiones como Poder Electoral autónomo. El "Juego de Tronos" del chavismo no es con la oposición, sino consigo mismo.
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